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- Uno: no puede venir aquí y hacer lo que quiera - apunto Moroha en frente de su madre

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- Uno: no puede venir aquí y hacer lo que quiera - apunto Moroha en frente de su madre.

Kagome había llegado una hora después de Bankotsu, siendo recibida por la queja de su hija mayor por la presencia inesperada del moreno.

-Dos: no puede venir si no estás aquí y tres...

-¿Hay tres? - se quejó el moreno.

-Tres: No puede venir aquí.

Kagome blanqueo los ojos mientras volvía a comer la comida que el moreno había preparado. Daichi también en silencio a su lado disfrutaba en silencio de la comida, no lo admitiria en voz alta, pero el amigo de su mamá sabía cocinar.

-Ya escuchaste Bankotsu...- fue lo único que dijo Kagome entretenida con la comida.

-¿Qué?  ¿Es todo lo que dirás? 

-Son sus condiciones - se encogió de hombros.

-Pero...¡Me saco la lengua! - exclamo ofendido cuando Moroha con burla y como chiquilina le sacaba la lengua -¡Kagome dile algo!

-Respeta a los mayores Moroha...

-Niñita...-masculló molesta la azabache.

-En está casa desborda la amabilidad...- soltó con sarcasmo.

-Pues si no te gusta, puedes irte - Daichi hablo por primera vez, ya le cansaba que discutieran mientras comía, él quería tranquilidad-  la puerta está abierta... - sonrió con cinismo desafiandolo con su mirada ambarina.

-¡Ese es mi hermano! - celebro Moroha.

-Hijo de Inuyasha tenías que ser...¡Au! - gimió con dolor al recibir un codazo fuerte de parte de su pareja.

-Comportate.

-Ya, ya...

°°°

-¡Sí, sí! - el grito eufórico de Moroha se escuchó en todo el piso de arriba. Seguido de saltos.

Kagome y Daichi se miraron y blanquearon los ojos sabiendo el torbellino de euforia que se avecinaba en unos segundos.

-¡Mamá, mamá! - sus pasos resonaban al bajar tan rápido y fuerte los escalones de la escalera de la casa -¡Mamaaaaaa!

-Moroha,  estoy aquí...no grites por favor-  hablo calmadamente mientras frotaba sus sienes.

-Que inmadura-  negó su hermano poniendo nuevamente su atención en la película que veía con su madre.

-Mamá dime que sí - apresuro Moroha con su celular en manos.

-No.

-¿Qué?  ¿Por qué?

Ahora sí, Para Siempre (TAM#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora