Capítulo IV

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Ahí estaba él, como todas las noches sentado, leyendo y mirándome a ratos, su presencia no me asustaba, llevaba tantos años viéndolo, bueno, veía a mucha gente pero él siempre se repetía, solo unas pocas veces no lo había visto pero ahora era más recurrente en mis sueños (o pesadillas); sabía lo que sucedería pero había algo en mi que cada vez me obligaba a hacerlo, primero miré hacia ambos lados y crucé la calle, esta vez mi sueño me situaba en una plazuela que ya había visto en algún lugar, él por su parte estaba más allá, calmado, siempre lo estaba la verdad y es que como era habitual yo ya caminaba decidida hacia él, ¿será capaz que en verdad este corriendo y no solo caminando? La sensación de que todo se esfumaba en mi entorno era desesperante pero ya lo había sentido antes, cada noche y hasta sabía lo que sucedería unos segundos después. Se levantó con rostro de preocupación y sus ojos pegados en mí, entonces fue cuando sentí que me caía por un abismo tan grande, tan oscuro y luego...

La habitación ya estaba aclarando, el reloj solo marcaba las 5:30 am. Aun quedaban unas horas para seguir durmiendo, pero estaba tan agitada que sería difícil conciliar otra vez el sueño.

- ¿Otra pesadilla?- era Alicia que tenía su habitación a mi lado.

- Sí, siento despertarte Alicia-.

- No hay problema, creo que deberías hablar con tu padre sobre eso, no es normal que suceda esto cada noche-.

- Lo sé, espero que pasen luego, solo debo estar preocupada- mentí.

Ella se fue a la ducha, yo por mi parte decidí ver qué novedades tenía "tumblr" para mí a esas horas de la madrugada.

El desayuno lo comimos todos juntos, yo estaba con mi pijama aun.

- Richard, he dormido muy mal y estoy muy adolorida ahora , creo que hoy no quiero tener clases de piano ¿puedes llamar al profesor?- dije con un tono de dolor y sobándome alrededor del cuello.

- ¿Has tenido una pesadilla, Amira?- dijo con tono de preocupación.

- Sí, creo que esta vez he llegado más cerca...

- ¿Más cerca de qué?-.

- Jajaja de nada papá, es un sueño tonto no hay que tomarlo en cuenta- dicho esto me levanté y me dispuse a ir a tomar una ducha relajante de aquellas que demoran mucho tiempo.

Me puse una camiseta de aquellas que clasifico como "ropa de un día domingo en casa y sin panorama", unos bombachos hasta los tobillos que hacían juego y para finalizar mi estilo "light" los mismos zapatos que uso para levantarme; tenía mi pelo aun enrollado en la toalla cuando mi celular sonó por un nuevo "WhatsApp.

- Hola Amira ¿qué pasó? anoche te espere mucho tiempo-.

- Sí David, preferí no ir, era tarde cuando me desocupé con Laila y sabes que odio molestar a tu padre, podemos juntarnos otro día mejor-.

- Okey, yo mañana tendré hora al doctor, llegaré tarde ¿almorzamos juntos?

- Esta bien, en el casino, en la mesa y a la hora de siempre- agregué un emoticón de aquellos que usaba para dar un toque más coqueto al mensaje y él respondió con uno de los mismos, hablamos largo rato mientras le contaba todo lo que había hecho con Laila el día anterior, él por su parte me dijo que se juntaría con Michael en un rato más.

Michael era un chico que había estado con nosotros en la misma clase, se conocía con David desde muchos años y hasta habían llegado juntos, aunque con David desde el comienzo nos llevábamos bien,  Michael era tal veztan semejante a mí, que chocábamos de todas las formas, por todas las razones y todo el tiempo; la amistad entre ellos no acabó cuando nosotros empezamos a salir, ya que llegamos al acuerdo que repartiríamos el tiempo y pues el trato dejó buenos resultados, nosotros preferíamos no interactuar y David apoyaba nuestra idea, el ambiente era mejor así. No nos encontrábamos mucho pues él dejó los estudios al cumplir los diecisiete años, dedicándose al modelaje en la misma agencia que mi novio, salió un tiempo con Leonor pero luego de unos meses la relación acabó, creo que sencillamente no eran el indicado para el otro porque después de todo ambos lo superaron más rápido de lo que creía.

Me arreglé el pelo , en realidad hice el intento, ya que los rulos en mi caso son difícil a veces de manejar; mi pelo es ondulado y solo en las puntas se forman unos que otros rizos, hoy era uno de esos días que despiertan "distintos", como si tuvieran vida propia, mi pelo estaba más rizado, más rebelde y más voluminoso ¿la mejor solución?, amarrarlo.

Me recosté en la cama, tomé un libro y empecé a leer. Las horas vuelan, mas aun cuando estás tan metida en las cosas, miré mi celular y me dispuse a llamar a Laila.

- Hola, ¿estás ocupada?-

- No, tranquila, estoy camino a casa, salí hace poco de ensayo-

- ¡Tan tarde! - Admiraba la dedicación y todo lo que ponía de su parte por mejorar.

- Sabes que me preparo mucho antes de la competencia ¿estás enferma? es que te escuchas algo...

- Cansada- interrumpí - solo he dormido mal , no te preocupes-.

- ¡Oh! ¿otra vez? ¿no has probado tomar algo que te ayude a dormir?-.

- No, creo que solo es cosa de tiempo, debo relajarme más-.

- Creo que sí, ya Amira debo cortarte, estoy llegando a casa y por la hora debo terminar la tarea para mañana y dormirme luego, nos vemos, besos nena-.

- Mier... - había olvidado la tarea - creo que también debo cortar para hacerla que ya la había olvidado y quiero dormirme temprano , besos querida-.

Como lo había pensado, la tarea era más larga de lo esperado ¿en qué minuto se me había olvidado hacerla? Tomé mi libro y comencé lo más rápido posible, por lo visto no terminaría luego.

Richard subió con la cena y tras un diminuto regaño y una de esas "charlitas" de responsabilidad, me dejó la bandeja con la cena al costado de mi escritorio en la que estaba sentada, estuve hasta cerca de las doce de la noche despierta y ya cuando el sueño me vencía, logré terminar todo y al fin acostarme.

El chico de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora