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Capítulo Cincuenta y Tres

P.O.V: Douglas Miller

Los altavoces de la habitación empiezan teniendo un ritmo sencillo y medio suave.

Trey Songz. Me gusta.

Salgo y la veo aplaudiendo con la canción, hacer una onda con sus caderas y sostener su pelo, alzandolo.

Acelera sus pasos y los disfruto, desde la puerta del baño siento como esta liberándose, pero Trey Songz es la cosa perfecta para incendiar.

La recuerdo atada, gimiendo mi nombre, queriendo saber lo sucio que he pensado de ella. Mil veces lo he hecho, y planeo decirle, cada una con lujo de detalles.

-¿Ricitos?-Entro en la habitación con una sonrisa y me siento en el puf, ella se gira y me da una sonrisa nerviosa-Ven-Pido.

Niega y se acerca, la siento en mis piernas, y quito el cabello que estorba.

-Bailaras luego ahora quiero hablarte de algo-Ella asiente y suspira.

-Cerrare la puerta y bajaré un poco la musica-Avisa antes de volver a levantarse.

La veo hacerlo, en la tarde se cambió la ropa por algo cómodo, una blusa de tiras y un pantalón corto suelto, enloqueciendome con cada cosa que hacía.

Cuando vuelve a estar frente a mi, la siento a horcadas y la atraigo hasta pegarla lo suficiente.

-Estamos en casa de mis padres, así que no quieras hacerme lo de la otra vez-Advierte.

Sonrio y le doy un beso pequeño.

-Solo quiero que escuches, y hagas lo que te plazca, prometo solo hablar-Aseguro, hay duda en su asentimiento, pero basta para mi

-¿Que quieres habla?-Pregunta y yo me recuesto en el puf presionandome un poco con ella mientras me acomodó.

-Quiero contarte lo que soñé ayer-Sorprendida sonrió, y asintio

-¿Vas a contarme tu sueño?-Cuestiona y yo asiento.-Debio ser bueno-

-El mejor, ahora presta atención y no me interrumpas-Pido y esta asiente.

La observo, en mi sueño es tan clara, conozco su cuerpo, su rostro, todo, mi mente tiene una visión de ella tan detallada que cada sueño o pensamiento me deja erecto, duro, ansioso de poder hundirme en ella y que me sienta como yo quiero sentirla a ella.

Me aclaro la garganta y humedezca mis labios antes de hablar.

-Te soñe-Inicio, su ojos se abrieron con más sorpresa-Estabas en una habitación, llevabas un vestido de satín negro que se apagaba a tu cuerpo con delicadeza, llevas el pelo suelto, tacones, y un labial rojo, yo estaba allí, sonriente y al instante excitado-Ella jadeo con sorpresa

No miento, ese sueño se sintió muy real.

-Giraste sobre tus talones y una música comenzó, comenzaste tocando tu cuerpo jugueteando con los bordes de tu vestido y yo no podía hacer nada para hacer que aceleres, cuando por fin tu vestido estuvo en el suelo me mostraste tus senos, erguidos y urgidos por atencion, tenías unas bragas tan pequeñas y de hilo, que me tenían al borde de un orgasmo-

-¿Lo haces de nuevo cierto?-Pregunta y yo niego.

-Te cuento lo que soñé ¿no quieres escucharlo?-Cuestione con burla.

-¿No te cansas de ser tan sexual?-Pregunta y alzo una ceja en su dirección y le lanzo una mirada de duda.

-Soy un adolescente con muchas hormonas y me gusta el sexo así que no, creo que nunca dejaré de ser tan sexual, ¿Quieres que te siga contando? Mejora mucho el sueño, tranquila-No dice nada, sonrie y asiente-No quiero que porque me guste el sexo sientas que debes estar acelerando esto, no hay problema contigo, solo te estaba dando una respuesta-Ella se encogió de hombros.