VII

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"Put your head on my shoulder
Whisper in my ear, baby
Words I want to hear
Tell me, tell me that you love me too (tell me that you love me too)

Put your head on my shoulder
Whisper in my ear, baby
Words I want to hear, baby
Put your head on my shoulder"

Su voz lleno cada rincon del salón, desde la primera palabra un escalofrio recorrió mi cuerpo

Cerre los ojos y me sumergi en su voz

- y bien?- el salon quedo en silencio después de su pregunta

Abri los ojos y me encontré con su rostro impaciente por una respuesta

- Wow!- fue lo único que pude decir

Su sonrisa iluminó el salón, o al menos así lo sentí yo, y me encantó ser quien la provocará

Agradeció casi en un susurro, podía notar como sus manos dejaron de temblar, pero mi pulso estaba como loco.

- por qué siempre estás por aquí a esta hora?- sus preguntas eran curiosas

- es la mejor hora para fumar, y que nadie te regañe- sonrió ante mi respuesta

- Sebastián, cuántos años tienes?- pregunto mientras buscaba una silla con sus manos

-16.... y tú?- dudé un poco en preguntar pero también quería saber

-15, pero en un mes cumplo los 16- dijo con una risa divertida- es muy malo que fumes tan joven sabías?-

- ya me lo habían dicho antes-

No podía dejar de ver su rostro, intentaba memorizar cada peca.

- por favor dime qué no te fuiste- dijo al notar lo silencioso que estaba el salón

- y dejarte sin mi compañía? Eso sería muy cruel- "idiota" me repetí en mis pensamientos

"Idiota, idiota, idiota"

Pero su risa se volvió a escuchar dándole otro golpe más a mí corazon, de algo estaba seguro, de esto no salía con vida

- vaya ego-

- Lucas- me encantaba pronunciar su nombre- vives en el último piso?-

- vaya acosador que eres-

- no es eso, es que tú papá lo menciono cuando llegue aqui-

- si, vivimos mi papá, mi mamá y yo, pero ellos siempre están ocupados con la casa- su voz tuvo una gota de tristeza

- y tu estás bien? Solo, todo el tiempo?- talvez estaba preguntando de más

- a qué te refieres? A si puedo cuidarme solo aún siendo ciego? O si estoy cómodo con mi soledad?-

Sus preguntas me hicieron callar, quería saber la respuesta de ambas pero eso sería preguntar demasiado y entonces el notaría lo desesperado que estaba por conocerlo

No respondí, y pasados unos segundos el siguió hablando

- me gusta tener tiempo para mí, aveces bajo y camino por la casa, de vez en cuando alguien de aqui habla conmigo por un momento pero nunca hasta ser amigos-

Me gustaba escucharlo hablar, su voz sonaba diferente a cuando cantaba pero no le restaba lo que me provocaba.

- y por que no?- no note cuando la pregunta escapó de entre mis labios

- no lose, talvez se aburren o piensan que les pediré ayuda todo el tiempo-

Sin embargo eran unos idiotas, no sabían el tipo de persona que era, comenzaba a conocerlo y estaba seguro que jamás me aburriría de el, y no me importaría ayudarlo

Si el me lo pidiera, estaría dispuesto y honrado de ayudarlo, aún cuando fuera para algo pequeño o algo complicado

-Esperas a tu papá?-

-si, dijo que terminaría pronto, pero a veces a dicho eso y ha tardado horas-

Sus palabras me dieron un poco de esperanza, si el señor Robinson se mantenía ocupado podría pasar más tiempo con Lucas

- te gustan mucho los chocolates?- su pregunta cambio el tema

- se podría decir que si, Sarah siempre me regalaba diferentes dulces pero mis favoritos siempre fueron los chocolates- jamás se lo había contado a nadie, pero se sintió bien

- Sarah?- pregunto con una pequeña mueca

- es una mujer que vivía en el mismo edificio donde yo vivía antes- respondí con la explicación más corta y clara que pude

No quería desperdiciar el incierto tiempo que teníamos hablando de mi vida

Pasaron unos 15 talvez 20 minutos y nosotros seguíamos hablando, canto una vez más intentando practicar.

Jamás me cansaría de escucharlo

- Lucas, ya termine- la voz de el señor Robinson me hizo dejar de sonreír- hola Sebastian-

Me saludo tan amable como siempre

- voy- aviso Lucas- Sebastián? Me ayudarías?-

Su pregunta me puso nervioso, mire como estiró su brazo buscando en el aire, me acerque a el, tocó mi brazo y sonrio

Tomo mi brazo y se puso de pie, dejando la silla vacía, donde se encontraba, camine junto a el hacia la puerta

Fue el trayecto más corto, pero mas agotador de mi vida

Agradecí todo en ese momento, Sentir como su mano se aferraba a mi brazo, saber que lo había ayudado, poder ver su rostro un poco más de cerca que antes

- bien supongo que hablaremos luego- dijo al sentir la mano de su papá en el hombro

- está bien-

- buenas noches, Sebastián- el señor Robinson me volvió a sonreir de esa manera que aún no descifraba .

- buenas noches- respondí sintiendo como la mano de Lucas abandonaba mi brazo.

Tus Pecas y las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora