T2. 7

3K 218 122
                                    



PERSPECTIVA DE _____________________.

Le mentía, le mentía a Jack sobre que no recordaba nada, yo sabía todo, todo lo que esos hijos de puta me habían hecho, de como me drogaban día y noche, lo que hacían conmigo, y con mi cuerpo, me sentí mal todo el tiempo, es verdad que ni de joda habría podido saber que pasaron tantos meses, realmente pensé que habrían sido semanas, estuve perdida en muchas ocasiones, si que tenía lagunas mentales donde no había nada, pero en mi mente estaba cada puto rostro, incluyendo el del calavera, el cual apareció una sola vez, el creyó que estaba dormida, cuando retiró su máscara para fumar un cigarillo.

Jack había matado a dos, yo mataría al resto.

Me recosté finalmente en esa cama enorme, cómoda, al lado de mi esposo.

- Eeeeh, cariño, ¿qué le pasó a los muebles? – veía que eran nuevos.

- Digamos que... me hicieron enojar – dijo un poco apenado.

Sonreí un poco, sabía la locura de mi Conway, sabía perfectamente lo que había pasado.

..

..

Ha pasado una semana, que he descansado en casa, Jack no ha dado la noticia de que estoy bien y en casa, para no llamar la atención.

Ha salido a trabajar normalmente, cada día al volver, no para de pedirme disculpas, cada día es una flor distinta, me consiente, me besa, a veces en las noches lo escucho llorar.

Mi Conway, podía darme cuenta del miedo que tuvo, de lo realmente preocupado que estuvo todo este tiempo.

Lo notaba sumamente arrepentido, y que se culpaba a si mismo por lo que había ocurrido, yo ya no hallaba más como decirle que no había sido su culpa.

Yo ya moría por salir de casa, ver a mis compañeros.

Era una noche, Jack se encontraba abrazándome, acariciando mi cabello.

- Cariño, quiero volver a trabajar -le dije

- ¿Estás loca?, tienes una semana apenas de reposo, los EMS dijeron que mínimo un mes, debes recuperar tu fuerza, tu masa muscular –

- Pero me aburro –

Jack suspiró.

- Tengo una idea – me dijo.

Al día siguiente, el se fue al trabajo. Era aproximadamente medio día, cuando escuché la puerta del departamento abrirse.

Me espanté, Jack no llega a esta hora, me levanté, con mi taser en la mano, y me puse detrás de una pared.

Escuché pasos metiéndose al apartamento, no era una persona, eran dos.

En un rápido movimiento disparé a uno, el cual cayó al suelo.

- JODER - gritó Horacio viendo a Gustabo en el piso retorcerse por la electricidad.

Bajé el arma, en lo que Gustabo se reponía y se paraba.

- Muchachos – le sonreí.

- ¡___________! – gritaron ambos.

Me acerqué a ellos a abrazarlos, un abrazo que ansiaba darles, los tres llorábamos. Era un momento realmente sentimental.

- ________, teníamos tanto miedo, joder, c-creíamos que... que tu ... - a Horacio se le cortó la voz.

- Nos alegra tanto que estés bien – dijo Gustabo entre lágrimas.

Mi súperintendente Jack ConwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora