Mi súperintendente Jack Conway

ESPECIAL HALLOWEEN(3)

Así volvimos caminando a casa.

Estábamos en la sala, bebiendo unas cervezas, nos la pasábamos bien.

Horacio se levantó al refrigerador por otra lata y Volkov fue con él.

Jack se me acercó.

- Me debes algo, linda, estoy disfrazado como gilipollas – dijo en mi oído, sentí un escalofrío.

- Lo prometido es deuda, cariño- le sonreí.

Volkov y Horacio volvieron, seguimos divirtiéndonos, incluso jugamos jenga, Conway era muy divertido cuando perdía en cosas tan simples como juegos de mesa, se enojaba mucho, insultaba a todo mundo.

- Eeeh, Horacio – le dije

- ¿sí? –

- Ven un momento –

Nos alejamos un poco de los dos policías.

- Escucha, no te voy a mentir, estoy tan caliente que si pones un huevo en mi cuerpo se va a freír en segundos, y yo quiero follarme a Conway antes de que los demás lleguen –

- OSTIA, pensé que jamás dirías algo, hagamos esto, tu invéntate una excusa para meter a Conway a tu cuarto, yo meto a Volkov al mío, y dejo la puerta principal sin seguro, por si llega alguien, no tardaremos –

- TRATO –

Volvimos a los sillones.

- Ehhh, Jack, me acompañas un momento?

Jack se levantó y fue detrás de mí. Entramos a mi habitación, al momento de ir cerrando la puerta le guiñé el ojo a Horacio como señal de decirle "suerte ".

-¿Qué pasa nena? – preguntó Conway extrañado

Sin aguantarme mucho más, me le fui encima a besos.

- Pasa, Jack, que, si no me follas el culo hoy, tendré que colgarte de las bolas por dejarme con las ganas –

- ¿Ah sí? – Dijo, cambiando rápidamente de posición para dejarme a mi debajo de el

Le sonreí, diabólicamente.

- Lo que va a pasar, muñeca, es que te voy a follar tan duro, que no vas a poder caminar en dos putos meses – dijo mientras empezaba a despojarme de mi disfraz, salvajemente.

- BUENO PERO CUIDADO QUE ME COSTÓ TRABAJO HACERLO –

Le dije quitándolo, para quitarme yo misma el disfraz con cuidado, el aprovechó para hacer lo mismo. Quedando los dos completamente desnudos uno frente a otro.

Volví a recostarme en la cama.

Conway se puso encima de mí, y comenzó a besarme, agarraba mis piernas de arriba abajo, apretaba un poco mi cuello.

Yo estaba ya mojada, el la tenía tiesa. Pero no era el asunto de esta noche.

- Date la vuelta, perrita – me dijo.

Nunca me había hablado... sucio. Esto me excitaba mucho. Yo solo obedecí poniéndome en cuatro, frente a él.

Se acercó y se puso encima de mí, besando mi espalda, acariciando por debajo mis pechos, acarició subiendo por mi cuello hasta mi boca, metió su pulgar a mi boca.

Sin titubear lo lamí, dejándolo bien empapado.

- Así me gusta muñeca- dijo detrás de mi.