El Colega - Yoonmin.

Capítulo 68

La lucha de sexos en Matamiedos disminuyó considerablemente, Gertrudis y Edward decidieron trabajar de forma conjunta para sacar adelante la encomienda dejada. En pro de hacer mejor su trabajo pasaban largas horas en las noches platicando sobre los planes para la próxima generación, lo que haría y lo que no, así mismo definiendo nuevas actividades para los incautos del presente,

Gertrudis: Creo con todo esto las cosas mejorarán considerablemente.

Edward: Sí, me agradó la idea de cobrar significativamente por las consultas para tener más material.

Gertrudis: ¿Y la idea de Doña Tommis?

Edward: Es un tanto descabellada, cobrar la entrada para el bautizo de las hijas de Jimin y Yoongi.

Gertrudis: La gente los aprecia mucho, todos cooperarán para dar la fiesta, los ingresos servirán para construir un buen centro de salud que nos urge.

Edward: No sé, quizás sea bueno preguntarles a los papás de esas pequeñas.

Gertrudis: Estoy segura no se negarán, es una buena causa.

Edward: Hay que hablar con ellos para ver si acceden.

Gertrudis: Hecho, bueno me retiro a dormir, nos alargamos en la plática.

Edward: Si es tarde.

Gertrudis se fue a su recámara y comenzó a desvestirse, Edward revisó las anotaciones que habían hecho y le surgieron algunas dudas, iba tan concentrado en las preguntas a hacerle a Gertrudis que olvidó tocar, abrió la puerta y se topó con ella en paños menores,

Gertrudis: ¡Salte!

Edward: Perdón.

Dejó la habitación sumamente avergonzado, Gertrudis estaba como en shock, desde afuera Edward le pidió disculpas por la irrupción a su recámara, aunque lo escuchaba Gertrudis no contestaba nada, tras la separación con su marido ningún hombre la había vuelto a ver desnuda. Incheon resultó un buen refugio, aunque quizás más su atuendo estrafalario, la mayoría de los hombres del pueblo en cierta medida la veían como una loca, otros a veces tenían duda si no se trataba de un fantasma y los menos guardaban una atracción por ella.

Edward: Gertrudis lo siento, no era mi intención.

Gertrudis: ¡De verdad!, porque no pareció.

Un gusanito extraño la recorrió cuando pasó el impacto, se enredó en su bata y abrió la puerta,

Edward: No era mi intención, de verdad te lo digo.

Gertrudis: Sea o no haya sido me viste desnuda.

Edward: Y eso es...

Gertrudis: Malo, porque va a crear tensión sexual entre nosotros.

Edward: No creo.

Gertrudis: La cual requiere liberarse.

Se rió e intentó desabrochar su pantalón, Edward estaba tan perplejo con las acciones de Gertrudis que ni siquiera la detuvo, unos minutos después estaba él desnudo, un aire lo hizo reaccionar ante ese hecho,

Edward: Me has desvestido.

Gertrudis: Era lo justo.

Edward: Dijiste algo de la tensión sexual.

Gertrudis: Sí, seguro tendrías fantasías conmigo, no estoy de mal ver modestia aparte.

Edward: Deja examinar.

En medio de una risa, Edward le quitó la bata y le dio una nalgada,

Edward: Están bastante rígidas para tu edad.