Park despertó y lo vio, nada más estaría con el tres veces más, uno porque lo deseaba de una forma frenética y esperaba que después de eso la cosa se apagara, él no era un hombre que se dejara llevar por el deseo o la cuestión carnal, comenzaba a creer eso de que las leyendas de pronto afectaban a los que vivían ahí, lo besó y él despertó, Min lo abrazó atrayéndolo hacia él,
Yoongi: ¿Sueñas con casarte verdad?
Jimin: No te apures.
Yoongi: ¿Cómo?
Jimin: Digo tú y yo solo rompemos dieta, no más.
Yoongi: Cierto.
Jimin: Así que lo de que me quiera casar o no, a ti ni te va, ni te viene, no eres ni mi novio, me voy a bañar.
Yoongi: Nos damos un baño como el de ayer.
Jimin: OK.
Ni para qué respingar, digo le agradaba, además en dos semanas más él se iría a la otra estación con su soledad y Park se quedaría con puro hombre comprometido, el cual no le atraía, durante el baño, no de plano fue mejor que viniera soltero; lo seducía como ningún hombre lo había hecho en su vida, le rostizaba el cerebro cuando lo besaba, lo acariciaba o sentía su mirada sobre él, no podía estar pasándole eso, pero tendría dos meses para acabar con ello y no volver a flaquear con él.
Min lo veía fijamente durante todo el baño, sabía reconocer cuando el hombre con el que estaba algo le pasaba o molestaba, no era tonto para ello, pero sí para tratar las cosas, la mañana se le fue buscando la forma de abordar el tema, ¿pero qué tema era?, jamás alguien le había dado consejos amorosos, era demasiado orgulloso para eso. De chico siempre solucionaba sus cosas solo, tanto su madre como su padre trabajaban así que él se rascaba como podía para arreglar lo que le preocupaba o angustiaba; el problema es que muchas veces simplemente dejaba a la deriva las situaciones, para no quebrarse la cabeza en arreglarlas.
Park también andaba con su misma revolución del otro día, debía plantearle, más bien comunicarle que solo estaría tres veces más con él porque de alguna forma lo habían acordado y Park muy sacrificadamente cumplía todo lo que prometía; no pudo evitar reírse cuando reparó en lo del sacrificio, mientras Min revisaba a un señor, lo pudo observar de perfil, de plano cayó que estaba bien dotado por donde lo viera. Desde cuándo se ponía a observar esas cosas en un hombre, jamás le habían interesado, la bronca es que a parte del físico, aunque le cayera en el hígado reconocerlo la determinación que tenía él, su carácter imponente y muchas cosas le hacían arder su piel. Nunca le habían gustado los hombres débiles, tontos, ni nada de eso, ¿qué hacía con Ikar?, eso le vino a la mente, era un pendejo para resumirlo en una sola palabra, de milagro más bien con milagritos que hacia su padre había terminado la universidad; ocupaba una buena posición en la empresa donde trabajaba porque era de su papá, muchas veces llegó a meter la pata y le pusieron a un asistente que realmente desarrollaba el puesto de gerente que él tenía solo por título no porque realmente lo llenara.
Min había terminado de revisar a su paciente y hasta lo acompañó a la puerta, lo había atendido con la familiaridad con que lo hacía Park, el resultado fue una consulta donde el hombre le dijo punto y seña de su padecimiento facilitándole el diagnóstico, al verlo ahí sentado todo ausente se acercó y le dio un beso muy profundo al cual Park respondió enseguida; en todo su desbarajuste había caído que Min lo hechizaba con esos ojos, su boca, por muchos detalles que no es necesario especificar, más a parte porque tenía algunas de las cualidades que siempre había buscado en un hombre, nada más que en bruto y requería una pulida ¿valdría la pena tomarse la molestia de dársela?
Yoongi: ¿Dónde andas?
Jimin: Decidiendo si pulo una piedra o la dejo en bruto.
Yoongi: Debo inferir que la piedra soy yo.
ESTÁS LEYENDO
El Colega - Yoonmin.
FanfictionBang desde que vio la forma en que se miraron tanto Min como Park, supo que en el Matamiedos las cosas iban a ser diferentes, la quietud y calma casi podía jurar que se destruiría con esos dos peleando por lo que fuera, ya veía venir las cosas, ¿hab...