Capítulo 21: Esperanza

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Narrado desde Nihal.

Amanda me preguntaba que me ocurría. Que porque lloraba. Subí a mi cuarto y cerré con seguro.

Y lloraba. Mordía las sábanas para que Amanda no me escuchara llorar tan bruscamente.

- !Mi niña, abréme la puerta!

Entonces lloraba aún más. Y la puerta continuaba cerrada. Hasta que mis oidos fueron sordos, y la voz de Amanda fue inexistente. Sólo era yo, sobre las blancas sábanas.

Y así pasaron mis días.

Para: Aaron

De: Nihal

Asunto:

Mensaje:

¿Sabes qué esta noche estoy triste? Es porque no tengo cigarrillos ni licor, es porque no te tengo. Es porque te atormento, tú me atormentas.

Daría tanto por vivir un momento en otra situación, en otro tiempo, siendo personas diferentes.

Aaron. Esta noche ha sido horrible.

Para: Aaron

De: Nihal

Asunto:

Mensaje:

Te necesito. Te necesito, y miro tus fotos a cada momento. Y Chrstine me envía mensajes de cuando los visitaré, dice que Thomas me tiene un regalo.

¿Qué puedo hacer, Aaron?  Cada día evoluciona de peor manera, cada día apareces en mi mente. Y es que somos más que amantes de besos; somos cómplices.

Propongo algo; que todo se vaya a la mierda por un rato. Que todo el mundo se destruya en una bomba atómica de prejuicios y asco, y yo y tu nos protegamos mutuamente, Aaron

(...)

Bebí un trago de licor.

Bebí otro trago de licor.

Bebí un vaso.

Bebí una botella.

Y aún mi alma se siente vacía. Aún estás en mi cabeza, Aaron.

No quise visitar aún a Chrstine y Thomas, aunque me han llamado por teléfono. Les he mentido diciendo que estoy con los exámenes finales.

Si es que te veo, moriré. Moriré porque te quiero, pero no puedo.

Soy como una niña caprichosa. Es que el destino ha jugado brutalmente conmigo. Sólo me pregunto ¿Qué he hecho? ¿Qué he hecho para recibir semejante castigo?

Hay una fiesta de sentimientos en mi cabeza: la culpa, la pasión, el amor, el deseo, el prejuicio.

Y es que nada es capaz de anestesiar el dolor. Es más, diría que el dolor es la anestesia de la espera.

Y es que no podré seguir así por siempre. 

Quisiera vivir en el presente, pero no puedo evitar pensar en el mañana. 

Y la pregunta es: ¿Habrá quizá un mañana?

- ¿No eres muy joven para venir a un bar?-. dijo el barman inspecciónandome con la mirada-. 

- Quizá-. no lo miré-.

- ¿Cómo te han dejado entrar?

- Eres el barman, no el puto guardia-. lo miré a los ojos oscuros-. si es que tanto te molesta mi instancia aquí, me voy-. me paré de la silla y dejé un billete sobre la barra-.

Salí de aquel recinto después de ponerme una chaqueta. 

Caminé por las calles lentamente, mientras miraba a la gente de rostros desconocidos.

Las botas con tacos sonaban contra el suelo. Mi cabello estaba tan alborotado  enredado que no me molesté en arreglarlo.

Shorts y panties, botas de vaquero, chaqueta corta de piel color café, bufanda turqueza, ojos con delineador negro, sonrisa perdida en una noche a las tres y cuarto de la mañana.

Amanda ni siquiera sospechaba de que me había escapado de casa.

Me pasé por la ventana sin hacer el mínimo ruido, y me preparé un café.

Prendí el computador, dispuesta a enviarle un correo a Aaron.

Para: Aaron

De: Nihal

Asunto:

Mensaje:

Todo es tan oscuro sin tí.

Sólo han sido dos míseros besos, Aaron.

Pero he pensado día y noche en tí.

Estoy borracha, y no me importa. Estoy loca, y no me importa. Pero tú puedes hacer que todo importe, Aaron.

Y es que sufro por no tenerte, y sé que sufriré igual si te tengo.

Porque está prohibido, porque eres prohibido.

Y aunque te tenga, sufriré. Estamos destinados a la fatalidad, estamos perdidos en un laberinto sin salida. 

Lo único que sé con certeza, es que mientras estemos juntos, siempre el cielo será azul, y el mundo desaparecerá. Y en ese momento seremos completamente felices, en ese momento veremos el cielo.

Y  también veremos el infierno cuando aquel momento se acabe, cuando nos tengamos que volver a adecuar a la misma falsa vida. 

jamás nos aceptarán.

Pero yo sigo con la esperanza, Aaron. De que siempre veamos ese cielo azul, de qué el mundo desaparezca en nuestro ojos. Yo sigo con la esperanza.

Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora