Capítulo 25

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Min se dirigió a la puerta y la trancó, no sabía si sus colegas iban a regresar ese mismo día o hasta la mañana siguiente, pero por si las dudas, además amanecerían desnudos como siempre que rompían la dieta lo hacían. El lugar lo había acomodado para que la leña quedara delante del pedazo donde la dejó, en la mañana se dio a la tarea de barrer para que no se sintiera polvo como los días anteriores en los cuales estuvo ahí metido después de la discusión que tuvieron; caminó hasta ahí, en el extremo opuesto había puesto unas lámparas de aceite de las que según se llevaría a la otra estación y Bang antes de bajar al pueblo les dijo que las probaran, el lugar no tenía luz, normalmente cuando iban por leña dejaban las puertas abiertas y con la luz que se colaba era que se podía ver ahí dentro.

Mataárboles tenía un olor agradable, quizás era la mezcla de los diferentes árboles que conformaban la leña para cocinar, toda era donada por los lugareños y había de diferentes árboles, Park estaba de pie recargado en la pared, Min le sonrió, aunque ya llevaba desabrochado el pantalón todavía lo tenía puesto, se aproximó quedando a un metro a lo mucho, eso de hacer cosas para excitar a la pareja jamás las había puesto en práctica hasta que estuvo con Park y de forma inconsciente, el mismo pensamiento le llegó al castaño, ambos se quitaron de forma muy sugerente la poca ropa que llevaban puesta, Min lo jaló, se besaron,

Yoongi: Colega.

Jimin: ¿Qué me haces Min?

Yoongi: Todavía nada, pero si te quiero hacer muchas cosas esta noche y muchas más.

Jimin: Nunca me había pasado esto con un hombre.

Yoongi: ¿Qué?

Jimin: Querer sentir sus labios sobre mi cuerpo, sus manos recorrerlo, su ser dentro de mi regalándome tanto placer.

Yoongi: Estamos en las mismas colega, ¿sigues siendo mío?

Jimin: Aja.

Los dos se pusieron de rodillas, sintiendo como sus cuerpos temblaban, mientras Min había ido a cerrar la puerta, Park dejó a la mano los preservativos, los había metido en su short cuando lo bajó en el árbol y de dejarlos en la bolsa, casi podía jurar que ninguno se acordaría de usarlos. Recordó las palabras de que era bueno tener reservas, porque aunque no lo hicieran diario, igual una noche estaban muy encendidos y definitivamente esta noche así estaban, no hubo mucho preámbulo cuando lo sintió dentro de él, cuando estuvo inmerso por completo, viéndolo fijamente a los ojos,

Yoongi: Tus terrenos son míos.

Jimin: Aprovéchalos bien Min.

Yoongi: Los voy a aprovechar tan bien que te juro...

Jimin: ¿Qué?

Yoongi: En la vida lo olvidarás.

Lo que siguió realmente difícil lo olvidaría, salvo que sucediera algo mejor, los dos estaban enloquecidos, se movían de una forma incesante, el espacio se les hacía poco, todo lo que había puesto Min se había movido y se encontraba a un lado de ellos que estaban en el piso directamente, Park sintió la frialdad de este y se quejó un poco; callado no había estado, pero el sonido que hizo era diferente, los dos reían como si se hubieran leído el pensamiento, giraron una vez para cambiar de posición y después otra, ninguno se acordaba del hecho de cuidarse, sintió la intensificación de los movimientos del pelinegro, fue suerte, pero movió su mano y sintió los preservativos,

Jimin: Min detente.

Yoongi: Ni en sueños Park, eres mío.

Jimin: Uhmm, sí, pero...

Yoongi: Así me grites no me detendré.

Lo besó y prosiguió, exactamente no quería gritarle, pero debía ponerse el preservativo o corrían peligro de alguna consecuencia que ninguno francamente buscaba,

El Colega - Yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora