-¡Oye preciosa ya baja!
Kagome escuchó el grito de su amante y sonriendo usando solo una camisa ancha cubriendo su desnudez bajo las escaleras y llegó a la cocina, observando al moreno desnudo de la cadera hacía arriba.
-¿Desayunas?
-Claro - Kagome se sentó en la silla frente a la mesada de la cocina y tomo un vaso con zumo de naranja.
-Listo - le dejo un plato con huevos revueltos y tocino. Luego puso la cafetera en la mesada.
-Que servicial- Kagome le agradeció con un beso lento en los labios.
-¿Cuándo vuelven los chicos? - minutos después de desayunar en silencio Bankotsu hablo.
-Mañana después de la escuela, hoy en la noche vendrán las chicas después de mí turno y haremos...noche de chicas- canturreeo Kagome blanqueando los ojos.
-¿Pijamada? -sonrió coqueto - te prefiero sin nada...
-Cállate pervertido- Kagome lo empujo riéndose.
-Espero y te liberes un poco, estás muy estresada - Bankotsu se puso de pie y le masajeo los hombros, espalda y omóplatos.
-Está semana fue estresante...
-Entonces, aprovecha está noche y que mañana no tienes turno para volver a tu ritmo hermosa...- le beso la mejilla - me voy, tengo una cirugía que dirigir - tomo una camisa azul reposada en el espaldar de la silla y se la puso.
-Adios - Kagome le agito la mano desde la puerta de su casa despidiéndose de su pareja/amante.
-Nos vemos, te amo- exclamo el moreno sabiéndose en su mercedes y partiendo hasta el hospital.
Kagome no respondió. "Te amo", esa palabra no le había vuelto a decir a nadie más que a sus hijos, al último hombre que le dijo esas dos palabras había sido a Inuyasha. Cinco años habían pasado y aun lo amaba, tal vez no como antes pero lo hacía, a sus hijos lo amaba y a Bankotsu solo lo quería.
Hacía más de 10 meses que había empezado a salir con su compañero de trabajo, colega y amigo, después de tanta insistencia de parte de él y también por su propia necesidad de sentir a un hombre satisfacerla sexualmente, sí...su relación empezó con ese propósito, pero más adelante se formalizo entre ellos. Pero era como ser amantes, su relación estaba oculta menos de sus amigos más cercanos.
Para hacer su relación oficial, oficial tenía que hablar con sus hijos. Moroha y Daichi veían a Bankotsu como un tio o un amigo de la familia tal vez no sería tan difícil el que lo aceptarán como su pareja y futuro padrastro de ellos...tal vez.
No, todo era difícil. Su hija la odiaría más que ahora y su pequeño Daichi cambiaría su comportamiento con ella al haberse sentido traicionado.
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Ahora sí, Para Siempre (TAM#3)
Fiksi PenggemarTercera y última parte de la saga TE AMORODIO (TAM) Ahora divorciados, Inuyasha y Kagome continuaran con su vida en adelante, ambos ya adultos y con dos hijos. Moroha de 16 y Daichi de 11. Está vez nuestros protagonistas pasaran por su divorcio, la...