𝕰𝖕𝖎𝖑𝖔𝖌𝖔.

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La nieve crujía bajo sus pies ese día en especial había amanecido mucho más frío, desde ayer había comenzado a nevar más fuerte y según los pronósticos seguiría de la misma forma por unos cuantos días más. Resopló molesto mientras se ajustaba la bufanda que cubría la mitad de su rostro, no es que no le gustara el invierno, al contrario le resultaba hermoso ver cómo la blanca nieve cubría a todo a su paso. Pero él era un licántropo por mucho que le gustara lo blanco de la nieva. Disfrutaba más los días soleados en los que puede correrte por el bosque por horas y sentir la tierra bajo sus patas, y absorber la calidez que esos días le proporcionan, esa calidez que se esfuma con la llegada del invierno. Y ocasiona que su corazón se sentía más frío.

Se internó en el bosque y siguió el familiar camino que conducía hasta la mansión del lago, aún le parecía increíble que vampiros vivieran con ellos en el pueblo, aún recuerda años atrás cuando Hyunwoo se lo dijo, Wonho se había reído pensando que era una broma de su parte pero al ver el semblante del otro comprendió que no era una broma. Luego de eso le presento a los vampiros.

Se sorprendió que Hyunwoo fuera tan cercano a ellos y más cuando descubrió que Jooheon también lo era. Al principio Wonho se mantuvo al distante y apenas cruzaba palabras con ellos, debido a que su desconfianza era más grande, los miraba como enemigos y se mostraba casi huraño con ellos. También los hermanos Yoo hacían que él sintiera una extraña sensación de anhelo, y eso lo inquietaba.

Pero según fue pasando el tiempo las cosas fueron cambiando, terminó llevándose bien con los vampiros, tal y como ellos le decían eran diferentes a los de su especie, los vampiros eran seres orgullosos y sin escrúpulos, pero ellos le demostraron que no era igual a los demás y Wonho confío en ellos. Y más aún cuando el menor de ellos le horneaba deliciosas galletas.

Se detuvo a observar el lago que ahora estaba cubierto por una gruesa capa de hielo, siempre cuando visitaba la mansión una extraña pesadez se colaba dentro de él, creyó que con el pasar del tiempo desaparecía pero no sucedió siempre se mantenía. Y se intensifica más en esas épocas. En las cuales su corazón se volvía más frío. Y no sabía cuál era el motivo.
Apartó la mirada del lago y siguió con su camino hasta llegar a la entrada de la mansión. No sé molesto en tocar, simplemente abrió la puerta.

Se despojó de su abrigo y bufanda para quedar solo en el grueso jersey negro que llevaba puesto, no escuchó voces en la sala por lo decidí buscar en la cocina. Mientras sacudía la nieve que había caído sobre su cabello. Pero fue interrumpido por el sonido de pequeñas pisadas correr por el piso de madera.

—¡Tío Hoho!—chilló el pequeño Hanyun, para luego saltar sobre él—. ¿Sabes que día es hoy?

Wonho tomó al niño de cabello castaño entre sus brazos, quien se aferró a su cuello con sus pequeños bracitos. Una sonrisa se formó en su rostro al ver la emoción del pequeño.

—¿Acaso no es viernes, Hannie?—le preguntó de manera perezosa.

—¡No!—dijo el pequeño haciendo un puchero que derritió el corazón de Wonho—. Hoy es mi cumpleaños ¿Como pudo olvidarlo, tío? Ayer se lo recordé.

—Como podría olvidar el cumpleaños de mi sobrino favorito—Aún con Hannie en sus brazos camino hasta la puerta donde había dejado el regalo que le había comprado. El pequeño había pasado diciendo que quería una cámara, desde que había visto en las caricaturas a un niño que tomaba fotos de las aventuras que tenía. Hanyun se había obsesionado con tener una igual, así que Wonho se había dado a la tarea de buscar una cámara que fuera acta para niños y para su suerte encontró una con diseño de ositos que prometía resistir caídas y golpes moderamos—. ¡Feliz cumpleaños, Hannie! Aún no puedes abrir tu regalo. Debes esperar para abrirlo junto a los otros.

Blood [HyungWonho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora