El Colega - Yoonmin.

Capítulo 26

Al día siguiente amaneció nublado, cosa que les extrañó a ambos, se dispusieron a salir de Matamiedos a las seis de la mañana para llegar a buena hora al pueblo, antes de dejar Casa el Armado, Min tomó el último preservativo que quedaba, lo abrazó y,

Jimin: ¿Para qué lo sacas?

Yoongi: No lo voy a usar colega.

Jimin: ¿Qué dijiste?

Yoongi: Lo que oíste, fueron cinco momentos maravillosos contigo y quiero conservar este digamos de recuerdo.

Jimin: Min, no te entiendo.

Yoongi: Si colega, lo quiero de recuerdo de lo vivido.

Jimin: Estás bromeando, eso quiere decir que...

Min lo besó impidiendo que siguiera hablando, metió el preservativo a su pantalón para poder abrazarlo bien apretadito a su cuerpo, antes de salir le dijo al oído,

Yoongi: Tal vez una noche que no aguante el recuerdo lo use.

Jimin: Como quieras.

Fueron hasta la camioneta, Min le abrió la puerta, la cabina era muy amplia y los asientos corridos, una persona podía caber perfectamente acostada ahí, hasta dos porque eran muy amplios los asientos, la palanca de velocidades estaba en un costado del volante; no tenían ni veinte minutos que habían salido de Matamiedos cuando comenzaron a caer unas gotas de lluvia bastante grandes en el parabrisas, el silencio era un poco insoportable, nada más que ninguno deseaba romperlo. A los veinte minutos la cosa comenzó a arreciar, era la primera vez que bajaban al pueblo, no se veía el camino, Min iba conduciendo muy despacio, de plano optó por orillarse cuando alcanzó a ver una especie de paradero,

Yoongi: Hay que pararnos no veo nada.

Jimin: Si Min, aparte hay como neblina y la lluvia, no hay nada de visibilidad.

Yoongi: Que bueno que concuerdas conmigo.

Park se puso de lado y se recargó en su puerta, él hizo lo mismo,

Yoongi: Tendrás casa el Armado para ti solito.

Jimin: Si verdad, tú allá arriba será todo para ti y no tendrás al latoso que te haga lavar tu ropa.

Yoongi: Voy a extrañarlo.

Jimin: ¿A quién?

Yoongi: Al latoso.

Jimin: El latoso también te va a extrañar a ti.

La lluvia disminuyó un poco, así que Min se dispuso a arrancar, pero en cuestión de segundos se vino un torrencial mayor al que estaba, Park le detuvo la mano,

Yoongi: Pensé que ya iba a bajar la lluvia.

Jimin: Arreció, no hay que arriesgarnos, podemos desbarrancarnos.

Yoongi: Sí, ninguno de los dos ha bajado al pueblo, solo medio recuerdo el camino de cuando llegamos en Enero.

Jimin: Donde no querías ni verme.

Yoongi: Y ahora no quiero dejarte de ver, ¡cómo cambian las cosas!

Park tragó saliva cuando le dijo que no quería dejar de verlo, él estaba igual, se corrió en el asiento hasta que estuvo muy cerca, sus brazos lo rodearon y se comenzaron a besar, afuera seguía el torrencial de agua que caía del cielo, pero adentro de la camioneta comenzaba otro tipo de torrencial, uno de caricias y besos. Ambos habían bajado sus manos casi al mismo tiempo y comenzaron a desabrochar el pantalón del otro, los vidrios por el contraste de climas entre el frío que se podía sentir por la lluvia a esa hora de la mañana y el calor que estaba desatando lo sucedido en la camioneta comenzaron a empañarse. Al salir como había sentido un poco de fresco, se había puesto un suéter abierto muy ligero, Min trató de sacarle la camisa, pero no pudo, ambas eran del mismo color y pensó que era una sola prenda, Park lo apartó un poco,