T1. 1

17.6K 612 932
                                    


!Hola! Antes que nada, debo comentar que soy Mexicana 100%, mi pobre intento de hablar como española podrán verlo a continuación, de antemano una disculpa a todos esos Españoles que leerán esto y les van a arder los ojos !jaja!.

Disfruten. 

!Ah! otra cosa, esta es una historia de Jack Conway X Lectora o mejor conocida como rayita, para meterse un poquito más en personaje;). 




-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Perspectiva de __________


Son las 2 am, veo como una sombra entra a mi tienda de campaña, mi primera impresión claro es tener miedo, conforme se va acercando veo esa silueta tan familiar, la que tanto deseo. Un brillo de la luna me permite ver su cabello azabache.

 Lo tengo frente a mí.

Esos ojos tan penetrantes, me observan en la oscuridad, escucho una ligera respiración.

.-Jack, ¿que haces aquí?, nos pueden ver -

-Ya sé ______, pero, no podía dormir, y yo...te necesito conmigo - me dijo en voz baja

-¿Jack?.. pero tú dijiste.. D-dijiste que...- mierda, se empezaba a cortar mi voz.

-Sé lo que dije, joder pero...- dijo en un suspiro

-Sinceramente, no sé que es lo que quieres, que más quieres de mi- dije mientras me sentaba, dejando caer la sabana, dejando al descubierto una fina pijama que dejaba marcarse mis pezones. 

La luz de la luna alumbraba ligeramente la escena ahora.

Jack hace caso omiso a mis palabras, el me besa, y yo no lo pienso dos veces, joder, lo amo, a este punto lo amo con todo mi puto ser, días de pensarlo, de querer este momento íntimo con el, de desearlo cada día, creo que esto iba más allá del deseo, creo que esto era amor. 

Le sigo el beso profundamente, cerrando fuerte mis ojos, y el mete su lengua suavemente a mi boca, saboreo su interior, que para mí desde que lo conocí me desconectó algún cable que tenía conectado a la cabeza, baja su mano a mi blusa, y toca mis senos ya con un poco de desesperación. 

No lo culpo, siempre tenemos muy poco tiempo para esto, sin embargo la pasión es muy fuerte.

Me despoja de la blusa, en la oscuridad me observa, y se abalanza a lamer mis senos, yo gimo, muy bajo, no pueden escucharnos.

Siempre me ha dicho que le gustan mis senos, que son perfectos, los más perfectos que haya visto alguna vez, aunque hasta ahora solo lo habría dicho al momento de tener sexo. 

Jack Conway, la perfección echa persona. Pasa su lengua en círculos por mis pezones, mientras yo siento como me voy mojando cada vez más.

-Mmhh... como las extrañaba cariño, no sé como he podido sobrevivir solo a pajas pensando en ti, pensando en esto - decía con desesperación, sin dejar de estar en medio de mi pecho.

Me hizo recordar una vez, que la comisaría ya estaba sola, y estaba cerca de las duchas, al asomarme pude ver a Jack Conway recargado en una pared, con su brazo sobre la pared, y su cabeza sobre su brazo, completamente desnudo, y mojado, dándose una ducha, haciéndose una paja, imaginaba que el creía que estaba solo, pues gemía sin pudor alguno, lo escuché decir mi nombre, me sonrojé de sobre manera y sentí como un calor subía por mi cuerpo, quise entrar a terminar el trabajo, pero apenas tenía una semana de conocerlo.

Regresando en mi, le desabroché el cinturón, y bajé su pantalón. Logré sentir por encima de su bóxer su erección prominente.

- Joder, que tiesa me la pones, y apenas me has tocado - dijo Jack con una sonrisa malvada.

El sube a besar mi cuello, pasando de dar mordiscos aquí y allá, besándome suave y luego más apasionado, saco su miembro del pantalón y comienzo a masajearlo, haciéndo que Jack se estremezca y saque pequeños gruñidos.

Yo no lo aguanto más. Bajo, y sin dudarlo meto su gran miembro a mi boca, nunca he logrado que entre completamente.

-Ahora sí que se te está poniendo tiesa- sonrío mientras sigo en lo mío.

Lo lamo con desesperación, pues sé que tal vez pase un tiempo para que volvamos a estar juntos, el gime.

- Mierda, _______, vas a hacer que me c-corra, j-joder - Lo miro a los ojos, y el los entrecierra cada que yo muevo la cabeza hacia arriba y hacia abajo, cada vez más rápido.

-A la mierda, no puedo más - me dice Jack, mientras me levanta, me da la vuelta, para apoyarme en cuatro y baja mi short de pijama junto con mi ropa interior, y sin pensarlo más, entra en mi.

Empiezo a gemir en voz baja, mientras el se mueve, de una manera lenta, deliciosa.

- ¿Me extrañabas? - escucho que me pregunta a mis espaldas

-S-si - gemía lo más bajo que podía, pues habían más tiendas de campaña al rededor.

-Grita -

-¿Q-qué? -

- Grita joder, se que quieres - me decía mientras empezaba a moverse más rápido.

-N-nos van a oir... - le decía tratando de controlarme. 

- Me la suda -Dice en voz baja, mientras va aumentando el ritmo, tomando mis caderas, y empujándome hacia el en cada embestida. 

Yo empiezo a gemir un poco más fuerte, y el toca mis senos desde esa misma posición, sin dejar de moverse, juega con mis pezones.

Yo estoy cada ves más excitada.

-!AH, !AH!, SIGUE, SIGUE - se había ido a la mierda, gritaba de placer como el quería.

-J-joder, sigue..sigue gimiendo para mi - Me decía mientras el jalaba de mi pelo.

-Su-super intendente, estoy por venirme...- Le digo entre gemidos, a el le fascinaba que le dijeran así.

El forma una sonrisa maliciosa en su rostro

-Así me gusta – dice el. 

Entonces lo hace más rápido, dándome embestidas mucho más fuertes, pasa una de sus manos a mi clítoris, mientras se sigue moviendo. Juega con el, usando dos dedos, lo acaricia rápidamente, es un experto. 

Yo no lo puedo aguantar más, y en un gran gemido llego al éxtasis, inundada de placer .

Jack no se detiene, sigue haciéndolo muy duro.

-Eso nena, síguete corriendo para mi... - dice con voz agitada, respiración acelerada.

Yo tengo un orgasmo tras otro, me retuerzo un poco, y gimo muy fuerte.

Jack me tapa la boca, pues mis gemidos habían llegado ya a un nivel que todo Los Santos me escucharía.

-_____, nena, estoy por llegar  - dice el entre gemidos

-Córrete– digo yo, afirmando, con su mano aún semi tapándome la boca.

-¿Lo quieres dentro nena? - decía entre gemidos.

-Si s-super intendente-

Segundos después siento un fluido caliente recorre mi interior, y escucho a Jack gemir de placer.

-J-Joder...- El se retira lentamente, me da un beso y me ve a los ojos

-Nos vemos pronto – dice, y seguido de esto, se va de mi casa de campaña.

Me despierto agitada en mi apartamento, terriblemente mojada de  las piernas, aún con el corazón latiendo a mil, había sido un sueño, un excelente sueño... Jack Conway, un ser inigualable, extraño, serio, misterioso... el hombre perfecto para mi, lo amaba. Era guapo, caballeroso conmigo, dedicado a su trabajo, elegante, con educación. 

 ¿El problema? 

Es casado.


Mi súperintendente Jack ConwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora