#1O

41 4 6
                                    

(NG):

A la mañana siguiente recordé la pelea que habíamos tenido por defender a Alison, también recordé que ahora ella tenía mi número telefónico y deseaba que me llamara alguna vez, aunque aquello era muy inquietante pues cualquier llamada que entrara, llamada que esperaba fuera de ella. Sabía que Paul y John estarían igual de entusiasmados, todos queríamos ser "el elegido", yo personalmente, deseaba intensamente ser el hombre al que ella quisiera ver todos los días.

(NA):

Bien, tenía los números telefónicos de tres chicos que ahora se habían convertido en mis amigos, me resultaba un poco difícil de saber si Stuart también quería ser mi amigo o si estaría a disgusto conmigo todo el tiempo, no era mucho de mi importancia pero quizás era bueno saberlo. Lo importante ahora y que llenaba mi mente por completo era mi futura "no cita" con Ringo, a final de cuentas creí que era más conveniente si sólo lo invitaba a caminar por ahí y platicábamos más, estaba tan entusiasmada que se me vino a la mente comprar ropa, un vestido, zapatos lindos, un perfume nuevo para agradarle, sí, él me importaba y quería hacer las cosas bien; pasé gran parte de mi ducha y desayuno fantaseando con la plática que tendríamos, qué quería saber de él e incluso me imaginé besándolo, sabía que era demasiado pronto para todo aquello, pero era un chico adorable que me había cautivado a la primera: su sonrisa, sus ojos, su voz y un la ligera torpeza de sus movimientos al bailar; caballeroso y tierno, rebelde en ropa, peinado y botas, pero adorable de corazón.

Como también había conseguido su número de manera "clandestina" me decidí a llamarlo, aunque la primera vez que me habían contestado colgué por los nervios que me comían viva; tomé valor y volví a intentar.

-¿Diga?- era una voz femenina, parecía ser su mamá

-Oh... buenas tardes ¿se encuentra Ritch... Richard?- "¿Ritchie?"¿en serio pensaba llamarlo así ante su madre?"

-Claro ¿quién lo busca?

-Alison Brand

-Un momento- aquel primer paso no había sido tan difícil pero escuchar el silencio del otro lado me hacía llenarme de muchos nervios, tuve que respirar hondo porque mi respiración iba demasiado rápido

-¿Hola?- ahí estaba, su dulce voz

-Amm... eh... hola Ringo, soy Alison

-Hey, Al, ¿cómo estás?

-Bien, muy bien a decir verdad... oye, recordando que habíamos quedado en salir, quería saber si... quisieras ir a caminar conmigo en un par de horas, a cualquier lugar, creo que es mejor que ir a engentarnos a un bar.- jugaba con el cable enroscado de mi teléfono y movía mucho mis pies, quién diría que a la chica voluble la pondría nerviosa un narigón de ojos azules.

-Claro, encantado, ¿paso por ti?

-Sí, estaría genial

-Muy bien a las cinco estoy en tu casa

-Perfecto, a las cinco entonces

-Bien, me apresuraré a ponerme algo presentable- dijo riendo

-Lo que sea está bien, Ringo, siempre luces bien... amm... nos vemos entonces

-Hasta el rato... bye- ambos colgamos y sonreí ampliamente, no podía esperar y tenía muchas esperanzas en esta salida.

Una vez dadas las cinco de la tarde bajé a esperar la llegada de Ringo en mi sala tal y como lo hacía con Rory, tuve unos minutos extras para ver qué tal estaba mi peinado; mientras estaba frente al espejo el timbre sonó y caminé rápido a la entrada. Suspiré y traté de abrir la puerta lo más tranquila posible.

Honey PieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora