Capítulo 31

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La canasta que había dejado la casamentera como habían decidido nombrarla y más que verla como fantasma, era un ser especial mandado por alguien para flecharlos, digamos que cupido disfrazado en cuerpo de una señora de edad avanzada, Yoongi fue a traer unas flores para despertarlo, cortó algunas y cuando iba de regreso,

Doña Gertrudis: Vas por buen camino.

Yoongi: ¿Usted cree?

Doña Gertrudis: Sí, pero debes conquistar a ese hombre.

Yoongi: Lo amo, creo que él no lo hace.

Doña Gertrudis: Quizás no tanto como tú, a ti te atraparon por fin el corazón.

Yoongi: Tal cual casamentera.

Doña Gertrudis: Soy la vieja Gertrudis.

Yoongi: Cierto, así me dijo que se llamaba, lo olvidé con tantas cosas.

Doña Gertrudis: Fue linda la forma en que le pediste que fuera tu novio.

Yoongi: ¿Nos vio?

Doña Gertrudis: Claro, sigue así muchacho, a él debes demostrarle que un hombre no debe ser tal cual uno lo concibe.

Yoongi: Lo haré.

Regresó a su lado, para ser fantasma no le daba miedo, ya la veía más como una especie de mensajera de su madre, lo despertó con un gran beso,

Jimin: ¡Flores!

Yoongi: No tengo muchos recursos aquí.

Jimin: Aunque los tuvieras siento que no eres del tipo el cual los utiliza mucho.

Yoongi: No era, lo quiero ser, todo para conquistarte.

Jimin: Estoy poniendo trabas.

Yoongi: Dijiste que ya no las pondrías.

Jimin: Voy a poner de mi parte.

Yoongi: Gracias, si no vas a descuartizar mi corazón.

Casi finalizaban la segunda semana de julio, los dos andaban muy tranquilos haciendo limpieza en la reserva, en eso tocaron de forma muy desesperada la puerta, Park iba a abrir sin ni siquiera preguntar, pero Min lo detuvo,

Jimin: ¿Qué pasa?

Yoongi: Guarda silencio.

Lo arrastró a la parte separada de la reserva,

Jimin: Están tocando ¿por qué me traes aquí?

Yoongi: No hables, voy a salir yo solo a abrir, cierra esta parte en cuanto lo haga y oigas lo que oigas no salgas.

Jimin: ¿Por qué?

Yoongi: Hazme caso por favor.

Algo le había dado mala espina con la forma en que tocaban, hizo lo que él le pidió, Min abrió la puerta, dos hombres robustos y mal encarados aparecieron enfrente de él,

Yoongi: Buenas tardes, ¿necesitan ayuda?

- ¿Está solo?

Yoongi: Sí, así es.

- ¿Quién es usted?

Yoongi: Soy doctor, estoy haciendo mi servicio aquí.

- ¡En medio de la nada!

Yoongi: Sí, brindo ayuda a los campistas que vienen por estos rumbos.

- No hay ni un alma aquí.

Yoongi: La temporada fuerte ya casi termina, las lluvias que van a comenzar disminuyen el flujo de turistas.

- Un doctorcito.

El Colega - Yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora