El Precio De Una Obsesión © | Completa ✅

2|𓇬 Problemas 𓇬

Capítulo 2

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25 de Octubre, 2016

Todo en mi vida cambió el día que recibí esa llamada de mi madre. La culpa no me dejó dormir por varios meses, el día que salí de casa y decidí no desayunar con mi familia, ese mismo día mi padre fue atacado. Recibió varios impactos de bala, pudo haber muerto, llegó al hospital casi agonizante y los médicos lo operaron de inmediato. En total recibió siete disparos y uno de ellos fue el que lo dejó en estado crítico. Una bala le dio en el cuello directamente en la médula espinal, lo que provocó que mi padre perdiera la movilidad de todo su cuerpo. Nunca se abrió una investigación, por lo que tampoco supimos quién fue el culpable de todo esto.

Después de eso, vinieron más desgracias, una tras otra.

La empresa en la que mi padre había trabajado toda su vida estaba en bancarrota debido a la mala gestión de los empleados durante su ausencia. Además de las malas inversiones que se hicieron en su momento. Mi madre no tuvo más remedio que cerrar la empresa, liquidó a todos los empleados y apenas teníamos dinero para pagar los gastos del hospital. Papá estuvo hospitalizado durante seis meses, los médicos no podían hacer nada en cuanto a su cuadriplejia. Él cayó en depresión y se encerró en sí mismo. No hablaba con nadie y apenas comía.

Mi madre no aguantó más la situación y un día simplemente decidió que no estaba preparada para afrontar esta nueva vida y se escapó como una cobarde, nos abandonó. Lo que hizo que la profunda depresión de mi padre empeorara. Más tarde supimos que mi madre huyó con Robert Turner, el socio y mejor amigo de mi padre, dejándolo destrozado. Así que, solo quedaba yo, al ser la hermana mayor tuve que asumir el rol de madre y padre para mis hermanos. Busqué ayuda en las personas a las que papá una vez ayudó y me cerraron la puerta en la cara, no tenía muchas opciones y las deudas incrementaron.

Recordé con melancolía los días en los que todo era color de rosas. Cuando era niña, nunca me faltó nada. Benjamin Jhonson, mi padre, siempre se encargó de que tuviera todo lo que necesitaba y deseaba. Yo era su princesa, la niña de papá.  Después, nació Jace y yo estaba feliz por tener un hermanito. Dos años más tarde nació Nathalie y todos éramos muy unidos. La familia estaba creciendo y mi padre trabajó más duro para sacarnos adelante. Pasaron varios años cuando nacieron los mellizos, Liam y Lacey. Y todo era perfecto, una vida rodeada de amor y con todo lo que necesitaba, hasta que llegó el día en que mi mundo se derrumbó.

Ya no había lugar para estar lamentándose, dejé a mucha gente atrás. Entre ellos, Bonnie y al infiel de Khalid. Ambos me buscaron, incluso él estaba dispuesto a hacerse cargo de los gastos del hospital, pero yo no accedí. Por otro lado, Bonnie se justificó diciendo que lo que había pasado entre los dos solo pasó una vez y que fue en una noche de copas. Nada de eso era cierto y había mucha gente que me lo aseguraba. Se vieron a escondidas en la universidad, en reuniones, incluso en mi cumpleaños número veintitrés, acababan de pasar la noche juntos y tuvieron el descaro de ir a verme ese día. Ahora entendía la furia de Bonnie cuando supo que no prestaría atención a las advertencias de mi padre con respecto a Khalid. Estaba desesperada porque yo lo dejara, al final consiguió lo que tanto deseaba; pero ella nunca tendría mi amistad. Y pensar que llegué a darle todo lo que tenía porque venía de una familia de clase baja y apenas tenía para comer.

«¡Qué estúpida fui!»

Y ahora, lidiar con toda esta responsabilidad, no era fácil. Darle a mis hermanos todo lo que necesitaban. Jace y Nathalie, dos adolescentes que se metían constantemente en problemas y un padre depresivo iban a terminar volviéndome loca. Y una prueba de ello, era esto que estaba ocurriendo ahora mismo. Estaba a punto de perder los estribos. Jace me estaba empujando hacia mi límite y cada día sentía que perdía más control sobre ese jovencito rebelde y problemático. Ese pequeño trozo de mierda terminaría provocándome un ataque al corazón.