T 1.5 ESPECIAL<3 +

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PERSPECTIVA DE ________________

¡Llegamos a México! Desde la ventana podía apreciar el mar, azul, hermoso, con manchas de un azul más turquesa, la vista era hermosa. Después de casi 10 horas de vuelo, habíamos llegado, estábamos exhaustos, hambrientos, pero muy felices y emocionados. Lo podía ver en la cara de Conway.

Estábamos esperando a que el avión aparcara por completo para poder bajar.

- Esposo, ¿estás emocionado? – le pregunté.

- JODER, COMO NO ESTARLO, ¿TU VISTE ESE MAR? NO PUEDO RECORDAR YA LA ÚLTIMA VEZ QUE TUVE UN VIAJE ASÍ – Se veía como niño pequeño, gritaba de emoción y la gente nos volteaba a ver.

Le sonreí. El avión finalmente se detuvo, y pudimos bajar.

Pasamos por nuestras maletas, y tomamos un taxi que nos llevó directo al resort. Las vistas eran asombrosas, playa por todos lados, la gente era amigable.

La Riviera Maya era uno de los sitios más bellos donde he estado.

Llegamos al hotel directo a instalarnos. ¡Qué calor!

-¡Bienvenidos a Cancún ¡ ¿vienen por alguna celebración? – Preguntó uno de los empleados, amablemente, que se encontraba en recepción. – ME ACABO DE CASAR JODER – gritó Conway.

Yo solo sonreí, un poco sonrojada.

- ¡Aaah! ¿Luna de miel eh? Nos aseguraremos de que nadie los moleste por dos días – se rió el empleado.

- ¿Dos? ¿Me ves viejo? – dijo Conway un poco serio, para meterle miedo, es que con esa voz, imponía bastante.

- Eeee no no señ..señor... eee...joven –

Solté una carcajada. El pobre chico se veía nervioso.

- ¿Nos ayudarías con el ingreso? – le sonreí.

- Sí señorita, síganme –

Lo seguimos hasta un escritorio y allí firmamos unas últimas cosas, nos dieron la llave de una habitación, que más que habitación era una suite.

Conway era todo lo contrario a simple. Siempre tenía que ir más allá.

Caminamos un poco por algunos jardines hasta llegar a la habitación, era preciosa, tenía la cama más grande que jamás haya visto, frigobar, estufa, era una casa en miniatura, tenía jacuzzi dentro y fuera, balcón, salida directa a la alberca, era increíble.

- ¡COOOÑO, esto es maravilloso ¡– entré dando saltos.

- ¿A qué si? Lo mejor para mi esposa – Conway se acercó a mi, me tomó de la cintura y me dio un beso.

- Dime, cariño, ¿estás cansado? Podríamos descansar un rato y... –

- A morir, no he dormido cada nada, pero coño, vamos a ver que hay aquí, mira hasta me dieron un mapa –

Lo tomé en mis manos, joooder, este lugar era enorme, tenía su propia disco, muchos restaurantes, canchas, albercas enormes, bares, videojuegos, y playa, MUUUCHA PLAYA!.

- ¿A dónde vamos primero? – le sonreí

- ¿Tienes hambre?

- Ufff, me comería un caballo – le contesté.

- Te tengo preparado algo, vístete y vámonos –

Conway me había comprado un vestido pequeño, blanco, ligero, super bien para la ocasión y para lo que celebrábamos. Lo había guardado en su maleta, y me lo había dado de sorpresa.

Mi súperintendente Jack ConwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora