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Capítulo Nueve

P. O. V: Douglas Miller

Cuando salgo de la última clase resulta que la Ricitos de oro no está ningún lado, huyendo, como siempre.

Podría ser actriz, con aquel show que dio en la clase de cálculo en la que estaba Ben, ya me la imagino, tan dramática y listilla.

-¡Entonces, nos caes en mi casa, será algo tranquilo Hombre!-Niego nuevamente y miro hacia mi vehiculo, listo para irme.

-Tengo algo que resolver, pero más tarde te digo.- Desbloqueo el automóvil y subo.

-Ah, jodido imbecil, no iras- Sonrío desde a dentro y pongo las llaves en el contacto, enciendo.

-Nos vemos luego, idiota- Contesto empezando a subir las ventanas, el niega y empieza alejarse negando con la cabeza.

Salgo del pavimento, y empiezo mi camino a casa, al llegar solo me doy una ducha y tomo camino a pagar algunas cosas, rutinarias y también paso al centro comercial por unas cosas que necesito.

Al llegar, una llamada me entra y la tomo.

-Hola Bombón- Alejo el teléfono de mi oído para ver el numero, no esta agregado.

-¿Quién habla?- Entro las cosas en las despensa y subo arriba a dejar lo otro.

-La futura madre de tus hijos, hasta luego Nene- Luego cuelgan y tras esto una notificación de que me ha llegado una imagen.

Accedo a ver si se trata de aquella chica que parece que se confundio pero no.

Los bordes de mis labios se extienden en una sonrisa, es de Ricitos de oro, sostiene a su primo pequeño y tiene una cara sonriente mientras mira a su primito quien forma puchero.

El pie de la foto lleva "Quiero tener un bebé asi de lindo"

La veo en línea por lo que planeo responder.

Yo:

Puedo darte esa clase de bebés, ricitos de oro.

Ha de tener una cara más roja que un tomate, ella es así.

Ricitos de oro:

¡Douglas! La envié por error, no debías verla.

Yo:

Tarde, ya la he visto, ya tienes mi respuesta.

Ella siempre se intentado alejarme, o solo evadir lo que digo.

Ricitos de oro:

No era real, solo iba a jugar con Megan, olvida eso, borrala.

Yo:

Creo que puedo publicarte en insta y decir "Mi Ricitos de oro quiere bebés" y etiquetar a tus Tíos, ¿que dices?

Ricitos de oro:

¡NO! NO LO HAGAS, NO TE ATREVAS!

Segui caminando hasta estar en mi habitación y sentarme en la cómoda silla de mi balcón.

Yo:

¿Por que no debería?

Ricitos de oro:

Por que eres mi amigo de la infancia y sabes que no será lo mejor para mi, vamos Douglas, lo sabes.