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-¿Qué problema tienen nuestras hijas? Moroha se apega a ti y Setsuna y Towa a mí

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-¿Qué problema tienen nuestras hijas? Moroha se apega a ti y Setsuna y Towa a mí...- murmuro Inuyasha a su hermano que estaba sentado a su lado con su hija del otro lado abrazándolo de su brazo mientras comía todo lo que veía en la mesa al igual qur su madre.

-¿Por qué soy hermoso? - alardeo Sesshomaru.

-¿Y yo?

-Eres mi copia.

-Eres más tonto que antes - Inuyasha lo ignoro y siguió comiendo, miro a su padre conversar con Onigumo mientras comían, a su madre con Sonomi y por último a Kagome junto con Daichi comiendo juntos mientras compartia diálogos con Rin.

Hacía tanto, de hecho desde que se habían divorciado no compartian momentos así, juntos, como una familia. A sus hijos los notaba más cómodos y hasta felices de tener a su madre junto con ellos en estos momentos, ellos lo eran todo y no importaba sí Kagome lo olvidaba y reacia su vida amorosa con alguien más, la protegería a ella y a sus hijos,  porque los amaba y amaria sin importar qué.

°°°

-Quiero que en menos de un mes traigas a mis nietos de visita - ordenó Sonomi a su hija.

-Sí mamá, sí-  volteo los ojos aburrida - ¿Ya me puedo ir?

-Vete.

Kagome se despidió por último de su padre y salió por la puerta detrás de sus hijos y siendo seguida por Inuyasha. Subieron al auto y desde adentro todos se despidieron con la mano de la familia que los despedía desde la puerta de la gran casa.

-Hoy estuvo muy lindo - soltó Daichi adormilado desde el asiento de atrás.

-Como una familia...- Moroha también con sueño murmuro.

Kagome e Inuyasha se miraron de reojo y sin querer hacerlo, se sonrieron. Para ellos también el día estuvo lindo y en silencio ansiaban poder volver a repetirlo.

°°°

Inuyasha dejó a los niños en casa de Kagome prometiendo que mañana traería el equipaje de ellos antes de que se fueran para la escuela.

-Nos vemos Kagome - se despidió con un beso en la mejilla.

-Nos vemos Inuyasha.

Y desde la puerta, ella se quedó observando a Inuyasha subirse a su coche y alejarse rápidamente, desapareciendo de su vista.
Kagome cerro la puerta y se recargo en ella, su corazón latia, ya no una ni dos veces, latia tanto que no podía contarlas, tan acelerado que dolía...

¿Qué le ocurría? No necesitaba la respuesta porque ya la sabía.

Nuevamente pensó en el padre de sus hijos...su corazón se aceleraba.

Ahora sí, Para Siempre (TAM#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora