IV

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- mamá?- mi voz sonaba distante  como si no me perteneciera

Mire alrededor y me encontré con un niño de cabello oscuro despeinado, llorando de rodillas en medio de lo que era antes mi departamento

- mamá?- volvía a preguntar

La habitación se torno oscura y el niño y yo comenzamos a caer

Está oscuro y frío

De pronto nos encontrábamos en el reformatorio

Fue entonces que reconoci al pequeño, no entendía como podía ser tan idiota para no reconocerme a mi mismo

No era un sueño era un recuerdo

Fue mi primer día en ese lugar, tenía 13 años y Jhon me había encontrado robando en un supermercado

No fue la primera vez, pero esa vez hubo consecuencias

- dame tu pudin- dijo James, el mas alto, grande y estupido del lugar y obviamente el líder, no encuentro la razón de los demás para seguir a los más idiotas

No respondí, y cuando intento tomarlo se lo arrebate de las manos.

No fue una buena idea, pero como había dicho antes no soy bueno tomando decisiones

- DAME TU PUDIN- grito

Me levanté de mi lugar y se lo arrojé al rostro, después de eso solo recuerdo golpes y como los demás me sujetaban

James se acercó a mi rostro, su aliento me pego en el rostro y me sonrió de manera diabólica

Sin decir nada, saco un vidrio roto, lo coloco en mi rostro y me marco

Pero gracias a esa herida que tardo días en curar, me habian puesto en aislamiento

A nadie le gustaban esas celdas, sin poder salir, ni ver a nadie más que a los guardias cuando te llevaban la comida

Pero para mi, fue como un sueño realizado

...

- hey estás bien?- la voz de mateo me despertó- estabas gritando-

Me encontraba sudando y respirando agitadamente, mire alrededor y recordé que ya no estaba en mi departamento

- ya casi es hora de la cena- dijo señalando un pequeño reloj sobre su mueble

No lograba que las palabras salieran de mi garganta, así que solo asentí

Me encontraba rodeado de personas, tanto hombres como mujeres.

Según la hoja de información, primero cenaban los del tercer piso, 10, 11 y 12 años, luego los del 4to 13, 14 y 15 años y al final, los del 5to. 16 y 17 años.

Miraba como todos conversaban y reian, se habían acostumbrado aquel lugar y lo hicieron su hogar

"dale una oportunidad a este lugar talvez por fin encuentres lo que buscas"

Las palabras del oficial Jhon retumbaron en mi mente.

Mire a Mateo al otro lado de la mesa, aún callado, pero una chica de cabello rojizo le hablaba, el solo la miraba y asentía, con una suave sonrisa.

La mesa nunca estuvo en silencio, nisiquiera cuando sirvieron la comida.

Yo estaba acostumbrado a comer en silencio, las pocas veces que comía en mi departamento.

Normalmente comía algo en las calles, sentado en bancos de los parques, o incluso en las paradas de autobús

Pero de cierta manera, el ruido, las pláticas y risas de los demas no me incomodo

...

La cena termino y decidí caminar por la casa, si le iba a dar una oportunidad tenía que conocerla.

Camine por las aulas vacías, pizarras con apuntes, hojas en el escritorio y alguno que otro póster decorando

El sol ya se había ocultado, y la oscuridad le daba un toque tétrico.

Salí del lugar, encontrándome nuevamente con aquel inmenso terreno, había una cancha de deportes, mesas y bancos alrededor.

Y un jardín hermoso. Se notaba que era bien cuidado, había árboles de diferentes frutas, plantas de vegetales, rosales y enredaderas.

Parecía un pequeño paraiso.

Escuché unas cuantas risas, un par de chicas paseaban por el jardín

Di media vuelta y entonces lo mire, un pequeño cuarto de madera, camine hacia el, la puerta no tenía seguro y entre.

Era donde guardaban herramientas, palas y otras cosas.

Estaba mas ordenado de lo que pensé, pero estaba solo.

Había encontrado el lugar perfecto para fumar, ahi no me encontraría nadie a esa hora 

El cigarro me supo amargo, pero calmaba mis ansias, era el primero que fumaba en el dia y ya eran más de las 7pm

Recordé el celular que Sarah me había regalado, había estado en mi bolsillo todo este tiempo.

Lo revise rogando por que tuviera algunas canciones, o siquiera se pudiera escuchar la radio.

Revise la carpeta de música y estaba llena, era de esperarse de Sarah, esa mujer no podía vivir sin música y gracias a ella, yo tampoco.

Había canciones desde clásicas, hasta rock. En español, inglés e instrumentales.

Presione en la primera canción, y lo deje seguir en aleatorio. Había escuchado 3 canciones y terminado mi cigarro.

Afuera ya no se escuchaban voces o risas, mire el reloj, 7:35pm y decidí regresar a mi habitación.

Camine de regreso mientras comia el chocolate que nos dieron después de la cena.

No me sentía cansado, había dormido durante la tarde y mi cuerpo se sentia despierto.

Camine nuevamente por los salones, debía atravesar ese pasillo para llegar al ascensor.

En uno de los últimos salones se escuchaba una voz, y la luz estaba encendida.

Conforme me acercaba la voz era más fuerte, al punto que simplemente no pude ignorarla...

...

Tus Pecas y las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora