Jimin sentía como le temblaban sus piernas, no sabía ni que contestarle, de plano le estaba dejando la responsabilidad a él de decidir, ¿qué era lo mejor?, lo amaba de eso no tenía duda, ¿casarse o no?, siempre soñó con ese momento, cada detalle de la boda aunque la gente había metido su cuchara en muchas cosas, le había encantado, desde lo más pequeño, hasta se imaginaba la forma en que el padre hablaría, todavía tenían dos pláticas pendientes, una con Doña Gertrudis y otra con el padre; mientras Jimin analizaba todas esas dudas, Yoongi no le quitaba la vista de encima, se estaba arrepintiendo de haberle dejado en sus manos esa decisión, porque si se negaba le iba a doler, la casa heredada por su abuela consideraba estaba perfecta, mientras durara su embarazo acomodaría la recámara en el estudio que se encontraba en la planta baja, para evitar algún peligro con las escaleras, había asignado las recámaras, posiblemente adaptar ahí mismo más adelante un lugar para tener los dos un consultorio, en fin, tenía planes para una vida juntos,
Yoongi: Cielo, ¿qué decides?
Jimin: Yo decido.
Yoongi: Tú eres el del pánico, no yo.
Jimin: Gracias.
Yoongi: No mi cielo, yo también lo siento, sin embargo eso no me atormenta, creo es normal.
Jimin: ¿Sentir miedo?
Yoongi: Vamos a enfrentarnos a dos cosas desconocidas para ambos, el matrimonio y tener un bebé.
Jimin: Yoongi hace tiempo yo pensé en ti como el hombre con quien podría casarme y formar una familia, tienes muchas cualidades que me atraen.
Yoongi: Entonces, ¿por qué ahora estás así?
Jimin: Porque esa vez caí en cuenta que jamás podría ser, tú no quieres.
Yoongi: Quería cielo.
Jimin: OK, querías ningún tipo de compromiso, yo solo representaba la posibilidad de romper la dieta, la cual te estaba volviendo loco.
Yoongi: Ni voy a negar eso, también a mi se me ocurre únicamente pedir estar en la casa contigo, se me estaban quemando las habas, por más al verte envuelto en una toalla, con tu pijama.
Jimin: Mi madre me lo advirtió, estando aquí, en algún momento a todos les pesaría no tener a sus parejas, sin embargo al enterarme de que todos estaban casados sentí mucha tranquilidad.
Yoongi: Yo no estoy casado, hasta el día de hoy, porque espero para el 26 de Octubre estarlo.
Jimin: Dirás 25.
Yoongi: Ese día contraeremos nupcias, pero al día siguiente amaneceremos por primera vez como esposos.
Fue tan tierna la forma en la cual lo dijo, que Jimin lo besó, casi se estrujaron los dos, de pronto Jimin fue cayendo en cuenta de muchas cosas durante esos segundos de abrazo, ¿a qué le temía en esencia?, el corazón lo había entregado, porque de otra forma no estuviera embarazado, si solo se hubiera limitado a una cuestión de "romper la dieta", la razón le hubiera marcado jamás hacer algo sin cuidarse, además recordó una frase del fantasma, "el hombre es de barro se puede moldear", eso estaba haciendo él y con mucho esfuerzo, en la vida lavar ropa había sido algo atractivo para Yoongi y en los últimos días, se había encargado de hacerlo, también las tareas pesadas como acarrear leña y asuntos de esos los había absorbido, lo cuidaba mucho, desde si comía, que podía tomar o no por el embarazo, ¿qué más podía pedir?, no era un hombre perfecto, pero estaba cambiando "por amor", los señores tenían razón casarse era posible si existía ese elemento y de ahí para adelante los dos construirían su relación, su vida juntos,
Jimin: Si quiero amanecer así Yoongi.
Yoongi: Mi cielo eso significa.
Jimin: Vamos a casarnos, te amo.
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El Colega - Yoonmin.
FanfictionBang desde que vio la forma en que se miraron tanto Min como Park, supo que en el Matamiedos las cosas iban a ser diferentes, la quietud y calma casi podía jurar que se destruiría con esos dos peleando por lo que fuera, ya veía venir las cosas, ¿hab...