Mala jugada.

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Le dieron vuelta a casi todo el lugar en busca de buena comida. Sentía que su estomago pronto explotaría.

– Debes de tener un poco más de consideraciones con tu hyung – Se quejo al ver que el menor iba por otra ración de mandú.

– No es mi culpa que no sepas aguantar, hyung – Respondió con la boca llena.

– Oye, no se habla con la boca llena – Le regaño.

Pudo ver cómo el menor asentía y se trataba todo de golpe. ¿Quien diría que ese tragon frente a él era uno de los más millonarioa de Corea? El mundo estaba lleno de sorpresas.

– Dejaras a la señora sin comida si sigues así.

– Pero si tu me dijiste que podía comer todo lo que quisiera – Hablo segundos antes de atragantarse con la comida.

Rápidamente el menor se acercó a socorrerlo, pero luego de ver que volvía a agarrar un poco más de mandu, decidió golpearlo en la cabeza.

– ¡Oye! – Se quejo – Golpeas fuerte.

– Eso te pasa por tragon.

Iba a seguirle reclamando, pero pudo ver como le miraba con recelo. No pudo evitarlo, una carcajada salió de él con la mayor potencia. Ese chico parecía un niño a punto de iniciar un berrinche.

– Eso no fue justo – Abulto los labios mientras veía al mayor reír – Yo sólo quería comer.

Después de unos segundos y un par de miradas cómplices ambos empezaron a reír escandalosamente. Salir con Siwon estaba resultando mejor de lo que esperaba.

El mayor sintió vibrar su teléfono y al verlo se dio cuenta de que era un mensaje del menor. Le parecía encantador que se preocupara tanto por él.

Amor, salí a comer con un amigo. Espero que te la estés pasando bien con tu primo, te amo”

Todo rastro de felicidad se esfumó de su rostro al ver aquella mentira que le había dado al mayor. KyuHyun confiaba en que estaba con Heechul cuando en realidad estaba en una cita con el menor.

– De seguro terminaré yendo al infierno – Susurro para no ser escuchado por el menor.

– ¿Dijiste algo?

– Qué te termines eso antes de que a tu estómago le de por pedir más.

– ¡Hyung! – Se volvió a quejar ante lo cruel que era el mayor con él.

– Deja de quejarte y termina con todo – Le habló sonriendo para después llevar su diestra a la mejilla contraria – Date prisa que aún tenemos mucho que recorrer.

Le vio asentir para volver a embullirse todo lo que había en la mesa. Sin duda tenía un agujero por estómago.

°°°

– ¿Qué te parece si damos una vuelta antes de buscar algo de comer?

– A mí me da igual, yo solo vine porque dijiste que habían postres deliciosos.

– Claro, si no es por comida tu ni te mueves.

Ambos se adentraron en aquella plaza en busca de algo de entretenimiento. Debía admitir que el lugar parecía agradable para una cita.

“Debería traer a JongWoon a este lugar. Es posible que le guste, se ve muy reconfortante”

Trato de buscar algo que llamara su atención, pero por donde quiera que iba el olor a comida lo guiaba por otro lugar. Maldita debilidad por la comida.

– Un día de estos terminaras rodando por tanto que comes.

– Tu callate y sigue caminando.

Después de ver un par de tiendas y comprar algunas golosinas, se dirigieron a unos locales que estaban cerca de una fuente. Parecía que ahí también vendían comida.

– Se ve rico – Habló el castaño mientras avanzaba hasta aquel agradable aroma.

– Mientras sea comida dirás lo mismo de todo.

El menor le ignoro y siguió avanzando hacía el local que parecía llamarle con fuerzas.

– Mira hyung, tienen mandu ahí – Señalo hacia las mesas que estaban fuera y parecían disfrutar de esa delicia.

– Entonces no pierdas el tiempo y camina que mi paciencia no es eterna.

– Pero creí que no querías más comida – Le recordó lo que minutos antes le había dicho.

– Deberias dejar de ser tan hablador. Yo jamás dije tal cosa – Se hizo el desentendido mientras se sentaba en una de las mesas del lugar.

Tardaron unos segundos para que llegara un mesero a tomar su orden. Ese lugar transmitía paz, algo muy bueno siendo que ellos tenían una vida muy estresante. Llevo su mirada por todo el lugar, pero pronto reparo en algo o mejor dicho, alguien.

– Oye, ¿ese de allá no es Siwon? – Le preguntó al menor mientras señalaba un par de meses más adelante.

KyuHyun se giro a ver hacia donde indicaba el mayor y grata fue su sorpresa al ver ahí al nombrado. ¿Qué hacía Siwon en un lugar como ese?

– Deberíamos saludarlo, ¿tu que dices? – Preguntó con una brillante sonrisa.

El menor lo pensó unos segundos, ¿estaría bien hacerlo?

– Está bien, vayamos con él.

Ambos se pusieron de pie para acercarse a donde se encontraba Siwon, pero había una sensación inexplicable que hacía que KyuHyun quisiera largarse de ahí.

“¿Qué es lo que me sucede?”

– ¡Siwon!

Algunas cosas no salían como uno esperaba.

Mi amado criminal. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora