Tercera y última parte de la saga TE AMORODIO (TAM)
Ahora divorciados, Inuyasha y Kagome continuaran con su vida en adelante, ambos ya adultos y con dos hijos. Moroha de 16 y Daichi de 11.
Está vez nuestros protagonistas pasaran por su divorcio, la...
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-Los primeros meses comerá todo lo que odia y dejará lo que le gustaba. Kagome en ambos embarazos le daba asco las papas fritas y tu sabes como le gustan esas frituras.
-Oh sí, nos amenaza en el trabajo, que nadie toque su paquete de papas en la sala de descanso...da miedo - dijo Hiten anotando en una libreta que Inuyasha le había regalado.
-Oye, yo también soy padre y Sango también estuvo embarazada ¿Por qué no me preguntas cosas a mi? - bufó Miroku sintiéndose apartado.
-Yo solo confío en mí Capii - Inuyasha rió y se sintió alagado por el cumplido de uno de sus amigos - ¿Qué más Capi?
-Vomitara, se mareara...oye tú eres médico ¿No debes de saber de estás cosas?
-Soy cirujano.
-Aún así...- murmuro Inuyasha- Bueno no importa, me siento importante.
-Agh - Miroku dejo la oficina de su amigo sintiéndose mal terció - ¡Me voy!
-¿Entonces tengo que tener cuidado con los mareos? - el par de amigos ignoraba olímpicamente al oji zarco.
-Sí, en especial después de que vomiten...
-¡Dije que me voy!
-Él té de hierbas será tú amigo durante todo el embarazo, evitará un poco la bipolaridad de Azumi...no sabes como me salvo ese té con Kagome - nego sonriente Inuyasha recordando.
-Té de hierbas...- anotaba Hiten.
-¿Qué me quedé dicen? - Miroku viendo que lo ignoraban opto por seguir quedándose junto con sus amigos - Sí insisten... - en silencio tomo otra silla y se sentó al lado de Hiten y frente a Inuyasha.
-¿Algo más?
-Dale el de manzanilla también, se dormirá con eso y tú podrás descansar de sus berrinches- dijo Miroku.
-¿Qué? - Hiten lo miro confundido y luego a su amigo peli plata para saber su opinión.
-Pues sí...pero no siempre, solo de vez en cuando, cada vez que sientas que no puedes más y sientas que necesitas unas horas contigo...yo lo hice dos veces cuando Kagome estaba embarazada de Moroha y una cuando estaba de Daichi.
-Oh bien...bueno, Azumi es tranquila cuando no estamos intimando...
-Ah, y su deseo por tener relaciones contigo van a aumentar...- recordó Miroku- esa parte es buena...
-Oh no...- Hiten murmuro con sus orejas rojas, su esposa Azumi entonces lo tendría en acción peor que ahora, su tímida esposa era muy pervertida.
-Pero nada de sexo rudo, el normalito- apunto Miroku.
-Oh no...- con eso había problema, no para él, Azumi le gustaban los fetiches y ahora tendría que limitarse al sexo normal -¿Algo más?
