Ahora sí, Para Siempre (TAM#3)

18) O

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Hace 5 años atrás.

Kagome abrió la puerta de la casa en dónde ella y su familia vivían, como de costumbre el silencio del interior la envolvió, sus hijos ya dormían.

Suspiro cansada del trabajo y de no poder ver a sus hijos. En toda la semana no se habían visto, ella siempre llegaba en la madrugada y sus pequeños hijos dormían y en el día su amado esposo no la despertaba y la dejaba descansar haciéndose cargo él del desayuno de los niños y de prepararlos para su partida hacia la escuela.

Gracias a Dios que ya empezaba el fin de semana y podían pasar esos dos días juntos.

Ser médico te quitaba un monton de tiempo con la familia y más si no sabías organizar el tiempo,  y ella no lo podía organizar. Solo unos meses más y dejaría la sala de emergencia para pasar a la sección de cirugía, ahí ya tendría más tiempo para compartir con sus hijos y con su amado esposo peli plata.

Dejó su mochila en la entrada y su campera y empezó a subir las escaleras, como hacia siempre, abrió la puerta de la habitación de sus hijos chequeando que estuvieran tapados y durmiendo. Sonrió al verlos disfrutar de su descanso temporal. 

Entro a su habitación y suspiro al encontrar a Inuyasha durmiendo de su lado habitual de la cama dejando el suyo libre, esperándola como siempre.

-¿Inu? - se acostó en la cama aún con su uniforme médico le empezó a dar besos en sus labios y en sus mejillas -Mhmm...- después de unos segundos de insistir, adormilado Inuyasha correspondió a sus besos.

-Hola cariño - sonrió con los ojos cerrados.

-Te extrañe...- lo beso otra vez.

-Sí, yo igual cariño - le correspondió otro beso y luego frunció su ceño - hueles a alcohol amor...

-Lo sé ¿Quieres bañarte conmigo? - uso su tono coqueto, haciendo uso de su mano traviesa metiéndola por debajo de la camiseta de su esposo tocando su caliente piel de la espalda baja.

-Mañana cariño, hoy fue un largo día y estoy seguro que tú estás peor que yo - Inuyasha detuvo el recorrido de la mano de su esposa, al fin abriendo sus ojos y observándola con su mirada ámbar en medio de la oscuridad.

-Agh...bien - Kagome blanqueo los ojos y se levanto de la cama, sin decir más se adentró al baño que tenían dentro de la habitación. 

Sí estaba cansada, pero hacer el amor con su esposo le repondria las energías, hacía semanas que no tenían intimidades y ya lo extrañaba, ya lo necesitaba.

Se puso bajo la regadera recibiendo el agua tibia, relajando sus músculos y haciéndola suspirar de placer. Escucho la puerta del baño abrirse más de lo que ya estaba, Kagome miro la silueta por encima del cristal que dividía la ducha del baño.

Su intimidad empezó a cosquillar, Inuyasha había entrado y observaba encima del cristal como empezaba a desvestirse.

-¿Sigue en pie tu propuesta cariño? - Inuyasha abrió la puerta de cristal, el cuerpo de Kagome tembló de la emoción sabiendo lo que vendría.

-Entra ya.

A penas al entrar la tomo en sus brazos y con desesperación la alzo y la empotro contra los fríos azulejos, Kagome gimió enganchando sus piernas alrededor de las caderas de Inuyasha y sintiéndo sus sexos desnudos tocarse.

Kagome jadeo e Inuyasha gimió al hundirse en la intimidad húmeda, el placer de ser recibido con tanta anhelacion e impaciencia encendía Inmediatamente su lujuria y deseo pidiendo cada vez más.

Se besaron, se abrazaron y se tocaron haciéndose sentir cuánto se habían extrañado y cuánto todavía se seguían amando.

Bajo el agua tibia y con las paredes de azulejos se demostraron una vez más cuánto se hicieron falta y cuánto era lo mucho que se amaban.

°°°

-Oh carajo...- murmuro Kagome atonita viendo la prueba de embarazo en sus manos, con su mano temblando las puso junto con las otras cuatros en el lavador de mano del baño.

Estaba nuevamente embarazada, y según esa prueba inteligente tenía más de 8 semanas.

Claramente la concepción de su futuro hijo o hija era de su encuentro con Inuyasha en ese baño en la madrugada cuando apenas llegaba del trabajo.

Escucho la puerta de la habitación abrirse y cerrarse, tenía que decirle a Inuyasha, un tercer hijo estaba en camino.

-¿Cariño? 

-¡En el baño! - grito para que viniera. Escucho sus pasos y luego su presencia detrás de ella - Inu...

-¿Mhmm?

-Mira - Kagome se movió y le dejo el lavador de manos libre, con un movimiento de cabeza le dijo que se acercará.

-¿Pruebas? Estas...

-Estoy embarazada - murmuro Kagome emocionada, tener otro hijo solo sería un milagro más para ellos como pareja y familia.

-Otro hijo...-Inuyasha se giro y abrazo a su esposa feliz, transmitiendole y recibiendo felicidad - Otro bebé...- puso su mano en el vientre de su mujer que se podía sentir una, a penas perceptible, lomita. Anhelando pronto ver esa pancita de embarazada de su esposa.

-Vamos otra vez - se besaron con amor, felices por la vida que crecía en el vientre de su hermosa azabache.

-Vamos otra vez...- se volvieron a abrazar-  tienes que hablar con Hiten...

-Sí, lo haré hoy después de mis rondas - Inuyasha la miro con reproche- vamos, hoy será mi último día de trabajo amor-  pidió Kagome.

-Ah, está bien. Pero ten cuidado cariño - advirtió Inuyasha.

-Siempre lo tengo. Le diremos a los niños pronto...

-Sí, y a la familia igual - recordó Inuyasha.

-Agh...tú madre me va a volver ha acosar - se quejó Kagome - y mí papá te recordará el uso de un preservativo.

-Eh...- se encogió de hombros- estoy acostumbrado ya.

-Te amo Inu...

-Te amo cariño - la beso largamente-  y a ti también ya te amo - se inclinó hacía el vientre de Kagome levantando su blusa y dándole un beso - te amo mi futuro hijo...

°°°

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En el próximo capítulo seguiremos con la revelación del divorcio mis queridos.

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