El Precio De Una Obsesión © | Completa ✅

4|𓇬 Reencuentro 𓇬

Capítulo 4

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2 de Noviembre, 2016

En los últimos meses mi vida había sido una constante de altibajos, pero siempre salía adelante. Sin embargo, la última semana todo se había complicado y me estaba ahogando en problemas. Por un lado tenía la deuda de mis hermanos y por el otro estaban las facturas sin pagar, las colegiaturas y lo de mis estudios, los tratamientos de papá... todo era importante. Hablé con el director de mi universidad y estaba dispuesto a esperar una semana, las cuentas también podían esperar, lo primordial aquí era pagar a los matones y el tratamiento de mi padre. Tenía que tener al menos cincuenta mil dólares. Este fin de semana me pagarían, pero solo sería la mitad de lo que necesitaba.

—¿Y qué te dijo? —preguntó Emma.

Suspiré.

—Que no podía, porque las cosas no van bien en el club. ¿Puedes creerlo?

Oí a mi amiga reír a carcajadas, luego insultó a Giorgio. Desearía tener la energía y la creatividad de mi amiga para insultar a uno de nuestros jefes, pero los insultos se acabaron y mis ánimos también.

Esta mañana fui al Edén para hablar con Giorgio y pedirle un préstamo. El tipo se rió de mí y me dijo que si quería dinero sabía perfectamente lo que tenía que hacer. Sentí rechazo hacia él, no porque no quisiera prestarme el dinero, sino por los comentarios desagradables e insinuaciones sexuales que hizo. Y luego decir que el club no iba bien. ¡Qué gran mentira!

—Es un cerdo  —murmuré.

—¡Lo sé! —escuché a Emma decir— Si no fuera porque necesito el trabajo, le daría a Giorgio lo que se merece, lo juro.

Respiré profundamente mientras presionaba el tabique de mi nariz.

¿De dónde carajos sacaría cincuenta mil dólares?

—No tiene caso —le dije sin ánimos.

Seguimos hablando un rato más, antes de entrar a la próxima clase. Emma había abandonado la universidad cuando descubrió que su madre tenía cáncer cervicouterino. Hizo todo lo que estuvo a su alcance para que Lizzie recibiera los tratamientos necesarios. Ahora ella estaba en recuperación y se esperaba que todo saliera bien. Y Emma retomó los estudios.

Me habría gustado que mi vida no fuera tan complicada, y tuviera una solución un poco más sencilla. Desafortunadamente, no todos corríamos con el mismo destino.

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Por la noche, después de que mi número terminó, quedé con Emma y Kyle para ir a una fiesta que organizó un amigo en común de la universidad. Llamé a Dalila, la enfermera, para que le dijera a mi padre que llegaría tarde. Ella me aseguró que mis hermanos no salieron de casa y que papá y los mellizos se acostaron temprano. Por lo que no había problemas y no tenía que dar explicaciones de nada. Necesitaba distraerme un poco después de toda la mierda de los últimos días. Estaba preparándome para salir y encontrarme con mis amigos cuando la puerta de mi camerino se abrió de repente, me congelé cuando descubrí de quién se trataba.

No podía ser, era él otra vez.

—Encantado de verle, señorita —dijo, sonriendo mientras pasaba su penetrante mirada sobre mí.