-Hola Laila, tenía una llamada tuya perdida en mi celular, ¿cómo has estado?-pregunté al momento que me contestó.
-Hola linda, sí, te llamé porque quería saber de ti ya que hace tiempo no nos vemos- dijo sonriente- yo ya he terminado mis exámenes finales así que empecé mis vacaciones de verano, ha sido un año agotador- se notaba cansada pero a su vez emocionada.
- Que suerte la tuya, yo recién empiezo esta semana mis exámenes, mi universidad sale después de la tuya y eso que entramos en la misma fecha - sonrío- además estoy algo nerviosa pues la otra semana me llamaron porque tengo que tocar dos canciones en la gala de música del grupo de la ciudad, solo los mejores iremos, vienen músicos de todo el mundo y debo interpretar dos canciones, ¿puedes creerlo?-.
-Ojalá te vaya bien en tus exámenes, ¿sabes qué cosa tocarás?-.
-No aun no, o sea tengo una mente pero la otra todavía no la decido, esta semana lo veré-.
-Bueno de ahí hablamos, cuándo y a qué hora será para ponerme de acuerdo con las chicas para irte a ver y obvio que con Adam también-.
-Bien, no lo olvidaré, cariños para ti y para él, nos vemos, adiós linda-.
-Adiós amiga-.
-¿Quién era? - me preguntó Jason que estaba enfrente mío.
-Adivino- sonrío, él también hace el mismo gesto- Laila- decimos al unísono y reímos durante un momento.
-Ves, lo sabía, ¿ya que vas a pedir?- dijo mientras el camarero se acercaba a nosotros.
-No lo sé, tú me has invitado a cenar, sorpréndeme-.
-Okey, déjamelo a mí-.
A pesar de todo Jason era un chico increíble, habíamos vuelto a conversar hace un tiempo atrás y a salir a citas hace unos dos meses, cuando me di cuenta que era momento de darle una oportunidad, a pesar de ello el siempre me respetaba, nunca había intentado ir más allá y yo tampoco, supongo que era porque él sabía que aunque ya había pasado más de medio año en que había terminado con mi ex novio Félix, no había podido olvidar todo el daño, sabía que temía enamorarme otra vez, que aun no quería ninguna relación y en verdad admiraba su paciencia, yo se lo había dicho de un principio, él solo me había contestado: "tranquila, iremos de a poco, yo lo entiendo" y creo que eso fue lo que me hizo aceptar salir con él, no cualquiera te entiende ni tampoco acepta ir a un ritmo lento, menos aun los chicos de hoy en día, Jason era de los pocos. Aun no podía olvidar a Félix, pero con detalles Jason había sabido conquistar mi débil corazón, quizás en un tiempo podríamos llegar a algo más, pero aun no se podía, aun yo no podía. A papá le encantaba, decía que era un gran hombre con un gran futuro pues era un chico muy completo, le iba excelente en la universidad y además era un gran atleta, tenía una beca por ser una gran nadador, tenía muchos "records" de velocidad a su corta edad, lo veían como un futuro competidor olímpico de nuestro país. Como persona también era muy bueno, era educado y esforzado, su economía familiar no era buena, para ayudarlos él trabajaba en sus horas libres, me encantaba su forma de ser y era muy bueno que se llevara bien con mi padre.
Llegué a casa y me despedí de Jason, aun no nos habíamos besado pero yo creía que las cosas iban bien así, tenía miedo de apresurar las cosas, confiaba en él pero aun así no podía seguir normal después de todo, yo jamás volvería a ser la misma después de lo sucedido. Entré a casa y tras darle las buenas noches a mi padre me fui a dormir.
Había pasado tanto tiempo que los poderes habían llegado a mí que ya había aprendido a controlar los sueños, aunque nunca había intentado ir a otro mundo desde aquella última vez, pero simplemente aun no deseaba intentarlo. En mis sueños había explorado diferentes lugares, intentando no ir a los anteriores en dónde él me pudiera encontrar ni tampoco yo pudiera recordarlo, era mejor dejar el pasado completamente atrás, pues de esa forma todo sería más cómodo en mi vida, más ahora que estaba intentando rehacerla. Ahora interactuaba con las personas de mis sueños, de esa forma hacía mis noches más entretenidas, sabía que los demás no lo veían igual que yo. Una vez había ido a visitar a Leonor a sus sueños y al otro día me había llamado para contarme todo, claro que yo ya lo sabía pero actué como si hubiera estado sorprendida. En mi vida tanto con ella como con Marcia nos juntábamos de vez en cuando, ya que era difícil cuadrar nuestros horarios; Leonor trabajaba en una revista juvenil como modelo pero en una diferente a la que había estado antes, desde que había roto con David había decidido alejarse completamente de él; en cuanto a Marcia, trabajaba en la misma revista que Leonor pero no como modelo sino que como escritora, estaba a cargo de la sección de "maquillaje y accesorios de moda", tenía un gran talento, daba excelentes consejos, lo que nos había causado una gran sorpresa a todos ya que siempre había sido la que menos opinaba, ella siempre había sido la más tímida, quizás el anonimato la hacía tener más confianza; en cuanto a David nunca supimos nada más, se había mudado a otra ciudad y nunca más lo vimos.
Esa noche mis sueños se situaron en los Alpes, durante todo el tiempo lo estuve escalando, por lo menos fue entretenido.
Al despertar desayuné junto a Alicia y Richard, luego me fui a clases, di mi primer examen en el cual me fue tan bien como lo esperaba, esta sería una larga semana de evaluaciones y arduo trabajo en el piano para el fin de semana, era mi primera presentación realmente importante.
La noche antes de ese gran día algo muy extraño sucedió, estaba en alguna ciudad japonesa cuando sentí su voz, el miedo me invadió ¿podía ser capaz que me hubiera encontrado?, viajé lo más lejos que pude entonces llegué a un lugar que no supe reconocer, caminé intentando encontrar alguna referencia pero en ese lugar no había nadie.
-¿Amira?- me giré y lo vi.
-¡Ángel! - dije sorprendida e intenté escapar.
-Por favor, no te vayas, sé todo de ti, sé que eres de otro mundo y todo lo demás, he intentado dar contigo hace mucho tiempo, al fin lo he logrado- dijo feliz- ahora necesito que me escuches-.
-Bien- dije dándome por vencida- te escucho-.
-Amira, Félix no te dejó porque no te amara, su hermana los había visto besarse, sabía lo de ustedes y amenazó a Félix en contarle todo a Jennifer, él solo intentó protegerte-.
-¿Protegerme?¿de qué?-.
-De Jennifer, si ella se enteraba los alejaría y eso les iba a causar una gran dolor a ambos-.
-Pero si eso pasó, nos alejamos- dije furiosa sin poder frenar las primeras lágrimas.
- Amira entiende, él te lo quiso explicar pero tú arrancaste esa noche, él te ha buscado durante mucho tiempo, en cada sueño, él te ama, está destrozado-.
-Aun así, yo no podía haber aguantado la falsa relación, era tiempo de darle término, jamás podríamos estar juntos, ya no importan las razones, las cosas están en lo correcto así-.
-No te cierres- me gritó- aun lo amas ¿no es así? y él también lo hace, no puedes pasar una vida escapando-.
-Que importa si lo amo, que importa que me ame, las cosas son así, somos prohibidos, el destino estaba así escrito desde antes que nosotros naciéramos y si quiero puedo vivir tranquilamente escapando, puedo vivir mintiéndole a mis sentimientos, puedo vivir así porque ya lo estoy haciendo y las cosas han resultado mucho mejor-.
-Él está sufriendo igual que tú- dijo ya más calmadamente-escucha la canción "The Scientist" la ha tocado varias veces, sé que te la dedica, lo ha dicho varias veces- tras eso desapareció.
Una vez que desperté escuché la canción que me había dicho con atención, me dolía cada cosa que decía ¿qué tan verdaderas eran esas palabras?.
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El chico de mis sueños
Romansa¿Existen límites para el amor? ¿Cuánto cuesta hacer realidad un sueño? Estas son dos preguntas que se hará durante toda la historia Amira, una joven chica que está a punto de cumplir sus dieciocho años y que a pesar de un difícil pasado tiene un tr...