XXXIII

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Recuerdo despertar en el sillón de Sarah

La escuché cantar mientras un aroma a desayuno provenía de la pequeña cocina

Camine torpemente, frotando mis ojos intentando deshacerme de la pereza

- Buenos días bello durmiente, gracias a Dios no necesitaste un beso para despertar, estaba dispuesta a buscar algún gato callejero- río mientras seguía con lo suyo

Su sonrisa era honesta, pero sus rostro se notaba cansado

No pude reír, mis labios solo lograron sonreir un poco de lado

- Buenos dias- fue lo único que respondi

- ven a desayunar conmigo- Sarah colocó un par de platos sobre la mesa, tomó dos tazas de café y me entregó una

La cocina se tornó silenciosa, solo se escuchaban los tenedores contra los platos de cristal

- Sebastian- su voz sonó suave, la miré y continuo- que es lo que planeas hacer?-

Me quedé en silencio, dejé el tenedor en el plato, limpié mi boca y la miré

- No se- mi respuesta sonaba estupida pero era la verdad

No tenia ni la más mínima idea de lo que haría, no tenia un hogar, un trabajo, ni siquiera tenía ganas de salir al mundo e intentarlo de nuevo

Acababa de perder al amor de mi vida, mi mundo se había caído a pedazos y no sabía por donde comenzar a recogerlo

- Sebastián tu sabes que te puedes quedar el tiempo que quieras, pero- se quedó en silencio, no era necesario que lo dijera, yo comprendía la situación

- Lo se- no deje que terminara- no creo que vengan a buscarme, pero si es así, desapareceré, no te causaré problemas-

- Mi problema no eres , Sebastián, he vivido con la culpa desde hace años, pero no puedo cambiar el pasado-

Sarah era un angel, me había ayudado más de mil veces y consolado cuando más lo necesitaba

Más sin embargo hubo unos momentos oscuros en su vida.

Ella intentó adoptarme desde hace años, intento de todo, pero al final, siempre les sobraban excusas a los de servicios infantiles

"No tienes pareja, necesitas estar casada, el niño necesita un padre y una madre"

Idiotas, mi verdadera madre me abandonó y crecí sin un padre

"Tus ingresos no son suficientes, no podemos permitir que el niño pase hambre"

Perdi la cuenta de cuantas veces me dormí sin probar alimento alguno en todo el día, al igual que no recuerdo cuantas veces Sarah me regalo comida

Y la peor de todas

"Eres una alcohólica"

Un error, Sarah había cometido un error, al beber de más una noche y conducir, para después estrellarse con un poste

No hubo heridos, solo ella, terminó con un brazo roto y algunos golpes

Estuvo unos días en prisión, y después el juez la mandó a rehabilitación, cumplió con cada reunión, dejó de beber y aún así, prefirieron decirle que no era apta para cuidar de mi

Entonces nadie es apto para cuidar de alguien más, por qué ella siendo tan generosa y teniendo las mejores intenciones del mundo, le dijeron que no era apta.

Aún así, no creía que me volverían a buscar, en 2 días cumplía 17 años, me quedaría un año más para que no me aceptaran en ninguna casa hogar

Los Robinson me habían aceptado, y de alguna forma tanto ellos como el oficial Jhon me habían dado a entender que seria la última vez

Debía intentar no meterme en problemas y así me mantendría lejos del reformatorio

El silencio en la cocina era demasiado, más sin embargo no se sentía incómodo.

Aún me dolía el hecho de saber que no vería a Lucas, pero en ese momento me había propuesto algo

Si alguna vez, y el destino me permitiera volverlo a ver, no sería el mismo adolescente irresponsable, trabajaría para ser mi mejor versión.

Le demostraría a todos que podía llegar a ser alguien

- Sebastián, te extrañe- me sonrio Sarah al otro lado de la mesa

- yo a ti, Sarah- la verdad era que si la había extrañado, de una manera que se extraña a una madre o un familiar

Detalle su rostro unos segundos, sin duda estaba cansada, las ojeras debajo de sus ojos me lo comprobaban, y en sus ojos noté una melancolía que no supe descifrar

Tal vez si yo no hubiera estuviera destrozado, lo habría notado, lo habría notado en ese momento

- Sebastián, tengo que contarte algo-

Sus palabras me causaron un escalofrío, y pusieron mi mente alerta, estaba a punto de decirme algo malo, lo podía sentir

Tus Pecas y las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora