Capítulo XX

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-Amira primero que todo me gustaría que me dijeras tía o solamente Jennifer- me sonrió y yo asentí- Bien, verás , existen tres mundos el mundo A el mundo B y el mundo de los sueños que está entremedio, ambos mundos tanto el A como el B contiene los mismos países y las mismas ciudades pero distintas personas y ninguna de ellas conoce la existencia del otro mundo, creen que son únicos. Cada vez que una persona se duerme puede alcanzar distintos niveles, hay un nivel que logra hacer que tu alma se transporte y entonces ahí es cuando sueñas, pues tu alma llega al mundo de los sueños, allí las personas de ambos mundos se encuentran aun cuando no lo sepan, para todos "solo es un sueño". Existe otro nivel, más allá del mundo de los sueños en donde no solo tu alma traspasa sino también tu cuerpo y de esa forma puedes llegar al otro mundo, pero es un mecanismo muy complicado pues existen barreras para que la gente "común" como nosotros no pueda lograrlo, ¿te has dado cuenta que durante un tiempo sentías que de repente caías por un hoyo? eso sucede cuando alguien intenta traspasar las barreras involuntariamente y no lo logra, a muchos nos pasa eso, pero tú tienes la habilidad o el poder de lograr traspasar esas barreras y poder andar en ambos mundos, es una habilidad de familia que se fue traspasando en generaciones, siempre al hijo mayor y este "poder" llega recién cuando cumples los dieciocho años. Hay algo importante que debes saber, aun cuando puedas traspasar de un mundo a otro, siempre pertenecerás al mundo en que naciste y siempre serás real ahí, me explico de mejor manera, tu realidad será en el mundo que naciste, ahí podrás hacer tu vida de manera normal pero el otro mundo solo serás una fantasía, allí no puedes hacer una vida, pues siempre serás un sueño- suspiró-¿alguna duda hasta el momento?- preguntó.

-No, todo bien, solo siga-.

-Bueno, yo siempre supe esto, Nadia me lo había contado desde que éramos niñas pues a ella la habían "preparado" para esto desde mucho tiempo antes, es común que eso pase pero nosotros quisimos ir despacio contigo. Durante el tiempo que ella practicaba en sus sueños, conoció a un chico con el cual varias veces se cruzó en los mismos lugares, durante este tiempo lo observó y hasta algunas veces intentó hablar con él, pero al darse cuenta que era del mundo contrario al de ella, decidió mantener distancia, pero se le hizo imposible al coincidir tantas veces en sus sueños y entonces sin querer se enamoró, lo encontraba guapo y tenían muchos gustos en común, además siempre me decía:"Jennifer es cosa del destino, ¿como más explicarías que nos cruzáramos tantas veces en los mismos sueños?", a mí me parecía que ellos desde siempre estuvieron destinados, yo no creo en las casualidades sinceramente. Al cumplir sus dieciocho y poder pasar, lo primero que hizo fue ir en búsqueda de él, y como yo dije recién, siempre estuvieron predestinados pues en la primera ciudad que lo buscó lo encontró, desde entonces decidió que quería hablarle. Un día lo siguió a una fiesta y entonces lo conoció, me dijo que era mucho más interesante de lo que creía pues era muy inteligente y a su vez entretenido, sabía que eso lo tenía prohibido por lo que lo mantuvo en secreto a su madre y solo yo era quién lo sabía. El tiempo pasó y sabiendo el peligro que corría se puso de novia con él, todo fue muy lindo, ambas éramos muy felices, para ese entonces yo tuve a mi hijo Félix, y tu madre  me ayudó a criarlo cuando me encontraba muy sola, por ello siempre le dije que estaba en deuda con ella. Un día me llamó y me invitó a su casa, al llegar me contó que se había entregado a tu padre, y que todo había sido precioso, lamentablemente no nos dimos cuenta y la madre de Nadia la escuchó, por ello la castigó quitándole la pulsera la cual era la llave para que cuando traspasara llegara a un lugar determinado en donde se encontraba la otra parte, como ella no sabía utilizar muy bien aun su habilidad durante mucho tiempo soñaba pero no lograba llegar a Auckland donde vivía Richard. Un día me llamó llorando, diciéndome que se había enterado que estaba embarazada, ella sabía que ese era un grave error pero no era eso lo que le apenaba, llevaba cuatro meses sin saber nada de él y eso le causaba gran dificultad, ella lo amaba y ahora más que nunca necesitaba verlo, yo no soportaba verla así, por lo que juntas hicimos un plan y robamos la pulsera que tu abuela le había quitado, cuando logramos sacarla ella me agradeció y entonces me dijo que algún día me vendría a ver, para contarme como iba todo, era una gran decisión pero ella lo hizo y escapó para ir en busca del amor de su vida, tu abuela me preguntó mucho tiempo que había pasado y yo le decía que Nadia solo me había llamado para despedirse y que no había sabido más y en parte eso era verdad pues ya había pasado mucho tiempo y jamás la había vuelto a ver, la extrañaba pero sabía que ella era feliz así. Un día apareció en mis sueños, nos abrazamos y nos pusimos al día, le mostré una foto de mi hijo quien ya tenía un año y ella me mostró su guatita que yo no había visto lo grande que ya estaba, me contó que todo había resultado bien que vivía con tu padre a quien no se había atrevido contarle la verdad, luego de eso me dijo: " tú sabes que cuando tenga a la criatura yo ya no estaré en ninguno de los mundos, quiero que cuides de ella, y cuando sea grande le enseñes a utilizar su poder", para mí ese era el adiós, tu madre sabía que pronto te tendría y que ella no podría vivir por el simple hecho de que tú eras una criatura con sangre de dos mundos, y la cosa era simple, morías tú o moría ella, te quería tanto que desde siempre su decisión había sido dar la vida por ti, para ella tú, eras el fruto de un inmenso amor, puro y verdadero, ese día me entregó una pulsera que yo debería tener en la habitación que te construiría, de esa forma siempre llegarías aquí y así cuidaría de ti, yo se lo debía era mi mejor amiga y ella ya me había ayudado a mí una vez, quedamos en un acuerdo, mi hijo que en ese entonces tenía un año sería quien te seguiría en los sueños y sería tu guardián, era más fácil que confiaras en un joven de tu edad que en una persona como yo. Esa fue la última vez que la vi, ese día fue nuestro adiós. Días después me enteré que estaba esperando a mi segundo hijo, en el momento que me dijeron que era niñita prensé en llamarla Nadia pero luego recordé que cuando éramos pequeñas, jugábamos a la mamá, y ella siempre dijo que mi hija se llamaría Samantha y como recuerdo a ella la llamé así- me miró con dulzura, luego observó a Félix quien le sonrió y entonces continuó- Desde pequeño eduqué a Félix con la finalidad que te cuidara, él siempre supo esta historia aunque yo le pedí que quería ser yo misma quien te lo contara, desde corta edad, él te observaba en tus sueños y veía como estabas, luego me lo contaba a mí, desde siempre estuvimos esperando que llegara este momento y cuando él cumplió sus diecinueve años, me ayudó a hacer tu habitación, pues sabíamos que faltaría poco para tu cumpleaños, no sabíamos cuando era pero él era muy habilidoso y te observaba tanto que entonces supo de inmediato cuando empezó a llegar a ti tus poderes, creo que ha hecho un gran trabajo, estoy muy orgullosa de él- dijo mirándolo y guiñándole- eso es todo Amira, sé que quizás suene un poco loco pero todo es verdad, eso sí quiero darte un consejo, piensa muy bien a quien se lo contarás, es peligroso si alguien decide intentar traspasar las barreras sin tener la habilidad, podría morir, hasta ahora esto lo sabe Félix, tú y yo, nadie más, aunque creo que tu padre debería enterarse, Nadia no se atrevió a contárselo nunca y siempre pensé que era una error no hacerlo, ¿tienes alguna duda?- preguntó.

El chico de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora