Capítulo 2: Los ojos no mienten

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Yo, Elif y mis padres, llevábamos un buen rato recorriendo calles, yo manejaba, sin perder las esperanzas de que fuesémos a encontrar a mi sobrina.

Estábamos en una ciudad cercana a la cual vivíamos, el investigador que contratamos, nos había señalado que vivían aquí, y junto a eso, nos dió una dirección.

- ¿Quién cree que debe entrar?-. dijo suavemente mi padre, Thomas-.

- Entra tú, hijo... es mejor así

- Ok.

Salí del auto, con los pies temblorosos, esperando no ser echado de la casa, o simplemente intentar poder observar el rostro de mi desconocida sobrina.

Toqué la puerta dos veces. Dos sonidos que recorrieron la puerta de la casa de dos pisos. Al menos mi sobrina vivía en buenas condiciciones.

Salió una mujer de aproximadamente treinta y pico años, con un chaleco cuadrillé y una falda señorial.

- Hola ¿Qué desea?-. dijo con una sonrisa de oreja a oreja-.

- Hola... Estoy buscando a Emma ¿Se encuentra?

La cara de la mujer cambió a una expresión meláncolica. ¿Habré dicho algo malo?

- ¿Usted no lo sabe, cierto?

- ¿Qué cosa?

- La señora Emma murió hace tres años, junto a su esposo, el señor Peter...

- ¿Entonces quién vive aquí?

- Yo y Nihal... su hija

- ¿Está ella?-. dije, y pude sentir como mis ojos brillaron-.

- Sí... ¿Para qué la necesita?

- Soy su viejo amigo...

- La llamaré

- Gracias.

- Pase, joven...

Pasé a la casa, mientras los nervios me adueñaban. Podría ser posible que la muchacha que bajase sería mi sobrina de sangre, No entiendo como Ann fue tan mala madre, tan insensible, para poder dejar a su propia hija en los brazos de otra persona.

Se escucharon voces del segundo piso, entonces se sintieron pasos bajar la escalera, pasos lentos y confusos, pasos tiernos y maravillosos.

Bajó una muchacha que causó mucha impresión; era el retrato vivo de Ann, los mismos ojos verdes, el mismo cabello claro y lacio, los mismos labios curvos, la misma nariz fina, el mismo desplante. Era alta, delgada, igual a mi difunta hermana.

Nihal me miró, primero me observó detalladamente, seguramente para ver si me conocía.

Su sonrisa luego cambió a una expresión de intriga y duda.

- Hola, Nihal-. le dije, mientras no apartaba la mirada de ella-.

- Hola ¿Lo conozco?-. dijo mientras las palabras parecían salir de su boca tierna-.

- No me conoces... soy Aaron-. dije extendiéndole una mano-.

- ¿Aaron?

- Soy Aaron Zygasil

- ¿La familia de empresarios?

- Sí... mucho gusto-. dije extendiendóle una mano, a lo que ella me devolvió-.

- ¿A qué debo su visita, señor Zygasil?

- Llamáme Aaron, por favor... Estoy aquí debido a una duda que nos tenía atormentados a mí y a mi familia

- ¿Y qué tiene que ver eso conmigo?

- Mi difunta hermana, Ann, hace diesciséis años que estuvo embarazada, y dió su bebe a una mujer llamada Emma, que coincidía a está dirección

- ¿Qué esta tratando de decir?-. dijo subiendo el tono de voz-.

- Sólo digo que es muy probable que tú seas la hija biológica de Ann

- Mis padres, mis difuntos padres me habían  mencionado algo respecto al tema, pero no puedo creer que mi madre biológica sea una Zygasil

- ¿Y por qué no?

-No puede ser... tan sólo... necesito respirar.

La miré un instante, entonces la señora que me había atendido en un comienzo, se asomó a ver como se encontraba Nihal. Ella le dijo que estaba bien, y que nos dejara solos.

La volví a morir y asumí que era la sombra de Ann... recuerdo tan poco respecto a ella, cuando ella se marchó a estudiar a Londres, yo apenas tenía nueve años, y ella quince. A los quince años se había embarazado, y había tenido a Nihal.

- ¿Cómo puede estar tan seguro respecto a lo que ha dicho?

- No estoy seguro respecto a nada, Nihal... pero podemos estarlo si es que accedes a hacer un exámen de ADN

- ¿Así funciona todo, no? Vienes a mi casa, me dices que soy hija de tu hermana, y me pides un exámen?

- Creéme... esto fue muy shockeante para mí y mi familia... y si no estuviesemos interesados por tí, no te habríamos buscado, queríamos conocerte... pero si tu no accedes...

Ella guardo silencio, mientras observaba el suelo de cerámica. Su cabello con ondas, de color cobrizo tapó parte de su rostro.

- Por favor.. solo accede... no estarás comprometida con nada ¿Está bien?

- Está bien...

- Sólo dame tu número telefónico, y dentro de esta semana te llamaremos

Sacó de un cajón del mueble una tarjeta, con su número telefónico, me la tendió, y se despidió con un beso en el rostro.

(...)

- Dime más, hijo... ¿Era ella bonita?-. dijo mamá-.

- Sí... era muy parecida a Ann... bueno, como yo la recuerdo

- ¿Cúantos años dijiste que tenía?-. dijo Elif-.

- Sacando calculos, tiene quince años, casi diesciséis

- Que bueno que haya dicho que si respecto al exámen de ADN-. dijo papá-.

- Propongo que dentro de cuatro días hagamos el exámen, y que luego de ello, la invitemos a cenar a casa-. repitió Christine-.

- Sería una idea maravillosa...

Al llegar a casa, el chófer nos abrió la puerta, y nos bajamos todos del auto.

La casa lucía radiante, como siempre. Tenía cuatro pisos, era de color blanca. Todas las habitaciones poseían balcón. Había una piscina en el jardín, y también una terraza.

- Yo y Elif nos iremos a dormir más temprano, no cenaremos-. dije mientras entrábamos al comedor principal-.

- No hay problema, hijo... yo y tu padre cenaremos, tengan una buena noche

- Gracias, suegra.

Estábamos subiendo las escaleras, y tomé a Elif en brazos. Era liviana en mis brazos fuertes, su piel morena tráslucida era atractiva, recorrí con la mirada sus brazos y sus piernas, observé su rostro límpido y fememino, sus grandes ojos oscuros me miraban, mientras por un momento me sentí romántico.

- Eres un maldito viejo... ya eres tío-. dijo-.

Entonces nos echamos a reir, y ella se bajó de mis brazos, y nos dirigimos a nuestra habitación.

Me dormí, mientras esperaba nervioso que pasaran los dos días que quedaban.

Recordé a mi difunta hermana, luego recordé a Nihal, bajando de las escaleras.

Estaba contento de poder ser tío... y estaba segura de que Nihal era hija de Ann, no bastaba un exámen, su parecido era absoluto... los ojos no mentían...

Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora