Edad: Harry (6 años) y Louis (8 años)
Harry se había sentido demasiado triste ese día. Louis estaba enfermo de varicela, y tenía estrictamente prohibido visitarlo.
ANNE: Hijo, no puedes visitarlo, puedes contagiarte-le decía de nuevo luego de algunas miradas de perrito herido.
HARRY: No me importa mami-dijo abrazando a Doofy mientras miraba el piso, dando su último intento.
ANNE: ¿Quieres estar lleno de ronchitas que te rasquen?-quería que se diera cuenta de lo que le pasaría.
HARRY: Me rascare con Louis-diciendo eso, hace que a su madre se le encoja el corazón-, déjame ir mami. Debe sentirse solo.
Anne viendo el suplicante verde en los ojos grandes de su pequeño hijo. Tuvo que decir que sí. De todas formas en algún momento la tendría. Cuando llegaron al cuarto de Louis. En el momento en el que Harry abrazo a Louis en su cama, Anne hablo con Louis para que supiera que tenía su aprobación y quitara de a poco su carita de horror.
LOUIS: Harry, pero vas a contagiarte-dice tocando su cabello rulado.
HARRY: No quiero que estés solo. Eres mi mejor amigo-dijo mientras depositaba un cálido beso en la mejilla del mayor.
LOUIS: Creo que curare rápido si sigues dándome besos-dijo Louis mientras se sonrojaba.
Harry luego de oír aquello, no pudo demorarse mucho en poner manos a la obra en consentir a Louis. Harry le traía agua, le leía sus libros favoritos de una manera muy tierna porque todavía no lo hacía del todo bien, lo acompañaba a ver sus películas de acción infantil favoritas, aunque Louis sabía perfectamente que Harry las detestaba. Fue algo raro porque Harry no enfermaba, y luego de varios días, Louis comenzó a mejorar y Harry por fin comenzó a mostrar síntomas de que estaba enfermo.
Y Louis con mucho gusto lo cuido. Y vio, por supuesto, todas, TODAS, las películas de "Barbie" junto a él. Un día antes de que Harry mejorara y estaban viendo por elección de los dos "Shrek" Harry soltó por lo bajo:
HARRY: (en un susurro) A veces eres un ogro conmigo.
Louis obviamente alcanzo a escuchar, pero no fue capaz de decir nada. Y cuando termino la película, abrazo a Harry y le dijo:
LOUIS: Siento ser un ogro contigo Harry.
HARRY: Eres el ogro que se ha convertido en un príncipe, Lou. Porque me proteges siempre.
LOUIS: Así es, es todo un placer su majestad.
Le dijo mientras se arrodillo frente a él, besando su pequeña manita. Haciendo que Harry se sonrojara y comenzara a reír.
Días después, Harry quiso ir al parque, quería entender el juego que tanto apasionaba a Louis: El futbol. Aunque él no era demasiado bueno, quería intentarlo por él. Sentía que si se involucraba un poquito más podría sentirse más unido a él cuando venían sus amigos y no sentirse un poco raro.
Cuando comenzaron a jugar, Harry se sentía como un pez fuera del agua, perdido y sin oxígeno de tanto correr tras la pelota, que sentía que lo único que hacía era huir de él. Enojado consigo mismo alcanzo a percibir que Louis hizo un pase con el balón para que Harry tuviera la oportunidad de anotar un gol a la ya vacía portería, este se lanzó con todo su esmero hacia la ya rodante bola, pero los pies izquierdos de Harry hicieron que su pequeña y rosada boquita fuera a parar al duro pavimento.
Harry en el momento de la conmoción no sintió dolor, pero al momento de sentarse, no pudo contener los grandes lagrimales que salían de sus ojos. Louis llego corriendo hacia él, no hablo mientras se sentaba junto a Harry, toco su espalda en señal de que no hipara tanto que se ahogaría, mientras este intentaba calmarse, Louis se acercó y toco la mojada cara del pequeño. Y suavemente lo atrajo hacia sí. Y planto un pequeño e inocente beso en su labio inferior roto. Harry no se removió, ni se sobresaltó por el dolor. Él quería quedarse así para siempre. Pero entonces, Louis se separó.
LOUIS: Un beso de amor para su majestad.
Luego de eso, ayudo a que Harry se levantara y fueran a casa a que Anne pudiera tratar la herida. Harry aunque le dolía el labio, no podía dejar de sonreír. Cuando Anne pregunto por la razón, Louis reacciono inmediatamente haciéndole señas a Harry que no dijera nada. Y el inmediatamente comprendió, que era uno más de sus preciados secretos, y el obviamente lo guardaría con fervor en su corazón.
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A Life With You | Larry Stylinson
RomanceDos niños. Dos adolescentes. Dos adultos. Louis y Harry. Una pareja imparable e inolvidable. Un amor que podría no tener final. Por que hay historias que pueden probarte que el amor para siempre, si existe.