Que comience la guerra.

131 20 17
                                    

– ¡Te dije que no fueras a entregar tu botonsito a nadie!

Los gritos de Heechul se podían escuchar fuera de su casa. Mientras tanto, él se escondía tras las sillas del comedor esquivando todo lo que el mayor le tiraba.

– Pero hyung, Kyu y yo aún no hemos llegado a “esa” parte de la relación – Intentaba aligerar el humor del pelinegro.

– ¡Que te crea tu madre! – Arrojó un trozo de pan que había estado comiendo minutos antes – Utilizas mi nombre como salvación para irte a ver con un fulano del que no sabes si es un asesino en serie o no.

– Hyung, mi novio no es ningún asesino en serie – Tenía que defender a su novio de esas falsas acusaciones a como diera lugar.

– ¿Ah no? – Le vio arquear una ceja mientras se cruzaba de brazos – ¿A qué se dedica? ¿Qué trabajos tuvo antes de conocerte? ¿Tiene familia? ¿Se casaría con su mascota?

– Bueno, no es como que le haya preguntado todo eso – Se rasco con cierto nerviosismo la nuca.

– ¿Y entonces que es lo que le preguntas? ¿De qué tamaño lo tiene?

Alarmado por lo que su mayor decía se dispuso a lanzarle de regreso el pan que había servido de proyectil contra él minuto atrás.

– ¡Callate! – Su rostro parecía un tomate en esos momentos – Yo no hablo de ese tipo de cosas con él. Es un hombre de bien y no se atrevería a matar ni a una mosca.

Heechul vio con desconfianza al menor mientras negaba con la cabeza.

– No te dejes llevar, JongWoon. Nunca terminas de conocer a las personas, sólo conoces la parte que ellos te quieren mostrar.

JongWoon lo sabía, sus antiguas relaciones habían sido muy superficies, pero sabía que con Kyu las cosas serían distintas.

Negó un poco mientras bajaba la mirada – Tu no conoces a KyuHyun. Hay algo en él que me dice que todo estará bien. Lo sé hyung, él es el indicado.

– No te haré cambiar de opinión, ¿verdad? – Le vio negar un par de veces – Bien, supongo que sólo me queda cuidarte, cubrirte y regañarte.

– ¿Regañarme?

– Si, regañarte cuando me entere que diste tu tesorito.

– Pero hyung, mi tesorito lo dí hace mucho.

“Ups”.

– ¡¿Qué tú hiciste, qué?!

“¡Huye!”.

Salio corriendo mientras sentía los pasos del mayor tras de él.

– Más te vale que vuelvas aquí ahora mismo o juro que golpeare tu trasero hasta hacerlo puro de nuevo.

Se encerró en su cuarto y se aferraba a la puerta mientras reía escandalosamente.

– ¿Estaría bien decirle que fue su mejor amigo el que me hizo el favor? – Los golpes en la puerta lo habían regresado a la realidad – No, mejor no.

Desde la parte baja, su madre escuchaba los gritos de esos dos.

– Se notan que se quieren mucho – Sonrió mientras avanzaba hacia la cocina – ¿Debería darle a Heechul una copia de la llave del cuarto de JongWoon?

°°°

– Deberíamos celebrar que el negocio está yendo de maravilla.

– Me parece buena idea. He escuchado de un bar que sirve unos excelentes tragos.

– Vayamos después del trabajo.

– Claro, las palabras del señor Kim son órdenes para mi.

– ¿Pero que dice? Usted también tiene todo mi respeto, señor Choi.

Ambos empresarios se veían entre risas y una que otra historia de su día.

– ¿A las seis esta bien?

– A las seis es una buena hora.

Vio como el mayor salía dejándolo solo en la oficina. Ese hombre le agradaba.

-
-
-

– ¿Hola?

– Dile a tu amigo que hoy se llevará a cabo el plan – Una sonrisa siniestra se formó en su rostro.

Era hora de acabar con los Kim.

Mi amado criminal. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora