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Capitulo Treinta y Siete

P.O.V: Douglas Miller

Todos tiene distintas maneras de superar un duelo, de enfrentar un dolor, de sobrevivir a un suceso carcomiente.

Carolina se dedicó en cuerpo y alma al legado de papá intentado tener la empresa tan en alto como ellos la tuvieron en vida.

Yo...Cambie, me aleje del mundo y empecé a fingir sonrisas y ser amigo de todo el mundo, porque no planeo enfrentarme a algo que no quiero y me encargo de sobrevivir.

Ella no. Ella huyó, dos días después de su entierro, se marchó dejándonos solo un estupido mensaje en el buzón del teléfono. Desapareció por años. No asistió a cumpleaños de tíos, de primos, de abuelos, no nos dio señales de vida.

Solo se fue a gastar el dinero de alguna manera mientras huía de una lucha que teníamos que enfrentar juntos.

Molly Miller Green, prefirió huir de nosotros, de sus muertes, de el peso que todos asumimos. ¿Lo enfrento por su parte? No lo sé ni me importa.

-Tambien es mi casa-Dice a Carolina, me mantengo a dos kilómetros de distancia de la puerta y de ella.

-Molly, está casa fue la que dejaste para viajar por el mundo y nos dejaste solos, crie a Douglas sola porque mi hermana no pudo ayudarme con nuestro hermano pequeño-Responde carolina desde el recibidor.

Yo estoy apoyado del umbral que separa la Sala de estar con las escaleras

‐Lo se, lo lamento estoy aquí para enmendar mis errores, Caro, son mi familia-Me contengo la risa que quiere escapar de mi.

¿Su familia?

Vaya. Abandonas, huyes, y luego quieres regresar a fingir que nada ha pasado. Ojalá nadie más cargue con una Molly en sus familias.

-El no te querra aquí, Molly y yo tampoco-Sentencia Carolina con firmeza.

-El no es quien manda aquí, Carolina, es nuestro hermano menor, no debes someterte a sus caprichos-

No hay manera de que la expulsemos de aqui, esta bajo su derecho, Carolina lo sabe, yo también lo sé, por eso ella intenta convencerla de que se marche, porque por muy maldita que sea, esta en una buena posición de llegar donde le de la gana y quedarse hasta que le venga en gana.

-El ha hecho más que tu-Defiende Carolina.

-Dejala Carolina-Hablo manteniendome en mi lugar, ambas hacen silencio y decido continuar-Es una Miller lamentablemente y tiene derecho-

Un minuto después veo a Carolina entrar en la sala y tras ella entrar Molly.

-Pero hay reglas que debes respetar si quieres mantenerte en esta casa-Ella se acerca despacio y yo retrocedo mantieneo la distancia más grande que pueda-Mantene alejada a un kilómetro de mi, Molly.

Sus ojos se humedecen y su nariz se pinta rojiza, sus labios se alzan hacia mi.

-Pequeño-Musita y giro la mirada a Carolina que mira todo abrazándose así misma.

-No hay pequeños en esta casa, Regla uno-Espeto sin apices de empatia-No puedes pisar la habitación o despacho que le pertenezca a otro ni tomar sus cosas ni para reorganizarlas-

En esta casa no había reglas, Carolina nunca choco demasiado conmigo y yo nunca choque con ella. Cada uno sabía los limites. Las reglas las estoy imponiendo ahora, yo.

-Regla dos, no puedes hacer fiestas ni reuniones que expongan los papeles confidenciales o pertenencias de los demás. Si quieres hacer algún tipo de reunión puedes alquilar un piso o irte al parque a tocar la guitarra-Sus brazos caen a su lado igual que dos espesas mejillas.