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El día había transcurrido lento y aburrido, pero por fin había llegado la hora

Podría ver a Lucas y felicitarlo por su cumpleaños

Me encontraba en el elevador a unos segundos de llegar al sexto y último piso de la casa

Estaba nervioso, emocionado, me moría por ver a Lucas, pero el hecho de conocer a su familia me aterraba

Su padre era muy amable y paciente, mientras su madre era fría y estricta.

Necesitaba tener más puntos a mi favor, no quería que me separaran de Lucas, no quería que pensaran que era una mala influencia, y daría lo mejor de mi para que me vieran como alguien decente para la amistad de Lucas.

La puerta del elevador se abrió, dejando ver un pasillo corto de paredes blancas, al final una puerta de madera oscura elegante, le di unos leves golpes con los nudillos, espere unos segundos y la puerta se abrio.

La sonrisa de la señora Robinson se borró al verme, me miro de arriba a abajo, juzgandome.

- Sebastian- dijo por fin ahora fingiendo una sonrisa- me alegra que hayas decidido venir, pasa-

- buenas noches- saludé a la gente como iba pasando, sus miradas me hacían sentir apenado.

Todos vestían elegantes con trajes y vestidos largos.

Yo en cambio me había decidido por una camisola negra con botones blancos, un pantalón de vestir oscuro y zapatos del mismo color, había intentado peinar mi cabello, dejarlo un poco decente pero supuse que ya estaria nuevamente alborotado

- hola Sebastian- por fin una voz amable

- señor Robinson- lo saludé

- oye, por qué no vas por Lucas, avísale que ya lo estamos esperando- puso su palma sobre mi espalda dando un leve empujón para que caminara- es la última puerta ala derecha- me indico

Camine por el pasillo, observando los retratos colgados en las paredes, había uno donde solo estaban los padres de Lucas, otro donde Lucas era tan solo un bebé, y otros de su niñez.

Llegué a la puerta, y golpee 3 veces

- pasa- escuché su voz detrás de la puerta y sonreí

- hey cumpleañero- lo saludé, estaba de espaldas a la puerta

- Sebastián! Viniste- dijo con un tono de alivio- pensé que tendría que soportar a mi familia para morir de aburrimiento-

No pude evitar reír ante sus quejas

- que, no tendré un abrazo de cumpleaños- me pregunto sonriendo

Me acerque a el temblando, lo rodee con mis brazos y el a mi

- feliz cumpleaños Lucas- susurré cerca de su oído

- Sebastian- la manera en que pronunció mi nombre provocó que mi corazón latiera rápido- gracias, en serio me alegra haberte conocido-

Lucas si supieras cuánta alegria me causaste con esas palabras

- nos están esperando- dije separándome de su abrazo, no podía estar más tiempo tan cerca de el, pero al mismo tiempo tan lejos

- primero dime, como me veo?- pregunto estirando sus brazos a los lados

Observé su vestimenta formal, pantalón oscuro, con una camisa blanca de botones, llevaba un saco blanco encima, con detalles color azul, que combinaban perfectamente con sus ojos

- perfecto- murmure

- en serio?- me había escuchado- gracias- entonces note un leve sonrojo entre sus pecas.

Talvez mis palabras lo habían avergonzado, era lo más probable, pero una parte de mi creyó que le había gustado mi comentario

La cena fue muy formal, probé platillos que ni siquiera sabía que existían, las pláticas eran aburridas, aunque para los adultos parecieran fascinantes

Sentí un leve golpe en mi rodilla por debajo de la mesa, mire a Lucas quien se encontraba sentado a mi lado, con una sonrisa juguetona

- hey Sebastián, te estás divirtiendo?- pregunto dándome otro golpe con su pierna

Pensé en decir que si, o al menos que estaba bien, pero simplemente no podía mentirle a Lucas

- la verdad es que no- respondí con un poco de culpa la cual se desvanecio cuando lo escuché reír

- que bien, hay que irnos de aquí- dijo sin dejar de sonreír

- Lucas tus padres se van a molestar-

- no creo, están ocupados además es mi cumpleaños, no me regañaran-

- a dónde quieres ir?- pregunté con curiosidad

- donde fumas?- pregunto- se que no te han descubierto así que supongo será un buen lugar para que no nos encuentren-

Su idea sonaba a travesura de niños pequeños pero me moría de ganas de estar a solas con el, y así poderle entregar su regalo.

- bien, pero si preguntan fue mi idea, no quiero que te metas en problemas- sonrió ante mis palabras

Nos pusimos de pie, y busco mi brazo, cuando lo encontró lo tomo con fuerza, sentía como temblaba un poco, supuse que por miedo a ser descubiertos escapando de su casa

Caminamos lento hacia aquel pasillo que llevaba al elevador, nadie se había dado cuenta estaban muy ocupados hablando entre ellos

Llegamos a la puerta y la abrí despacio para que no hiciera ningún ruido, Lucas paso primero y al momento de yo pasar y disponerme a cerrarla me encontré con los ojos de el señor Robinson mirándome directo, me asusté un poco, pero después me sonrió, esa sonrisa extraña que me dirigia de vez en cuando, asintio una vez al mismo tiempo que cerro los ojos y volteo su rostro a otro lado, dándome a entender que no diría nada.

...






Tus Pecas y las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora