Mi súperintendente Jack Conway

T1.33

La ambulancia se llevó a Greco, Ivanov iba con él.

Otra ambulancia se encargaría de llevarnos a Conway y a mi a su apartamento, ya que el no estaba lastimado, solo necesitaba descansar, yo me quedaría con él. Me acerqué a, Gustabo y Horacio, me vieron con pesar.

- Cualquier cosa no dudes en llamarnos _____ ¿de acuerdo? –

- Sí Horacio, gracias, cuídense chicos, por favor, quédense aquí hasta que el resto de los agentes se despierten –

- Claro, si a fiesta todavía no acaba – dijo Gustabo, tratando de hacer reír.

- Vale chicos, les marco en un rato – Los abracé y me subí a la ambulancia.

En el camino iba pensativa, ¿qué coño haría cuando despertara, se acordaría de todo? ¿Me iba a dejar? Tantas preguntas.

Llegamos a su apartamento, los enfermeros me ayudaron a acomodarlo en su cama.

- Muchas gracias médicos –

- De nada señorita, si necesita algo nos llama, aquí les dejamos un par de pastillas para el dolor de cabeza que va a traer mañana –

Se fueron los médicos, y me recosté al lado de Conway, se veía tan tranquilo dormido, no parecía el hombre que vi golpeando a otro agente, su mirada de ira, su voz ... era otro hombre. No había sido mi Jack el que había hecho eso, no a un miembro del cuerpo de policía.

Me quedé despierta todo lo que restaba de la noche, me levanté a hacerle algo de comer para cuando despertara, unos sándwiches estarían bien. Puse a funcionar la cafetera, no tardaría en despertar.

Un vaso con agua para sus pastillas, y a esperar.

Gustabo me había mandado por WhatsApp todos los videos que había grabado de la noche.

No podía evitar sonreír al verlos, como nos habíamos divertido, aunque no recordaba nada, nos la habíamos pasado de puta madre, incluido Conway, estuvo riéndose mucho, hasta que Gustabo sugirió un concurso de ver quien bebía más y fue cuando todo se salió de control.

Pusieron música y empezaron a bailar sobre las mesas, las cuales tiraron, pues todos los agentes caían, tiraban cada vaso que agarraban... bueno, una jodedera.

Gustabo grabó todo, nos grabó a Conway y a mí, besándonos como quinceañeros.

El video de Conway era de otro mundo, era el, con un caballito de palo, montándolo cantando Barbie Girl, con una voz como de payaso, yo aplaudiéndole de lejos, Volkov con una mano en la cara lamentándose de ser a su jefe así.

Otro video, Gustabo bailándole al súper intendente en calzoncillos y Horacio con un dildo, Conway insultándolos diciéndoles que se alejen.