T1.26

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Han llegado a comisaría, empezaron a buscar a Leónidas por todos lados, buscaron en duchas, casilleros, comedor, interrogatorio, calabozos ... nada.

- Ivanov. ¿has visto a Leónidas? –

- La verdad es que no compañeros, sé que hace una hora fue a comer, no debería tardar en regresar –

Esperaron un buen rato, se encontraron con ______, quien como ya era usual estaba triste.

- _________, ¿cómo estás? –

- Bien chicos, ¿ustedes que tal? No los he visto muy seguido, nisiquiera en casa –

- ESTAMOS EN UNA MISIÓN SECRETA – dijo orgulloso Horacio.

- ¿Ah si?, Que clase de misión es esa ? –

Horacio se había puesto nervioso, el no era bueno para mentir. Ya quería darle la noticia a ______.

- ESTAMOS PLANEANDO ALGO PARA VOLKOV Y HORACIO, YA SABES, QUE ESTÉN SOLOS DE NUEVO – Se apresuró a decir Gustabo.

- ¡Qué bien, yo quiero participar ¡ -

- Claro guarrrra, más noche te platicamos bien el plan –

- Hecho, me iré a patrullar un rato con Greco, ¿nos vemos más tarde? –

- Te esperamos para ir a casa ______, usa preservativo porfavor –

______ rió, y se fue a patrullar.

Habían pasado ya 20 minutos.

- PERO DÓNDE ESTÁ ESE RUBIO DE MIERDA – Se quejaba Gustabo.

- Tengo hambre Gustabo –

Se estaban dando por vencidos cuando lo vieron entrar, muy fresco a comisaría por la entrada principal con un café en la mano, saludando a todos. Haciendo chistes.

Horacio y Gustabo se voltearon a ver y asintieron con la cabeza.

Se acercaron a el, y sin decir una palabra, Leónidas sabía que estaba en problemas.

- Tu vas a venir con nosotros – le dijo Horacio.

- ¿Pero que pasa tío? – les dijo sonriente.

- Vamos a una sala de interrogación Horacio –

- ¿Cómo que sala de interrogación, estáis locos? –

- OH SI, PERO NO TANTO COMO TÚ, JASTIN –

Ahora los 3 están en una sala de interrogación, las cámaras están en bucle, se puede ver a un Leónidas temblando con el café en sus manos moviéndose de un lado a otro.

- Tu ahora nos vas a decir, QUE COJONES – comenzó Gustabo golpeando con su puño la mesa.

- ¿Q-qué cojones con qué ?- preguntaba Leónidas.

- COMO QUE QUÉ COJONES CON QUÉ, FELICIDADES, HOMBRE, VAS A SER PADRE –

- C—como saben eso? – Se le veía pálido, casi con ojos llorosos, asustado.

- NO FUE FÁCIL, HABRÍA SIDO MÁS FÁCIL SI SIMPLEMENTE LO DIJERAS –

- No puedo hombre, no puedo, me mataría –

- Aaah entonces prefieres que ese niño crezca con alguien más, que gilipollas –

- N-no es eso, Isabel me dijo que pronto le diría la verdad –

- Pero si ella le dijo a Conway que el niño era de el, que dices –

- ¿Q-QUÉ? –

- Así como lo oyes, Conway cree que es el padre, sería una lástima que le dijéramos la verdad -

Se le veía al pobre Leónidas con cara de horror, con los cojones en la garganta.

- N-NO LE DIGAN NADA AL S-SUPER, P-PORFAVOR – les rogó Leónidas al par de agentes.


- ¿Qué no me digan qué, capullos ¿ - Se escuchó a Conway decir, ahora parado en la puerta.

Mi súperintendente Jack ConwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora