Capítulo Cinco

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P. O. V: Douglas Miller

La fiesta no está tan aburrida como pensé, pero aún así no encuentro el sentido a quedarme mucho rato.

La chica que habla y pregunta frente a mi, me entretenía hace unos segundos, pero ya estoy algo cansado de su parloteo.

Miro a los lados y me encuentro a Ricitos de oro conversando, con demasiada confianza con el chico (timido pero que no le quita lo marica) del equipo de fútbol, no recuerdo el nombre. Ella nunca viene a fiestas, siempre ocultando su realidad.

Hace una cara fingida de indignación para luego mostrarle una sonrisa y decirle algo, alzo una ceja, ella siempre está alejando a todos, porque a este no?

Cuando el se levanta y empieza alejarse, analizo mi siguiente movimiento, iré por mi Ricitos y veré que hace en esta fiesta.

‐Debo resolver una duda, Emma,
Nos veremos por ahi- Sonrio con encanto antes de alejarme y dejarla mirándo el camino que ahora recorro.

Ignorando el sudor y los olores de todo tipo de sustancias, camino hasta Ricitos de oro, su mirada se posa en la mía y alzo una ceja y le muestro una sonrisa.

Veamos que te trae por aquí Ricitos de oro.

-Ricitos de oro‐ exclamo mientras llego a su lado- ¿Qué haces por aquí?- Ella me regala una sonrisa fanfarróna, luce bastante atractiva haciéndola.

-Es una fiesta ¿que se hace en las fiestas, Douglas?-Pregunta burlona

-Se baila, se toma alcohol, se coquetean, se besan, ¿quieres que siga?- A pesar de que la luz fluorescente puede darme una mala jugada, creo que esta sonrojada.

-Solo vine con Megan- admitió y yo asenti.

- Te vi, hablando con el del equipo de fútbol- ella asintió ante mi afirmación- Es extraño que no lo alejaras- La música cambia, y llega la Castaña con una sonrisa enorme, le entrega un vaso a Loren y me brinda un saludo sin palabras.

Ella le susurra algo al oído a lo que Loren, indecisa, asiente. Y volvemos a quedarnos solos.

Ella tomó de su trago y cuando lo aleja de su boca depósito un beso en su mejilla, ella me mira sorprendida. Me encojo de hombros y tomo de mi cerveza

-Planeas fingir que no pregunte por aquel tipo?- Pregunte, Ella achicó los ojos y se que sintió el recalco en "fingir "

-No te interesa, Doug- Responde y vuelve a tomar de su bebida. Sonrio y muerdo mi lengua para contener un comentario que no creo que le agrade.

-Me interesa, ricitos- murmuro en su oido. Ella se estremece con disimulo.

-Si intentas saber de lo que hablamos, no te lo diré, con permiso, iré por otro trago- Sin darme tiempo a seguirla se perdió entre la multitud con sus 1,66 metros.

Oculte la verdadera sonrisa que ella causó, siempre evadiendo, siempre intentando no ser expuesta.

Se que le he puesto nerviosa, y que se ha ido sin necesidad, solo tomo dos tragos cortos a su vaso.

Cuando giro encuentro un grupo de chicos que me llaman, elevo la comisura de mi boca mientras me acerco, hablar un montón de sandeces.

Me acerco a la barra en la cocina, y me sirvo un trago, cuando elevo mi mirada me encuentro una sonrisa atontado que oculta mucho alcohol, Loren me ve y se acerca, sigue caminando sin tambalearse pero su mirada me dice que ha tomado, mucho, desde que huyó de mi.

Con algo de diversión espero a su llegada hasta mi, en algún momento debo dejar de tomar porque soy quien conduce, y no quiero morir.

-Tú - Pone un dedo en mi pecho y me mira poniendo su mirada en mi boca, con que mi boca, Ricitos, que interesante.

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