¡Qué empiece la guerra! ©

》EXTRA 1

Cinco meses más tarde.

Sonrío ampliamente mientras me miro al espejo. Mi cabello está recogido en en moño arreglado, el velo de novia cae sobre mi cara y mi vestido largo, un poco ajustado y blanco me queda de maravilla.

Froto mis manos con nerviosimo, ese tic no se me va a quitar en la vida.

Hoy es el gran día.

—¡Laura, vamos! Ya vas media hora tarde. —Grita Ela. Su barriga ha crecido muchísimo y ya no le viene su ropa antigua, además sabemos que el bebé será niña. Sus emociones son como una montaña rusa, a veces me da miedo hablarle por si se echa a llorar. Sólo Ángel parece saber calmarla.

Termino de ponerme mis tacones y sigo a Ela, que se monta en el coche para llevarnos a la iglesia. Ángel será quien me acompañe al altar.

—¡Laura! —Grita Ela haciendo que brinque sobre mi sitio y me golpee con el techo del coche.

—¿¡Qué!?

—Es que no me respondías y me asusté —Pone sonrisa inocente—. Te estaba diciendo que si te arrepientes siempre podemos fugarnos y cambiarnos el nombre a Pepa y Juana.

La miro como si le hubieran salido dos cabezas, pero paro al instante por si se echa a llorar. La última vez casi inunda la casa.

—Ehm... es una idea... maravillosa, Ela pero yo estoy enamorada de Lysander y sé que quiero casarme con él.

Ella sonríe feliz y parlotea sobre mi vestido y sobre lo guapo y sexy que debe verse mi hermano en traje. Esto último me hace arrugar la nariz con disimulo.

Aparca frente a la iglesia. Inhalo fuerte para calmar mis nervios, salgo del coche y camino decidida hacia la iglesia.

Como no, he llegado una hora tarde a mi propia boda así que nada más llegar yo, empieza.

Agarro el brazo de Ángel y juntos caminamos hacia el altar en donde Lysander ya se encuentra junto a su padre.

Cuando me ve, sus ojos se iluminan, nos sonreímos y mis mejillas se ponen tan rojas como el pelo de mi mejor amiga. El rubio mueve los labios sin hablar mascullando "cereza". El bullying amoroso hacia mis mejillas no parará ni el día de nuestra boda. Le saco la lengua disimuladamente y veo como él contiene una carcajada.

Finalmente, me paro frente a él y Ángel se va a sentarse al lado de Ela.

El cura habla de muchísimas cosas que mi mente no puede procesar por el nerviosismo. Miro hacia los bancos para ver a los Ambrose, a mis amigos, a todos los que me quieren. Ellos son el pilar de mi vida, sobretodo Lysander, que por cierto está dando toques insistentes en mi mano. ¿Qué es lo que le pasa?

Lo miro con cara de wtf y él hace un gesto con su cara hacia el cura. Mierda, seguro que me ha dicho algo que no he oído.

—Perdón, no escuché la pregunta. —Murmuro flojo. A Lysander se le escapa una carcajada que oculta con tos.

El cura se aclara la garganta y repite la frase:

—Laura Torres, ¿aceptas a Lysander Ambrose como futuro esposo en lo bueno y en lo malo?

—Acepto. —Las comisuras de mis labios se elevan formando una sonrisa.

El cura dirige su mirada hacia Lysander.

—Lysander Ambrose, ¿aceptas a Laura Torres como futura esposa en lo bueno y en lo malo?

—Sí, acepto.

Sonrío ampliamente sintiendo como me relajo. Ela nos trae los anillos llorando a mares. Cojo el de Lysander y se lo coloco antes de que el desastre pelirrojo los pierda. Él parece pensar lo mismo que yo porque lo hace igual de rápido.

—Ya puedes besar a la novia.

No hay que decirlo dos veces. Lysander me levanta del suelo cargandome y me besa con efusividad. En ese momento se me olvida todo: el cura, la iglesia, la boda, la gente...

El cura se aclara la garganta mientras trata de no reírse y entonces nos separamos.

La boda termina y todos se levantan para felicitarnos. La iglesia se va vaciando porque la gente se va a la celebración que hemos planeado durante estos cinco meses.

Los últimos somos Ela, Ángel, Lysander y yo.

—Ha sido una boda preciosa. —Comenta Ela sonándose los mocos.

—A ti te habría parecido preciosa aunque la hubiéramos hecho en un contenedor. —Se burla Lysander.

La cara de Ela enrojece graciosamente. Se para frente a Lysander de brazos cruzados para decirle un par de cositas cuando empieza a salirle agua de lados desconocidos mojando los zapatos y tobillos de Lysander.

Mi esposo se aparte rápido con una mueca de horror, pero nadie supera en horror a Ela.

—¿Qué narices? —Grita Lysander. Ángel está pálido— ¿Eso es pis o llevabas agua escondida en las bragas?

Estoy a punto de decirle que eso es una estupidez, pero Ela me interrumpe gritando fuerte y haciendo que agarre a Lysander.

—¡ACABO DE ROMPER FUENTE! —Mira a mi hermano que está petrificado todavía— ¿QUÉ NARICES HACES AHÍ PARADO, IMBÉCIL? AYÚDAMEEEEE, IDIOTA.

Ángel sale de su estado de shock y la carga. Corren hacia el coche que antes llevaba Ela y nos subimos con ellos para acompañarlos al hospital. Ya iremos luego a la celebración.

La pelirroja grita durante todo el camino. Con cada grito, Ángel se pone más pálido, Lysander pone más cara de horror y mi mano muere más de los apretones que me da la embarazada.

Al cabo de un rato llegamos al hospital. Parecía que no fuéramos a llegar nunca.

Ángel vuelve a cargar a Ela y nos adelantan. Entran y rápidamente, atienden a mi mejor amiga con urgencia.

Lysander y yo solo podemos quedarnos en la sala de espera porque sólo dejan pasar a mi hermano. Hago una llamada rápida a Marie para ponerla en situación y que nadie se vaya de la fiesta.

—¿Cómo crees que llamarán a la niña? —Pregunta Lysander tomando mi mano.

La gente a nuestro alrededor nos mira raro porque claro, no todos los días se ve en la sala de espera de un hospital a una novia con vestido nupcial y pelos de loca y a un novio en traje con la chaqueta arrugada, la cara pálida y mojado de rodillas para abajo.

—No tengo ni idea —Respondo finalmente—. Intenté ir de chismosa, pero no me contestaron.

Una hora más tarde, nos dejan pasar a ver a una cosita pequeña pelirroja con los ojos de Ángel.

Ela y Ángel no pudieron ir a la comida porque necesitaban hacer pruebas a la niña y a ella pero les guardamos un trozo de tarta.

***

¡Hola, guerreros! Ya tenemos aquí el primer extra con boda #Lausander y bebé #nolosé. (Sigo sin saber hacer ships.)

Y... una vez más os he dejado con la intriga de algo. Soy la escritora más mala del mundo, peeero don't worry, en el siguiente extra se sabrá el nombre de la niña alias segundo desastre pelirrojo o desastre pelirrojo 2.0.
Hasta prontooo.💛