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-¿Enserio es lo que quieren saber? - preguntó Kagome nerviosa

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-¿Enserio es lo que quieren saber? - preguntó Kagome nerviosa.

-¡Claro! Inuyasha y tú eran como la pizza y el queso, tienen que estar juntos para que sepan delicioso - dijo Kikyo dándole un mordisco a una pizza que estaba por ahí.

-¿Qué?  - se carcajeo Kagome.

-No hagas caso a su referencia, esta borracha- interrumpió Sango - la cosa es que queremos saber, yo que soy tu mejor amiga no me dijiste nada sobre lo que paso entre ustedes...

-Chismosas.

-¡Ya cuenta!  - exclamo Rin y Azumi a la vez, con sueño pero queriendo escuchar las confesiones de su amiga.

-Bien...todo comenzó en el verano del 2019...

-¿Enserio?

-¿Qué?

-¡Cuenta de verdad! - chilló Kikyo.

-Ya, ya...engañé a Inuyasha.

°°°

-Claro, vienen de intrusas, comen, ensucian y no limpian - renegaba Kagome limpiando la sala todo el desorden de la "noche de chicas".

Ya eran pasadas las cinco de la tarde y hace poco se había levantado encontrándose con ella sola, las demás ya se habían marchado sin despertarla.

-Sinvergüenzas - murmuró.

Sus hijos llegaban en menos de dos horas y todavía le faltaba limpiar la cocina, bueno antes comería algo y tomaría litros y litros de agua, ayudando a su riñon a recomponerse.

La "noche de chicas" había estado bien, fue divertida y cada una se pudo desahogar, liberarse de los sentimientos que las agobiaban. Por ejemplo ella, le había dado una falsa versión  del motivo de su divorcio, porque la versión verdadera ella no quería recordarla y también al fin les había confesado que salía con Bankotsu desde hace 10 meses pero que era más de una relación de amantes ya que se tenían que ocultar.
Sus amigas le recomendaron ir dándoles indicios a sus hijos de apoco.

Lo haría, seguiría su concejo ¿Qué podría salir mal?

Una hora y media después la puerta se abría mientras que ella almorzaba en la cocina, todavía le faltaba lavar las bandejas en donde se hicieron las pizzas y desocupar la mesada.

-¡Ya llegamos!  - grito Moroha.

-¡Mami llegué!  - siguió su hijo Daichi.

-¡En la cocina!

Los pasos acercándose se escucharon, por la puerta apareció primero Daichi que corrió a sus brazos y Moroha que se sentó frente a ella y comía de su almuerzo, que eran canelones de espinacas y carnes. También Inuyasha apareció apoyándose en el umbral de la entrada de la cocina.

Ahora sí, Para Siempre (TAM#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora