15) E

716 75 249
                                    

Ver galeria 😏

Comentar, comentar y votar para inmediata actualización.

-¿Ya la dejaste?  - preguntó Kagome al ver entrar a Inuyasha a la sala está vez sin tocar la puerta de la casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


-¿Ya la dejaste?  - preguntó Kagome al ver entrar a Inuyasha a la sala está vez sin tocar la puerta de la casa.

-Sí...ese chico no me da nada de confianza, se ve muy mayor para ella...- farfullo molesto tomando asiento a su lado en el sillón.

-Lo sé...a mí igual - se removio incómoda Kagome, se empezaba a preocupar por su niña.

-¿Dijiste que querías un masaje de pie? - pregunto Inuyasha tratando de cambiar de tema evitando la preocupación.

-¿Qué?  - miro confundida a Inuyasha-  Eh, sí...pero no tienes porque tú...

-Campeón ven, yo un pie y tú el otro - llamo Inuyasha a su hijo menor que no dudo de dejar el cómodo sillón para sentarse en el suelo al lado de su padre y tomar un pie de su madre.

-Oigan...¡Me hacen cosquillas!  - se carcajeo moviendo sus pies - Ah...se siente tan bien - suspiro de placer acomodandose mejor en su lugar - Ahí...

-¿Mami hace cuanto que no tenías un masaje? - pregunto Daichi concentrado en imitar los movimientos de su padre con las manos en los pies de su madre.

-Mhmm...cuando eras chiquito, tú padre siempre solía darme masajes cuando volvía del trabajo - la melancolía invadió su tono de voz.

-En especial cuando tu mamá estuvo embarazada de ustedes dos, se le hinchaban los pies ¡Uff!-  se unió Inuyasha a los recuerdos agradable que tenía con su ex esposa.

-Me dolian mucho, tenía que estar descalza porque ningún calzado me entraba...

-¿Te hicimos sufrir mami? - acaricio tiernamente Daichi el pie de su progenitora.

-Un poquito, pero todo sufrimiento bueno tiene su recompensa - sonrió inclinándose y acariciando el rostro de su pequeño-  ustedes son lo mejor que me pasaron.

-¿Papi también?

Kagome e Inuyasha chocaron sus miradas, las iris chocolates y ambarinas por un momento volvieron al pasado, cuando todavía eran parejas, de adolescentes y de adultos, la mirada enamorada que se daban en esos tiempos, ahora en el presente no había cambiado nada. A pesar del problema que los había llevado al divorcio, sus sentimientos y miradas enamoradas no había cambiado para nada.

-Sí...tú papá también es lo mejor que me pudo pasar.

°°°

-¡Timbre, seguro es la pizza, voy yo! - exclamó Inuyasha desde la cocina. Abrió la puerta de entrada y se sorprendió de ver a su hija ahí y más al ver que lo abrazaba empezando a llorar - ¿Moroha? - entro con ella a la casa y cerró la puerta, la abrazo protectoramente.

Ahora sí, Para Siempre (TAM#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora