Mi súperintendente Jack Conway

T1. 6

PERSPECTIVA DE _______________

Los días pasaban tranquilos, todo seguía normal, Gustabo y Horacio metiéndose en problemas, Segismundo llevaba ya no sé cuantos miles de dolares en multas, Greco no había cambiado conmigo, ni yo con el, habían ligeros coqueteos de vez en cuando, Conway malhumorado como siempre, la verdad es que lo veía un poco más tranquilo que antes, era un miércoles realmente tranquilo, entonces iría al despacho de el súper para hacerle plática.

Me dirigí hacia su despacho, el me volteó a ver.

-¿Cómo le va súperintendente? - le pregunté con buen humor

 -Bien - dijo fríamente, como siempre.

- ¿Podemos hablar? - 

-Siéntate -dijo en un suspiro

 -¿Crees que he hecho bien mi trabajo hasta ahora? - le dije solo para hablar de algo.

Conway me volteó a ver por encima de sus gafas, dio un gran suspiro que parecía más gruñido.

- Lo has hecho decente, te falta mucho para hacerlo bien- dijo bajando nuevamente la mirada a seguir leyendo unos archivos.

- Bueno, pero debe de haber cosas que hago realmente bien ¿no? -le dije ahora alzando una ceja

 - ¿De qué cojones hablas? - me dijo mirándome de nuevo

 - Bueno, que para ponérsela tiesa al súper intendente, debe ser algo diferente - le dije sonriendo

Conway cambió su postura, se veía molesto.

- CAPULLA DE MIERDA, SI ESTAS TOCÁNDOME LA POLLA MIENTRAS MANEJO NO PUEDO MOVERTE DE ENCIMA, PEDAZO DE IMBÉCIL - Gritó, estoy segura que se escuchó incluso afuera de el despacho.

- No hablaba de eso -  le dije mirando a otro lado

 -¿Qué? , ¿qué cojones dices? - me dijo extrañado

 - Ya sabes súper... las duchas... -

Conway abrió tanto los ojos que pude verlos a través de las gafas, iba a decirme algo cuando se escuchó por radio a Leónidas.

-ATENCIÓN, NECESITO REFUERZOS EN JOYERÍA, TORRENTE ESTÁ HERIDO, REPITO, TORRENTE HERIDO, TENEMOS TIRADORES EN EDIFICIOS CERCANOS Y UNOS 5 ENCAPUCHADOS DENTRO -

- MANDA 10-20; VÁMONOS NENAZA, DESPUÉS HABLAMOS DE ESTO, TODO MUNDO A LOS PATRULLAS, CAGANDO OSTIAS - Gritó Conway mientras salíamos corriendo de la comisaría.

Nos subimos todos a los Z, hasta Horacio y Gustabo venían con nosotros, llegamos a la parte trasera de la comisaría y nos dividimos, Horacio se adelantó para hacerse el héroe y milagrosamente abatió a un encapuchado.

Yo iba con Conway, detrás de el, hacía lo que me ordenaba, lo tenía muy muy cerca, alcanzaba a oler su colonia, y el ligero olor a cigarro que siempre despedía.

- Muy bien, ¿están atracando, es un atentado o que cojones ocurre? - preguntó por radio.