Capítulo 26: Resistir

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Hola! Antes de seguir con este capítulo, realmente quería agradecer a algunas de las fans de esta historia, como; Dianavbb- DanielaMenesesCollaz- michelposada-ivalliescarrion-ReyiAguero.

Ústedes chicas, me han animado inmensamente a avanzar con esta novela. Les doy las gracias por todo. Y como muestra de mi agradecimiento, dejaré que me pregunten cualquier cosa de los personajes. (ejemplo: Cúanto calza nihal?- Cómo Christine es físicamente? etc, etc.)

Ahora el Capítulo. :)

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Desperté sola en mi cuarto. Era algo depecionante, porque había dormido con Aaron aquella noche.

Sentí un dolor agudo entre mis piernas. Los recuerdos de aquella noche llegaron a mi mente, acorralandóla. 

Sonreí sola. Pero me sentía distante y vacía. Ya no era virgen.

Me lo repetía, y no podía aceptarlo.

Me puse unos jeans y polera, luego de darme una ducha de agua fría por el calor. También quité mi maquillaje.

Bajé las escaleras con una sonrisa en el rostro. En el primer piso no había nadie.

Miré mi reloj de mano; las 1:30 de la tarde. !Qué tarde! pensé. Menos mal que ya había acabado el año, entonces este extraño horario me atormentaría para ir a clases.

Christine y Thomas estaban en la empresa. No veía a Aaron por ninguna parte.

- ¿Y Aaron?-. le pregunté a una empleada bajita y morena-.

- Llegó hace poco de la empresa para no dejarla sola. Está en salón de libros, al lado del salón de eventos

- Gracias.

Caminé a través de los cuartos, y crucé el bellísimo salón de eventos, para llegar al cuarto en el cual había besado por segunda vez a Aaron.

Toqué la puerta dos veces. Aaron abrió. Vestía unos shorts y polera blanca sin mangas.

Pasé y no dije ninguna palabra. Él tampoco decía nada, como si mi presencia le invadiese por completo.

- Desperté y no estabas

- Tuve que ir con mis padres a trabajar

- ¿Desde cúando trabajas?

- Tengo unas acciones y debo verlas cada cierto tiempo

Él se enfocaba en mover sus manos y mirarlas, no me dedicaba una mirada de sus ojos celestinos en ningún momento. Y lo peor era que yo no me cansaba de mirar esos jodidos ojos que me quitaban el aliento, tal como un montón de chicas más en el pasado, y quizá en el presente.

- !Miráme, por favor!-. le grité, a lo que él se movió frenéticamente, y respondió a la misma magnitud-.

- ¿No lo entienes?! Lo que hemos hecho! 

- Los dos hemos querido, Aaron!

- Me siento tan malditamente culpable-. se llevó las manos a su cara-. pero me gustó. Me gustas, Nihal !Y lo detesto!

Nos quedamos en silencio segundos interminables. Entonces le dije:

- Aquí nos dimos nuestro segundo beso

- Sí...-. recordó-. ¿Por qué haces esto, Nihal?

- ¿Hacer qué?

- No sigas insistiendo, no voy a resistir más, soy un hombre

- ¿Dices resistir?! Si ya todo está hecho, Aaron!

- !Calla, Nihal!

Me acerqué a él, y tomé sus brazos.

- !¿Acaso no lo puedes entender?!}

 - !¿Entender qué?!

Lo besé mientras continuaba con los brazos detenidos por mis manos. Cuando nuestros labios se juntaron, él se mostro intacto e indeferente, pero pronto terminó cayendo a mis brazos, y besaba mis labios con locura, y yo no soltaba sus brazos, y luego tomé sus manos. Me separé bruscamente de él.

- Jamás podrás olvidarme, Aaron Zygasil!-. miré sus manos que tiritaban exageradamente-. !mira como tus manos tiritan con sólo un beso mío!

Llena de rabia y determinación, salí fuera de aquel salón ya testigo de dos besos.

Y entonces mientras iba en la mitad del corredor, sentí pasos seguirme. 

- Nihal!-. dijo Aaron, entonces aceleró sus pasos y me tomó por el brazo, iba a decir palabra. pero me tomó en brazos bruscamente y me dirigió al salón de biblioteca-.

Cerró la puerta con seguro después de lanzarme sobre el diván.

- ¿Qué mierda haces, Aaron?

- Tienes razón! Te deseo hasta morir, Nihal! Te deseo.

Nos quedamos en silencio. Y el se lanzó sobre el sillón.

Era algo diferente el día de hoy. Me quitaba las prendas de ropa con cierta furia, y me besaba con amargura. Porque estabamos sufriendo inmensamente.

Porque no sabíamos del día de mañana.

Apenas sabíamos del presente, pero parecía poco alentador y deprimente, y aunque pecaramos, aunque fuesemos unos calientes de mierda, en el fondo no sólo lo deseaba. También lo quería.

Y nos besábamos como putos locos, y nos excitábamos con cada nuevo tacto que ejercíamos en nuestros cuerpos.

Estábamos completamente locos,

De pronto, de manera inesperada y extraña, tocaron la puerta. Aaron y yo nos separamos rápidamente, mientras él se iba al escritorio y yo tomaba mi celular, fingienod que lo usaba.

- ¿Aaron, Nihal, están allí?-. dijo Thomas-. 

- Sí, papá-. le respondió Aaron-.

Entonces Thomas entró y me saludó. Se sentó en el escritorio y comenzó a hablar de negocios con Aaron, mientras yo me marchaba imperceptible, con cada vez más ganas de Aaron.

Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora