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Al momento de haberse divorciado, Inuyasha se fue de la casa y Kagome se quedó con los niños allí, explicandole  a sus pequeños que ahora ella y su padre estarían separados y que no sabían hasta cuando, asegurandole en una mentira piadosa que todo...

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Al momento de haberse divorciado, Inuyasha se fue de la casa y Kagome se quedó con los niños allí, explicandole  a sus pequeños que ahora ella y su padre estarían separados y que no sabían hasta cuando, asegurandole en una mentira piadosa que todo estaba bien y que todavía se amaban.

Kagome después de eso solo hablaba con Midoriko, quién era la única que sabía de su perdida y le aconsejó ir a terapia. Un año y medio después de terapia, Kagome estaba como lo era antes de la pérdida, ya no tenía miedo de algunos de sus pacientes y ya no pensaba negativamente de Inuyasha, ya lo podía ver sin sentirse triste o culpable.

Que su estado mental haya mejorado no significaba volver con Inuyasha, tal vez estaban mejor lejos a que volver a pasar por una desilusión. El divorcio siguió, despues de dos años ya se había acostumbrado a la nueva rutina y ahora que había dejado la sala de emergencias ya tenía más tiempo para ella y para sus hijos.

Disfrutaba de su soledad cuando sus hijos se marchaban al departamento de su padre.

Para Inuyasha fue difícil su adaptación de regresó a la soltería, extrañaba a sus hijos todos los días que no los veía y extrañaba y se preocupaba por la que ahora era su ex esposa. Unos largos  meses le había tomado para que aceptará la compañía de otras mujeres.

Los años pasaron y la comunicación con su ex esposa era muy escasa, solo hablaban de sus hijos, ellos ya no se veían mucho o mantenían alguna conversación larga, solo eran un 'Hola' y un 'Adiós', ya no un 'Nos vemos'.

Pero recientemente todo eso había cambiado en los últimos meses, Inuyasha y Kagome se habían vuelto a acercar y a interactuar más a comparación de años atrás. Y las miradas que se mandaban estaban cargadas de sentimientos intensos por el otro y ambos sabían que en algún momento tenían que volver a hablar sobre ellos, de lo que sentían y de sí había la posibilidad de un nuevo comienzo y un  futuro juntos.

El tiempo cicatrizo las heridas causadas en el pasado. El dolor estaba siendo reemplazado...

-¿Mamá me estás escuchando? - exclamo Moroha en el asiento de atrás.

-Eh...no, pero cuéntame otra vez - sonrió nerviosa Kagome a su hija, pensaba en como habían cambiado las cosas después de lo de hace 5 años.

-No, ya no quiero - Moroha con una trucha se cruzo de brazos echada en el asiento del auto.

-Mi hermana la dramática decía qué estaría bueno ir a uno de los carnavales de ese pueblo-  Daichi le dijo a su madre volteando los ojos por su hermana empacona.

-Claro que iremos - asintió Kagome-  Iremos ¿No? - susurro a Inuyasha que estaba como conductor de la camioneta 4x4 todo terreno.

-Sí iremos - rió sin despegar la mirada del camino - Cargaré más combustible, el viaje durará más de cinco horas  ¿Segura que llevas todo? - dijo Inuyasha estacionandose en una estación de servicio.

Ahora sí, Para Siempre (TAM#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora