Capitulo 37

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Llegamos a casa después de cenar fuera

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Llegamos a casa después de cenar fuera. David quería ir a festejar nuestro compromiso del cual pronto sabría todo el mundo, sus padres llegarían en unos días a la ciudad donde viviré,aunque ya los conocí me dan nervios verlos de nuevo y no ser lo que toda madre quiere para su hijo, fui a dormir pensando en lo que me dijo Eva, para mi fortuna o desgracia ella salió a bailar y divertirse con sus amigos, mientras que yo aún estoy en peligro ante los ojos de mis padres. Me metí a la cama y revisé por última vez ambos celulares, ninguna notificación todavía; me di la vuelta para dejar mi celular en la mesa y el otro en un cajón, pero no pude ponerlo, ya que vi a mi padre a punto de entrar, me apresuré y por suerte no vio nada.

—Hola, pequeña, te traje tu vestido —dejo el vestido sobre un pequeño sofá—. ¿Estás nerviosa? —se sentó a mi lado.

—Mañana es el gran día, es claro que estoy muy nerviosa —le dije con mis manos entrelazadas.

—Me enorgulleces..., a pesar de todas las adversidades siempre luchaste por tus sueños, nunca te rendiste y has logrado lo que quieres —me abrazó fuerte; sentí que se me llenó el alma—. Te amo, ratita —me besó la frente y se fue.

—Te amo, papá —susurré

Tomé un libro y tan pronto como cambié de hoja me quedé dormida, desperté temprano gracias a los nervios y el reloj interno de mi cabeza, me comencé a arreglar para la ceremonia y me maquillé. Un labial carmín lucia sobre mis labios y hacía notar mis mejillas con pecas, me peiné algo sofisticado, elegante pero casual, y finalmente me puse mi vestido, mis zapatillas y salí a desayunar, mis padres estaban vestidos de smoking con corbatas rojas, y mi bellísima hermana lucia maravillosamente bien con su vestido en tono plata. Unas lágrimas se me salieron..., corrieron a abrazarme los tres.

—No llores, ratita —me decía Alejo—. Se te correrá el maquillaje —me reí un poco y limpié mis lágrimas.

«Soy una sentimental», pensé. David entro por la puerta, se quedó boquiabierto al verme, derramaba saliva en el piso; sus ojos estaban maravillados y parecía no despertar de ese momento, no sé qué música me puso en su cabeza ni siquiera me imagino si me debe de estar viendo en cámara lenta en estos momentos, pero sin duda demostraba que me veo hermosa, tal y como quiero. Papá propuso una sesión de fotos y así pasó, toda la familia para la foto con un nuevo integrante, mi futuro esposo David. el temporizador ayuda mucho en estas situaciones, un par de carcajadas no faltaron por los pequeños accidente y comentarios entre nosotros, es una escena que nunca olvidaré, mi memoria debe guardarla hasta el resto de mis días.

—¡Ya es tarde, debo llegar! —les dije mientras caminaba a la puerta.

—¡Mi hija se va a graduar! —gritaba Alejo al vecindario.

—También es mi hija —decía Lucio.

Llegamos en un par de minutos, bajé y vi a todas mis compañeras y compañeros reunidos en el evento, muchos me abrazaron y otros cuantos me contaron rumores.

¡Maldición Carla! [✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora