T2. 17

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PERSPECTIVA CONWAY





Levanté la cabeza, al mismo tiempo que me levantaba, sorprendido, nervioso, tenían una bebé en brazos los médicos... la bebé más hermosa que he visto en mi puta vida, era perfecta.

La sensación era... completamente nueva, renovada, limpiaron a mi hija, me la pasaron en brazos, envuelta en una pequeña toalla rosa, mi hija, era mi hija a quien estaba viendo, era preciosa, en cuanto la tomé en brazos calmó su llanto, y abrió sus ojos un poquito, pude verlos, eran bellísimos, se veían de una tonalidad aceituna, con la mirada más preciosa, llena de ternura. Una nariz diminuta, unos deditos minúsculos, la carita redonda, su piel algo rosada, buscaba sus ojos con los míos, la comisura de su boca era bellísima, su cabello se veía color claro, era hermosa, preciosa, el ser más encantador que haya visto jamás.

Sentía tanto amor en mi corazón, en mi pecho, que podría explotar el hospital en mil pedazos, detendría un asteroide con mis propias manos con tal de cuidarla, inventaría un color nuevo solo por verla feliz, guardaría cada jodida tormenta en el bolsillo de mi pantalón si estas les dan miedo.

Prometo que jamás te va a ocurrir nada, antes daría todas las vidas que me quedaran por mantenerte a salvo, te amo, te amaré por siempre, tu y mi esposa serán mi prioridad el resto de mis días.

Lloraba de felicidad, de emoción, le sonreía a mi hija, acariciaba sus manitas.

Joder, que hermosa era, esta perfección solo pudo haber salido de una combinación mía y de ______________.

- ¿J-Jack? –

Escuché, en voz baja, volteé y __________ tenía los ojos abiertos, viéndome.

Me acerqué a ella, con la bebé en brazos y la puse en su pecho.

_______ sonrió, y comenzó a llorar, miraba a nuestra hija con tanto amor, le dedicaríamos la vida entera a esta niña, sería la bebé más amada del puto planeta.

- Es hermosa... - decía con las palabras entre cortadas por el llanto.

- Se parece a ti – le sonreí

- ¡No digas!, se parece a ti, mira la forma de esos ojitos – le tocaba el rostro a la niña

- Y mira esa naricita, es la tuya, pero en pequeño – le contesté

______ sonrió.

- Oye... No siento las piernas – me dijo un poco asustada

- Está bajo anestesia, señorita ________, después de un rato se sentirá mejor, pero tendrá que seguir anestesiada por la operación reciente – dijo una ems.

- Vale... si, creo que recuerdo todo –

- _______, moriste, por unos segundos, ¿tú sabes que se me venía el mundo encima? –

- Lo sentí como un sueño, sentí el momento exacto que mi corazón dejó de latir, es una sensación muy extraña, pero llena de paz, dejé de sentir dolor, miedo, angustia, todo lo negativo se fue –

- Comprendo... gracias por volver – le sonreí ligeramente

- ¿Estás de coña?, No iba a dejar a mi esposo y a mi hija solos – me sonrió

La besé, besé su frente, acaricié su rostro, verla conmigo, sosteniendo a mi hija en brazos, que sensación, que puta bendición, joder.

..

..

Pasaron unas dos semanas, que estuvimos en el hospital, con ___________ en recuperación, al lado de nuestra hija.

No me movía demasiado de allí, iba a casa a terminar de ordenar la habitación de nuestra bebé, a dejar los últimos arreglos como su cuna, biberones, todo lo necesario para la llegada de nuestra nueva bebé.

Volkov resultó herido, Roy le metió un par de tiros y huyó, estaba en otra habitación, con Horacio acompañándole.

No habíamos planeado el nombre de nuestra hija, creíamos que al ver su carita sabríamos el nombre ideal, y no habíamos fallado, ambos habíamos acordado como se llamaría, y era perfecto.

Keila, que significa "fortaleza".

Era perfecto. Ella había sido valiente, guerrera, quería nacer en medio de un puto tiroteo, ¡esa es mi hija coño!

Era la mejor guerrera del mundo, junto con mi esposa. Me sentía feliz, feliz como nunca lo había estado, ahora mismo Roy no me importaba, solo mi hija y mi esposa.

..

..

- Hoy nos podemos al fin ir a casa – le sonreí a ___________ .

- ¡Al fin!, estoy harta de la comida de hospital – me sonrió de regreso.

..

Firmamos unos últimos papeles, y finalmente _______ fue dada de alta.

Pasamos a ver a Volkov antes de irnos.

- Volkov, ¿cómo lo llevas? –

- Bien, me siento mejor, ya quiero irme a casa, estoy hasta la polla de la comida de hospital –

- ¿A que es horrorosa? – le contestó _____________.

- Preferiría que mi estómago se comiera a si mismo antes de comer esa mierda de nuevo –

- Es verdad, me ha obligado a traerle galletas desde ayer – dijo Horacio, quien estaba sentado junto a su cama.

- Aguanta un poco más capullo, ya no queda nada –

- Es verdad amor, cuatro días más y nos vamos a casa – le sonrió Horacio.

Volkov suspiró.

- ¡EY!, ¿Qué es eso que llevan en esa mantita... ¿acaso...? – dijo Horacio emocionado.

_________ sonrió y se acercó a la camilla de Volkov, con Horacio, para enseñarles a Keila.

- ¡No jodas! Es preciosa – dijo Volkov

- __________, es bellísima – Horacio comenzaba llorar.

- ¿Cómo se llama? – preguntó Volkov

- Keila – le contesté sonriente.

- Enhorabuena jefe, es una niña preciosa – sonrió Volkov, mirando a Keila.

- ¿Y ustedes para cuándo? – sonrió ___________.

- Ee-e-h ¿para cuando qué? – preguntó Volkov nervioso mientras Horacio se ponía rojo.

- Ya saben, ¿tener un bebé? – preguntaba ________ feliz.

- N-no hemos hablado mucho de eso, no quiero presionar a Volkov – dijo Horacio con una mano detrás de su cabeza, sonriendo un poco, estaba nervioso.

-

Volkos había desviado un poco su mirada. 

Joder, que buena era _____________ para incomodar a la gente, me divertía mucho, a decir verdad.

- Eeee bueno, es hora de irnos, mis dos mujercitas deben estar cansadas – intervine para tratar de apresurar las cosas.

- ¡S-si, si!, vayan, antes que anochezca – dijo Volkov aliviado.



Nos despedimos de ambos con un abrazo y nos dirigimos a casa.

Mi súperintendente Jack ConwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora