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Capítulo Setenta y Nueve

P.O.V: Douglas Miller

Abro los ojos y veo la cabellera rubia y la espalda desnuda de ricitos a mi lado. Miro a la puerta y veo a Elena sonriendo con el maquillaje corrido llevándose a Dangel que empieza a dejar de llorar.

-Shh-Sisea y sale cerrando la puerta.

Resoplo y vuelvo mi mirada hacia la chica con la que he estado durmiendo últimamente, la que esta llenando poco a poco mi corazón por más inútil que se escuche eso.

Me levanto despacio y arreglo la erección mañanera en mi boxer en silencio aproximándome hasta el baño.

Lavo mis dientes y salgo de nuevo a la habitación buscando un pantalón corto deportivo.

Abandono la habitación y bajo las escaleras, me duele la cabeza.

Veo a Elena preparando a Dangel su mamila. Me río de como su rímel esta corrido por sus mejillas dejando unas lagrimas oscuras y un aspecto atroz que tienen a mi hijo en silencio y curioso.

-Aun no estamos en Halloween-Puntualizo buscando las aspirinas y sirviendome el agua. Beso la frente de mi hijo que está en el cargador para bebes de color gris.

-Callate que no pude dormir en toda la noche-Responde sin un ápice de broma. -No tome para no ponerme hiperactiva y mira. Ni pegar un ojo pude.

-¿Todo bien? ¿Logan te dio muchas patadas?

-Logan durmió en su casa. Si no fuera porque Ricitos esta aquí te hubiera ido a despertar-Niego.

-No es ricitos, es Loren, Elena-Recalco tomando la pastilla.

-Ricitos. Y punto-Apaga la hornilla y mira a mi hijo-Oye bebé, deja de verme así o voy a ponerte rímel y dejaré que llores para que te veas igual.

Mi hijo sonríe sonrie despacio y luego se mueve inquieto con diversion. Elena se acerca y hunde su cabeza en el cargador, acariciando sus narices antes de besar su frente.

Me quiere robar a mi muchacho.

-Es tan bello. El va a cuidar a sus primos cuando yo tenga 30 y los este por fin trayendo a este mundo-Niego despacio y veo a mi hijo antes de girarlo hacia mi.

-Hablemos. Dangel-Digo-¿Crees que un día de estos vas a dejarme dormir sin llorar? Hijo, te duermes a las ocho, levantas a las dos, y vuelves a dormirte a las seis, para despertar a las ocho. No seas cruel con este simple mortal.

-Ayer vi una película-Elena llama mi atención y muevo mi cabello hacia atrás-No me gusta que las personas mueran al final de la película, llore y vomite toda mi nutella con tanta tristeza.

-¿A que horas viste esa película?-Se encoje de hombros.

-A las cuatro, ¿no ves las evidencia?-Señala su rostro y revisa la temperatura de la mamila.-Esto esta listo para ti.

-¿Te sigues sintiendo mal?-Me levanto del taburete y busco en el refrigerador la mermelada.

-No. Pero me están saliendo unos ronchones en los brazos, voy a cambiar las sabanas-Responde.-No puede ser que me enferme cuando estamos en vacaciones y el año entero me la pase más sana que la profesora de matemáticas.

Me río y tomo los panes con el cuchillo sin filo para empezar a prepararme el desayuno.

-El lunes llevare a Dangel al pediatra, es la primera revisión, podemos ir a dermatología ¿no crees?-Asiente.

-Esta bien. Tambien tengo que pasar al ginecólogo por un chequeo rutinario-Toma el sándwich de mi plato y le da una mordida, dejo de atar la funda y la veo con odio.