Tercera y última parte de la saga TE AMORODIO (TAM)
Ahora divorciados, Inuyasha y Kagome continuaran con su vida en adelante, ambos ya adultos y con dos hijos. Moroha de 16 y Daichi de 11.
Está vez nuestros protagonistas pasaran por su divorcio, la...
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-¡Carguen el desfibrilador a 150! - grito Kagome manejando las palas de desfribilacion entre sus manos.
Bankotsu obedeció y puso el número indicado por la azabache, con esperanza Kagome posiciono las palas en el pechos de Inuyasha.
-¡Despejen! - exclamo ansiosa y con sus ojos llorosos.
-¡No hay pulso!
-¡Carga a 200!
-¡200 jules!
-¡Despejen!
-Sigue sin pulso...- murmuro Bankotsu viendo como el terror invadia la expresión de Kagome.
-No...- murmuro Kagome- una más, 250...
-Es demasiado Kagome- la detuvo Hiten presionando el hombro de la azabache.
-No...no - Kagome limpió las lágrimas de sus ojos con su antebrazo- Inuyasha no...¡Hare reanimación cardiopulmonar! - se soltó de Hiten y se acercó una vez más a Inuyasha.
-Kag...
-Vamos Inuyasha, vuelve a mí, todavía no te puedes ir ¡No me puedes dejar amor! - y como sí fuera un milagro, de los labios de Inuyasha semiabierto empezó a correr aire.
-Volvió, pulso estable...- anunció Bankotsu dolido de ver vulnerable a la azabache y de darse cuenta de los verdaderos sentimientos de ella.
-Kagome...- Hiten la tomo de los hombros- volvió, está con nosotros - Kagome tembló por el llanto cerca a venir- contrólate, tenemos que llevarlo al quirófano - asintió y respiro tratando de tranquilizarse por el bien de su peli plata.
-Estoy bien... -suspiro Kagome.
-Vamos, Bankotsu ayuda a los demás con los pacientes y comunícate con la familia de Inuyasha e informale - grito Hiten mientras trotaba junto con Kagome llevando la camilla acompañados de ayudantes quirúrgicos - ¡Mándame a la doctora Midoriko!
°°°
Las horas siguiente a la espera de noticias sobre la situación de Inuyasha se hizo larga, llena de ansiedad y preocupación.
En las 8 horas la familia pudo saber que fue lo que realmente sucedió para que Inuyasha terminará en estado grave en el hospital. Sesshomaru se había encargado de todo lo legal.
Un ex empleado resentido de la empresa de Taisho-Higurashi había sido el que había enviado los correos y el que había ocasionado el accidente de Inuyasha. Era solo un pobre hombre enojado con la vida, decepcionado con su familia que le habían dado la espalda, el hombre solo creyo que podía encontrar consuelo haciendo daño a la empresa que lo había despedido iniciando así, su desgracia.
Ahora le esperaba un corto procedimiento con la ley, pero con una larga sentencia tras las rejas, hacer enojar a un Taisho, en especial a Sesshomaru no era nada bueno, en palabras, era una sentencia de muerte.
