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-Algo huele raro aquí

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-Algo huele raro aquí...- murmuro Daichi en medio del desayuno mirando con sus ojos entrecerrados a sus padres que raramente se enviaban sonrisas y miradas cómplices.

-¿Raro? - pregunto Inuyasha retirando su brazo de la cadera de su azabache  con disimulo.

-Sí...¡Moroha se tiro un pedo! 

-¡Fue sin querer, fue silencioso así que espere que no lo sintieran!  - exclamo la joven  azabache avergonzada aún continuando comiendo de su desayuno.

-Que cochina - murmuro Daichi.

-¿Estás bien hija? - pregunto Kagome mirando de frente preocupada a su hija mayor.

-Sí, es que me tome una soda a penas despertar...- respondió con la boca llena.

-No vuelvo a dormir con su hija, me cacheteó  y me pateó ¡Tengo un moretón en mi espalda!

-Bienvenido a mis noches cariño - sonrió Kagome desayunando, sintiendo como otra vez Inuyasha la abrazaba por detrás.

-¿Entonces pudiste descansar anoche mami?

-Eh, sí...sí, descanse muy bien anoche - tosió un poco el café que bebía nerviosa por la pregunta de su hijo, Inuyasha a su lado con una sonrisa ladeada, le palmeo la espalda - Gracias...

-¿Qué haremos hoy? - animada pregunto Moroha.

-Iremos al museo arqueológico, almorzaremos en un rio y luego, en la noche es el carnaval, así que descansaremos antes de ir ya que no quiero que su sueño interrumpa mi diversión.

-Se supone que es nuestro viaje...-murmuro Moroha a su hermano.

-Ya que....deja que se divierta, mañana ya volvemos a casa - se encogió de hombros el menor.

-Ouh...cierto, adiós vacaciones en familia.

°°°

-¡Oh por dios! ¿Eso era una momia? - asustada exclamo Moroha saliendo del museo arqueológico.

-¡Estaba momificada! ¿Papá le tomaste una foto?  - emocionado Daichi salió saltando al lado de su padre.

-¿Le tomaste una foto?  - con horror miro a su padre y hermano admirando la pantalla del celular - ¡Están enfermos!

-Ya, cálmate...es solo una momia - Kagome abrazo por los hombros a su hija caminando juntas-  Ahora vamos a pasar el día en el rio.

-¡Está noche dormimos los cuatro, si aparece la momia, nos aparecerá a todos!

Y los tres blanquearon los ojos por el dramatismo de la joven azabache.

°°°

Daichi y Moroha corrieron en dirección al agua apenas la camioneta se detuvo bajo la sombra de un gran árbol, gritando alegres y empezando a salpicarse agua.

Ahora sí, Para Siempre (TAM#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora