Capítulo 46: Carta a Aaron-.Últimos Capítulos-.

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Capítulo 46:

De: Nihal

Para: Aaron Zygasil.

Asunto:-

Mensaje:

Mañana es tú gran día.

Me cuestiono miles de veces si acaso esto tiene sentido, si es que realmente vale la pena hacer todo esto para remediar las cosas… pero no se pueden remediar, debes comprender.

Que te hayas puesto sobre los demás todo el tiempo, que hayas sido un egoísta antes, no significa que ahora debes pensar en los demás y no en ti. Porque también me haces sufrir.

Resulta irónico pensar que no puedes dejar a tú familia. Que tu queridísima mamá no pueda soportar saber que estamos juntos, y le dé un infarto en su frágil y fino corazón. Que tu padre se muera de vergüenza en decir que tiene un hijo que está con su sobrina. Que tú falsa Elif se muera de la pena y rabia.

¿Qué hay de mí? Muero a cada momento….

No puedes remediar todo esto con simples lágrimas, Aaron. No puedes llorar en mi pecho y fingir que con eso podrás tenerme calmada y continuar aguantando. Porque el tiempo sigue pasando… siguen pasando las horas y los días, y mañana es tu día. Mañana entrarás al jardín de la casa, con terno negro, entrarás a casarte con alguien que no amas. Te casarás sabiendo que serás infeliz por el resto de tú vida, te casarás intentando un dolor remediar… pero no vas a poder, porque aunque te cases, no podrás curar ni quitar tus sentimientos hacía mí, no podrás borrar las sucias cosas que hicimos a escondidas de todos… allí sí que no te importó.

Pero la culpa nos persigue donde vayamos.

Y sigues allí, y yo seguiré aquí, y estarás casado, quizá tengan hijos, uno moreno como Elif, y una rubia como tú, quizá tendrán una casa, pero cuando me mires a los ojos, sabrás que todo es falso, que todo es vacío como tú.

Porque mañana te casarás. Mañana Aaron Zygasil va a casarse. Vendrán todos los periodistas, es seguro. La ceremonia será perfecta en cada detalle, la novia va a verse igual de falsa que siempre, todo será tan hermoso que parecerá real.

Y yo, estaré allí, mirando como pronuncian palabras de amor, viendo cómo se dan el beso, estaré tomándome fotos con la feliz pareja, estaré allí, con una sonrisa en el rostro, aunque desgarrada en el interior.

Y Amanda luego me preguntará; ¿Por qué lloro? Y tendré que mentirle, porque siempre miento. Todo esto es una mentira.

Volveré a mentirle, y lloraré callada, morderé las sábanas, beberé algún trago, fumaré en el balcón tus caros cigarrillos, y volveré a llorar al recordarte.

Porque podríamos haber sido felices. Podríamos estar ahora lejos de todo, amándonos, como realmente merecemos.

Porque no quisiste marcharte, permaneciste aquí, intentado mantener en pie la familia que está destruida de hace tiempo.

Porque extrañarás tus caros autos, también los lujos… el yate, las mesadas, la ropa, las piscinas, los hoteles. Extrañarás que la familia que tanto aclamas querer, te deje vacío. Porque le temes a la pobreza, le temes, porque sabes que no podrás salir de ella, porque sabes que el día en que te suceda, no podrás hacer nada, porque estás acostumbrado a consolarte en objetos materiales, estás acostumbrado a saber que los lujos son sinónimos de comodidad.

Porque no pertenezco a tú mundo, y jamás voy a pertenecer.

Porque no me maquillo tanto como tu prometida, ni tengo excelente gusto en moda como tú, ni tampoco me interesa el precio de las acciones de la empresa de mis abuelos, ni tampoco me importa vivir donde vivo o en la mansión.

Porque en tú mundo conocí la infelicidad.

En tú mundo aprendí lo que era la inseguridad, lo que era el sufrimiento, lo que era la falsedad. Con cada vestido nuevo, con cada lujo o dinero derrochado creía sentirme mejor. Pero no es así… claro que no.

Antes no tenía cosas caras, ni vivía en una casa tan grande, ni recibía regalos como joyas ni cosas de diseñador... Pero era feliz. Era feliz asistiendo a una escuela con chicos normales, era feliz comprando ofertas que aparecían de la nada, era feliz sin auto y sin mansiones.

¡Maldigo el día en que encontraste esas cartas, Aaron! Porque así llamo a mi amor por ti; una maldición.

Fui yo la que continúe con todo esto. Fui yo la que te tenté por primera vez. ¡Pero dime que tú no lo deseabas así!

Lo hice porque te amaba. Porque cada vez que te miraba a los ojos, el deseo me carcomía por dentro, y sentía que eras el aire que necesitaba para vivir.

Porque contigo sentí que empezaba a vivir. Y ahora estoy muriendo.

Y todo me parece aburrido o me entristece ahora. El mundo no me sonríe, y la gente sólo quiere hacerme daño. Y las sombras de mis padres me persiguen y me juzgan, y me castigan, y me quieren arrastrar con ellas al infierno, por el pecado que hemos cometido, por el pecado el cual Dios nos castigará por el resto de nuestras vidas.

El resto de nuestras vidas luego de nuestras muertes.

Mucho después de mañana… mañana.

Porque fingiré sonrisa que desmentirá mi mirada. Porque aún guardo la tela rota del vestido azul. Y aún mis labios parecen afectados por tus besos. Porque jamás podré olvidarte… y en un par de horas te perderé para siempre.

Adiós Aaron.

Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora