Mi amado criminal.

La verdad ha sido revelada.

Sus manos sudaban como nunca, la mirada que le estaba dando el mayor era inexplicable. Algo le decía que no le gustaría lo que estaba por escuchar.

– Antes que nada, quiero decirte que estas en todo tu derecho si llegas a odiarme después de lo que estoy por decirte.

– ¿Tan malo es? – Le vio dudar unos segundos para después terminar asintiendo.

– Honestamente, no creí que fuera de esta manera, pero tarde o temprano te enterarías de la verdad – Soltó un suspiro y miró al menor – Hace un par de años atrás todo esto que ves aquí, era de mis padres. Ellos eran los mejores empresarios en aquel entonces, pero una persona llegó a estropear todo el trabajo que ellos habían hecho bajo la fachada de un buen amigo.

JongWoon escuchaba atemente las palabras del mayor, podía notar un atizbo de tristeza en la mirada del castaño.

– Un día ellos decidieron salir por asuntos de negocios junto a ese sujeto, pero nunca más volvieron. El tipo regresó con noticias de que habían tenido un accidente a mitad de camino y murieron al instante, pero es algo que jamás pude confirmar. Con el paso del tiempo me enteré que el accidente había sido provocado y aquel sujeto había sido el responsable, desde ese día me dedique a odiarlo y buscar la manera de acabar con él. En la insaciable búsqueda me tope con todo tipo de personas, buenas y malas. Desafortunadamente elegí a las personas equivocadas y terminé haciendo cosas muy malas.

– ¿Qué tan malas? – Preguntó el menor.

– ¿De verdad quieres saberlo? – Le vio asentir – Me convertí en asesino.

Bien, lo había dicho. Se mantuvo a la espera de alguna reacción del menor, pero este parecía absorto en su propio mundo. ¿Había sido un poco brusco al soltarlo de golpe?

“Quizás lo fui”

– Escucha, quizás en un inicio lo hacía solo por venganza, pero luego entendí que si quería enfrentar a es se sujeto debía superarlo en todos los sentidos. Debía acercarme a él de alguna manera y poder cumplir con mi objetivo, pero me di cuenta que tenía más poder del que aparentaba tener. Pasaron algunos meses y terminé trabajando para él.

– ¿Te pedía que mataras? – Preguntó con temor.

– Hacía más que sólo matar. Hubo un tiempo donde me llegue a odiar por lo que hacía, pero ya no tenía escapatoria.

– Pudiste haberte alejado.

– Si lo hacía, moriría y todo lo que había tendió que sufrir para encararlo sería en vano.

Un pequeño silencio se instaló entre ambos. Para JongWoon todo aquello parecía sacado de alguna mala película, ¿cómo podía estar tranquilo sabiendo que su novio era un asesino?

– Se lo que debes estar pensando, yo tampoco confiaría al saber que salgo con un criminal.

– ¿Entonces yo...?

– No, mis intenciones nunca fueron acercarme a ti para matarte – Desvío la mirada del menor – Yo solo deseaba tu cuerpo.

El corazón de JongWoon se agitó ante esa confesión. Deseo, deseo era todo lo que sentía por él.

– Comprendo, fui demasiado fácil, ¿no?

– De ninguna manera. Aunque me acerque a ti con esas intenciones, me terminé enamorando de ti.

– ¿Qué?

– Qué te amo JongWoon, te amo como no creí llegar a hacerlo. Que he cambiado por ti y para ti, ya no deseo solo tu cuerpo, ahora también anhelo tu corazón.

Las mejillas del menor se tornaron rojas por la vergüenza. KyuHyun lo amaba, quería gritar de la emoción, pero había algo que no salía de su mente.

– ¿Dices que el tipo para el que trabajas mato a tus padres? – Le vio asentir – Entonces... ¿Es alguien importante?

– Es uno de los mejores empresarios hoy en día.

– ¿Lo conozco?

– No creo que debas saber eso.

“No cuando tu padre trabaja con él”

– Entiendo – Se quedó en silencio unos segundos para después dirigir su mirada al castaño – No me importa.

– ¿Qué?

– Eso, que no me importa quien seas o que hagas, deseo permanecer a tu lado – Una pequeña sonrisa fue lo que pudo ver el mayor en el rostro del menor.

– ¿Porqué?

– Porque te amo y porque te has convertido en mi todo.

El castaño no aguantando el sentimiento se acerco a besarlo. Sus labios le sabían a gloria.

– Espera – Hablo el menor mientras intentaba separarlo – Aún hay algo que debes prometer.

–¿Qué cosa?

– Promete que pase lo que pase, no habra nada ni nadie que nos separe.

– Lo prometo – Hablo sin titubear.

Esta vez fue JongWoon quien se acercó al castaño para atraerlo a sus labios y besarlo. Era feliz, muy feliz.

“Aquella promesa fue la que nunca pudiste cumplir y aún así, seguí esperando por ti”.